domingo, 15 de junio de 2014

El puerto de Benidorm y el club náutico: un esbozo de historia



Francisco Amillo.


Al menos desde su fundación oficial, con la Carta Puebla de Bernat de Sarrià, Benidorm ha estado muy vinculado con la actividad marítima. En ese documento de 1325 se otorga a sus vecinos una serie de exenciones fiscales relativas al uso de la mar. Suponían la confirmación de las que ya disfrutaban al menos desde 1321: "Tendréis también la costa marítima y la playa [...] sin ningún censo, servicio o tributo, tal y como se recoge en el Fuero de Valencia. De igual manera tened franca y libre la pesca del mar, concediéndonos a mí y a los míos la décima parte.
Más adelante se especifica: "Asimismo dispondréis del puerto y de las playas para cargar y descargar, llenar o vaciar naves, navegar, transportar y exportar bienes, mercancías y cuanto quisieseis hacia cualquier parte que deseaseis, sin ningún censo, tributo, [...] excepto el que corresponda al Señor Rey."

Está claro que sobre el papel se le concede a Benidorm un puerto para desembarcar la pesca e importar y exportar todo tipo de mercancías. En la práctica tal puerto sólo podría tratarse de una estructura de madera donde pudiesen atracar las naves, aunque es posible que ni siquiera tuviese eso. 
La naturaleza del emplazamiento elegido por Bernat de Sarrià para la nueva villa jugaba en contra de un puerto natural: la bahía de Benidorm o “Rada de Benidorme” es muy abierta y los temporales de componente sur y sureste la afectan con facilidad. 
Benidorm se había construido pensando en la defensa y al mismo tiempo en la accesibilidad. El promontorio elegido, Canfali, con tres de sus cuatro lados cayendo abruptamente al mar mediante acantilados y un cuarto inclinándose suavemente hacia tierra, cumplía esos dos objetivos. Además el agua de Lliriet podía llevarse hasta allí dejándola fluir por gravedad. Pero no tenía un puerto natural. Tampoco el Tossal de la Cala hubiese sido una solución. La cala de Finestrat, que en época ibérica y romana había sido un buen puerto porque el mar penetraba mucho más que en la actualidad y ofrecía buen abrigo frente a los temporales, ya se había colmatado de sedimentos en la Edad Media y no servía como puerto.



En esta fotografía de 1922 se observa que la cala de Finestrat era un refugio más abrigado que el inicio de la playa de Poniente de Benidorm. Pero las dificultades en el acceso a la cumbre y en su abastecimiento de agua hicieron que Bernat de Sarrià, tras perder Villajoyosa, escogiera Canfali y no el Tossal como emplazamiento de la ciudad que debería ser la capital de sus dominios en la Marina Baja: Benidorm.  

A pesar de eso el Benidorm medieval contó con un puerto aunque no hay que darle a esta palabra el mismo sentido que en la actualidad. La Carta Puebla de 1325 eximía de impuestos a todas las mercancías exportadas desde el puerto de Benidorm. Eso  explica que el comercio fuese una actividad rentable en la primera mitad del siglo XV. Se exportaban pasas producidas por los musulmanes del interior de la Marina Baixa. Así, el 25 de octubre de 1452 las aljamas del valle de Guadalest vendían a Gascón de Santjoan, mercader de Zaragoza, 900 quintales de pasas por 9.900 sueldos. En el contrato se especifica que era “pansa de Polop bona et receptibili, de collecte predictarum vallium”. Se denominaba “pansa de Polop” pero estaba producida en el valle de Guadalest lo cual indica que se trataba de un tipo de pasa de la comarca, no exclusiva de Polop. Se cargarían en el puerto o cargador de Benidorm: “in pórtico sive carregador maris loci vel castri de Benidorm”. Así pues no tenía instalaciones portuarias ya que las naves mercantes anclaban cerca de la costa y las mercancías se trasladaban a ella mediante barcas. Mientras llegaba el barco los productos a embarcar se guardaban en un barraca en la playa, no sabemos si Poniente o Levante.
Hay otro ejemplo de comercio de pasas que para nosotros resulta mucho más interesante porque aparecen los nombres de tres habitantes de Benidorm. El 23 de marzo de 1446 el mercader valenciano Gabriel Palau acudió al “port i carregador del mar” de Benidorm. Le acompañaba Ramon Avellà, vecino de Penáguila y procurador de Hug de Cardona. Querían protestar ante una persona con jurisdicción como el batlle de Benidorm Anthoni Rajadre y un testigo imparcial de la misma villa llamado Luis Madriç. Se quejaban de Joan Eximeno, patrón del barco “Sent Joan”, y de los “donzells” valencianos Francesc Mascarós y Lluís Johan que eran los propietarios de dicho navío, un “balener”. En la Edad Media recibía ese nombre no por dedicarse a la captura de esos cetáceos sino por su forma alargada y bordes bajos que le asemejaba a ellos. Se utilizaba habitualmente para el comercio y el corso.
Los damnificados indican que habían acudido a Benidorm para cargar en el “Sent Joan” 400 quintales de pasas de Polop a cuya compra se habían comprometido ante notario los demandados. Avisaron al patrón del “balener” que llevarían las pasas al cargador de Benidorm. Por razones que no se explica en el documento el patrón no quiso esperar ni cargar las mercancías sino que mandó levar anclas “ab molta còlera e iniquitat” y partió rumbo a Alicante. Se mojó una parte de la carga que estaba guardada en una  “baraqua” (barraca) del cargador y “és en punt de perdre’s en culpa del dit patró”. Ramon Avellà y Gabriel Palau esperaron ocho días en Benidorm e indagaron en Alicante y Elche el paradero del “Sent Joan” pero no sacaron nada claro. Protestaban ante el batlle de Benidorm reclamando que todos los perjuicios fuesen a costa de los propietarios y del patrón de la nave y que quedara constancia escrita del hecho: “requerint de les dites coses carta pública”. Como testigos firmaron Francés Malonda, encargado del hostal de Benidorm, y Anthoni Vilar mercader de la Vila Joiosa.
Estos dos documentos están publicados por Frederic APARISI ROMERO en su obra “Hug de Cardona: Col·lecció diplomàtica (1407-1482)”, Universitat de València, año 2011.


 La inexistencia de infraestructuras portuarias está clara en el siglo XVI. Vespasiano Gonzaga,  en su conocido informe sobre el castillo de Benidorm de 1575, indicaba como uno de sus inconvenientes la carencia de puerto. Esta situación se prolongaría hasta el siglo XX.

Aún así en Benidorm hubo importante actividad pesquera y también comercial y corsaria desde la Edad Media. Una importancia que se acrecentaba por la mala calidad de las comunicaciones terrestres por el litoral, donde la Sierra de Bernia constituía una barrera complicada de superar. Por eso la comunicación con Valencia y su Reino resultaba más fácil y sobre todo más económica si se hacía por mar, lo que contribuyó al desarrollo de la navegación en la comarca, Benidorm incluido.

La importancia de la actividad marítima en nuestra ciudad continuó en los siglos posteriores: en el XVI se introdujo la técnica de la almadraba, en la que los benidormenses serían los líderes indiscutibles hasta el siglo XX inclusive. Pero la época dorada de esta actividad fueron los siglos XVIII y XIX, con una nómina de corsarios, marinos (mercantes y militares) realmente sorprendente por su cantidad y calidad. Un hecho que aún es más sorprendente si se tiene en cuenta que la población de la villa apenas sobrepasó los 4.000 habitantes en esas centurias. Es un tema muy bien estudiado por Carlos Llorca Baus en su obra "Historia marinera de Benidorm (1781-1950)".
Lo más chocante es que toda esta actividad se llevó a cabo sin tener puerto. Las naves de mayor calado se cargaban y descargaban transportando en barcas las mercancías; es un hecho comprobado para otras localidades y de lo que hay testimonios escritos y gráficos. 



Grabado francés del siglo XVIII que muestra cómo se cargaban y descargaban las mercancías en los barcos de mayor calado  que no atracaban en un muelle.


Las embarcaciones menores se sacaban a tierra arrastrándolas mediante animales de tiro; Sorolla tiene un hermoso cuadro que refleja esta costumbre ancestral, "La vuelta de la pesca", del año 1894. Estas embarcaciones también podían ser sacadas a la playa por personas. Unos troncos colocados debajo de ellas permitían que la operación se realizase con más facilidad.



Benidorm: caballerías arrastrando la carga por la playa. Podían utilizarse también par botar o varar barcas.


Introduciendo una barca en el mar de forma manual. Para varar o botar manualmente las embarcaciones se utilizaban los "parats" que evitaban la fricción de la arena. "Los parats eran tablones de madera con una cuña en el centro que se utilizaban para subir y bajar las embarcaciones, mas tarde se sustituyeron por los rulos hinchables." (Fotografía y texto entre comillas de Carlos Noriega)


La actividad comercial y pesquera tradicional podía encontrarse con una dificultad insalvable: los temporales. En el caso de la pesca las barcas debían quedarse varadas en la arena sin poder salir a faenar. Si esta situación se prolongaba durante varios días los pescadores pasaban apuros. Así se deduce de una noticia del periódico "El Graduador" del 17 de Marzo de 1886. La conocemos gracias Francisco Bou y dice: "BUEN RASGO.- Ha empezado á funcionar una cocina económica en Benidorm, establecida y costeada por el caritativo señor don Juan Thous, que socorrerá diariamente á los marineros pobres con raciones de comida y pan, mientras los temporales impidan que salgan á la mar y busquen la subsistencia para su familias. Este rasgo del señor Thous, bien merece un sincero y entusiasta elogio."



Antes de la construcción del espigón del puerto (finalizado en 1929) el mar llegaba directamente a la base de Canfali. No había arena en la cala del Mal Pas ni frente al actual Paseo Colón. La zona de playa frente al actual Parque de Elche era el lugar donde se varaban las embarcaciones, se extendían las redes, etc.


El principio de la playa de Poniente era el lugar más resguardado ya que el promontorio de Canfali lo protegía de los temporales del NE, los más violentos. Por eso las embarcaciones de pesca y comerciales se concentraban en ese sector a pesar de no ofrecer protección frente a temporales del tercer cuadrante, menos frecuentes. Así lo indicaban en 1807 los cartógrafos Francisco Catalá y Gaspar Massa. Decían de la bahía de Benidorm que: "Esta rada es capas de abrigar una Armada de los Vientos desde el ESE por el N hasta el O [...] pero es muy mala con los de ES, S y SO por lo que las embarcaciones de trafico y pesca varan en la playa al O del Pueblo".

Queda claro que, al menos  desde el  siglo XVIII, en Benidorm la gente de la mar prefirió anclar las embarcaciones o sacarlas a la playa en esta zona algo más resguardada. La pesca y las redes también se depositaban en ella. Y también por esa causa se formó ahí el barrio de pescadores (calle de San Pedro y adyacentes) que empieza a reflejarse en los mapas a principios del siglo XIX aunque lo más probable es que existiera desde el XVIII, un siglo que para Benidorm fue de gran crecimiento demográfico.



Año 1807: detalle del "Plano de la rada de Benidorme" y "Plano del surgidero de Villajoyosa comprensivo entre la cala del Moro y la Torre del Aguila". Autores Francisco Catalá y Gaspar Massa cartógrafos de la marina española. Museo Naval, Madrid, E 45-32, XLV-34 (Nº Cat. 101). Desde principios del siglo XIX aparece en algunos mapas el barrio de pescadores (calles de San Pedro y adyacentes). Se eligió la zona del inicio de la playa de Poniente porque el promontorio de Canfali brindaba protección a las embarcaciones. 


La carencia de puerto propiamente dicho hizo que se utilizase la arena como lugar de descarga de la pesca. En la fotografía se aprecian las cajas para cargar la sardina que se capture.

A pesar de la ausencia de puerto, a mediados del siglo XIX Benidorm contaba con "una aduana de cuarta clase" según indicaba Pascual Madoz Ibáñez en su "Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España…" publicado entre 1846 y 1850.  
Dicho autor proporciona también información interesante sobre la actividad marítima de la localidad. Además de señalar la importancia de su almadraba dice: "Su matrícula de mar es numerosa, y una multitud de embarcaciones de mas ó menos cala dan ocupacion continua á todos sus marineros, que por su caracter particular y por su genio marino se emplean muchísimos de ellos en el servicio de guarda-costas sin que por eso falten algunos arrieros que se ocupan diariamente en el transporte del pescado para el interior del reino de Valencia."

Más adelante añade: "El COMERCIO es de alguna consideracion si se tiene en cuenta por otra parte, que la aduana es solo de cuarta clase; se reduce generalmente á la importacion de cereales de Andalucia, para surtir los pueblos del interior, y á la estraccion de esparteria labrada, pasas, almendras, algarrobas y demas frutos sobrantes del pais. Cuál haya sido el movimiento comercial del puerto ó aduana en los años de 1843 y 44, y la entrada y salida de los buques, consta en los estados siguientes:

Noticia de los buques que han entrado y salido en el espresado puerto en el año 1843, según los datos oficiales de la misma aduana.

ENTRADA                SALIDA
Buques Toneladas  Tripulacion  Buques Toneladas Tripulacion
   4       107               40             18 423         141

No hay estados de 1844.

Estado de los objetos esportados por los buques que han salido de dicho puerto para otros del estrangero, en el año que se espresa, segun los datos oficiales de la misma aduana.

NOMENCLATURA UNIDAD, peso o medida Año de 1843
Almendra fanegas  120
Almendron arrobas 4158
Cacahuet fanegas    12
Cebollas arrobas  100
Esparto piezas 2682
Habichuelas arrobas  300
Huevos millares    53
Ladrillos número 1000
Naranjas millares    99
Obra de barro piezas   100
Pasas quintales 2670
Vino arrobas 2400
Efectos varios reales de vellon 20,834
Total de estas        reales de vellon 373,245
mercaderias

No aparece la esportacion de 1844.

Número de buques que han entrado y salido en dicho puerto de otros del reino en el año de 1844 segun los estados oficiales de la misma aduana.

ENTRADA                                                           SALIDA
Buques Toneladas Tripulacion Buques Toneladas Tripulacion
24         547            154           26           434        150

No hay estados de 1843, ni tampoco constan las mercaderias que han conducido á su bordo los buques que se espresan de 1844."

Vemos por tanto que a mediados del siglo XIX además de la pesca había un tráfico marítimo que podemos calificar de importante si tenemos en cuenta el escaso número de habitantes de Benidorm. 
En su Ayudantía de Marina, dependiente de la Comandancia de Alicante, estuvo destacado algunos años el benidormense Gaspar Ortuño. El año 1856 se publicaba en "La Marina: Revista científica, militar, administrativa, histórica, literaria, política y de comercio" un nuevo nombramiento para la Ayudantía de Marina de su ciudad: "Tomo I. Boletín de Reales Órdenes: Disponiendo que vuelva á encargarse de la ayudantía del distrito de Benidorme el alférez de navío graduado D. Gaspar Ortuño."

A causa de su actividad marítima se registran algunos intentos de construcción de un puerto en la segunda mitad de de ese siglo, pero no tuvieron éxito. 
Hubo que esperar a los inicios del XX cuando se construyó un gran espigón o “puerto de refugio” como se denominó en la época, que creó un espacio más resguardado frente a los temporales del NE y E. Algunas dificultades iniciales se superaron en parte gracias a la ayuda de Emilio Ortuño Berte, ministro de Fomento de febrero a septiembre de 1920 y persona muy vinculada a Benidorm. 

El 31 de marzo de 1919 se adjudicaba la construcción del puerto de refugio de Benidorm a Pascual Pérez Iborra con un presupuesto de 370.644,44 pesetas. Poco después, el 25 de mayo de dicho año, se celebraba la ceremonia de colocación de la primera piedra de. Estuvieron presentes personalidades del partido maurista como  Miguel Maura Gamazo, diputado en Cortes por Pego y Luis López Dóriga diputado por Villajoyosa. Estaban acompañados por políticos de la comarca como Manuel Orts Cano, el historiador Adolfo Salvá Ballester, también del partido conservador, y otros. 

Según se puede constatar en el Boletín Oficial del Estado de 17 de noviembre del mismo año Pascual Pérez solicitaba permiso para que el material con destino a las obras del puerto de refugio de pesca, traído desde Barcelona, pudiese ser descargado directamente en Benidorm y no en la aduana de Altea como correspondía. Se le concedía la petición pero teniendo que pagar las dietas del personal de aduana de Altea que fuese a supervisar la descarga. 





Las obras se iniciaron en 1919 construyendo primero un camino de acceso al futuro espigón. Iba pegado a la base de Canfali y ganando terreno al mar. Sobre él se colocaron dos carriles de hierro por los que circulaban las vagonetas cargadas de piedra y arrastradas con tracción animal. Se utilizaron grandes bloques rocosos para que resistiesen el embate de los temporales. Una grúa iba situando los pesados bloques de piedra y después se rellenaba todo con piedras menores sobre las que se asentaban los nuevos tramos de carriles. Aún es visible en la escollera un fragmento de dichos raíles. Esta vía terminaría al llegar a la cala del Mal Pas y a partir de ahí se iniciaría la construcción de un espigón perpendicular a ella y casi paralelo a la costa ya que se orientaría de E a O. De esta manera se crearía una zona resguardada, el puerto de abrigo. 
El camino de acceso fue el precedente del actual Paseo de Colón y el espigón de principios del siglo XX fue el precedente del puerto actual. 



Trabajos de construcción de un camino de acceso al futuro espigón con la grúa en su extremo. Hasta ese momento el mar llegaba hasta la base del promontorio de Canfali. Ese camino ganado al mar dio origen al actual Paseo Colón.




La piedra se extraía de la Cala, aunque no sabemos el sitio exacto. Cerca del actual hotel Bali había una cantera que permaneció en explotación hasta mediados del siglo XX. Estaba muy próxima a la carretera Alicante-Valencia y por ella los carros transportaban los bloques de piedra ya que en aquella época pasaba junto al lugar de inicio de las obras.



Benidorm, playa de Poniente hacia 1920. A la izquierda la carretera Valencia-Alicante aún sin asfaltar por la que los carros transportaban los grandes bloques de piedra destinados a las obras del puerto.

Por otro lado tenemos que en un diario del 13 de Septiembre de 1924 se daba la siguiente noticia, dada a conocer por Francisco Bou: "En un cerro próximo a Benidorm, de donde se está extrayendo piedra con destino al puerto de refugio, se han hallado vestigios de edificación urbana, cuya época todavía no se ha precisado, pero que desde luego puede asegurarse se remonta a los primeros pobladores civilizados de la península."
Tal como está redactada la noticia se podría pensar en el Tossal de la Cala. Pero se ha sugerido también que es posible que se utilizasen parte de los muros de un yacimiento ibérico que José Belda dijo ser del siglo IV a.C. y que estaba en un cerro alargado cerca de la mar y a los pies del Tossal. Las murallas estaban formadas por grandes bloques de piedra, denominados sillares ciclópeos, que resultaban muy aptos para el camino y el espigón. Pero es evidente que si se llegó a extraer material de ese cerro no se utilizaron todos los bloques ya que en 1942 José Belda Domínguez, director del Museo Arqueológico Provincial, vio parte de  la muralla con sus grandes sillares. 



Se inicia la construcción del espigón una vez que se ha finalizado el acceso al mismo, lo que debió ocurrir hacia 1925. El mar seguía llegando hasta el camino de acceso y por tanto no había arena ni playa.



El espigón creó protección frente a los temporales del S y SE. Pero en esas ocasiones era más prudente varar las embarcaciones en la playa.

No todos los benidormenses estaban de acuerdo con que se ejecutase el mencionado espigón. En las actas de la Comisión Permanente del 19-1-1925 se recogía el malestar surgido en una parte de los vecinos de Benidorm. Se basaba en que, sin haber concluido las obras, ya se estaban acumulando arenas que cegaban el puerto. Por esa causa se pedía la suspensión de las obras y se encargaba a Jacinto Bayona realizar las gestiones pertinentes ante el ingeniero de Obras Públicas y el Ministerio de Fomento: "Observando las obras que se están realizando para la construcción del puerto -refugio de pescadores en este pueblo-, consideran los trabajos completamente infructuosos y por consiguiente que las cantidades que en su construcción se inviertan, procedentes del erario público no respondían a los fines prácticos y marítimos a que se destinaban, por cuanto las arenas arrastradas por la corriente iban cegando por completo el puerto, hasta el extremo de que aún falta un trozo de escollera por construir, se halla cegado casi por completo todo el puerto."

Pero no todos estaban en contra de esta obra: los pescadores sí vieron sus beneficios y pocos años después de acabada la obra observaban con temor cómo los temporales de levante podían destrozarla.  Así se recoge en el acta del pleno municipal del 22 de marzo de 1936 en la que el alcalde de Benidorm explicaba a los concejales la preocupación que le habían transmitido las gentes de la mar:  "la presidencia manifiesta se han presentado numerosos pescadores haciéndoles ver la situación angustiosa que supone la inutilidad y estado ruinoso con que se encuentra la escollera refugio de esta población que sin ella son muchos los días que la gente de mar no puede dedicarse a la pesca por el inminente peligro que corren sus vidas al no tener refugio seguro, que si bien hoy lo utilizan de una manera provisional siempre con la amenaza constante de que un día u otro el mar embravecido lo destruya por completo y entonces no es menester esforzarse para demostrar la miseria que se verían sumidos. Ahora bien como estas obras pertenecen al Ministerio de Obras Públicas si se puede conseguir subvención para consolidarlas dicho está que los beneficios serían generales primero porque el Estado conservaría su obra y en segundo lugar por la alegría y satisfacción que supone para esta pobre gente pescadora verse segura de los peligros que corren en sus faenas luchando con el mar". El pleno aprobó por unanimidad la propuesta de enviar escrito al Ministerio de Obras públicas.

Parece que las obras habían finalizando en 1929. Digo parece porque hay algunas informaciones que lo contradicen. El caso más chocante es el de Wikipedia según la cual "En 1920 finalizaron las obras del primer puerto-refugio, que consistía en un simple espigón de piedra orientado a poniente." Sin embargo la mayor parte de las fuentes señalan el año 1929 como fecha final así que la daré por buena. 

Eso significa que las obras habían durado unos nueve años. Tan gran dilación se explica tal vez porque la tecnología utilizada fue pobre, predominando el transporte animal y el esfuerzo humano. Los fuertes temporales, que destrozaban los sectores mal consolidados, explican también dicha dilación. Por otro lado también debieron influir las dificultades económicas. En el libro titulado "Benidorm recopilación fotográfica" editado por la Comissió de Festes Patronals en 1985 se explica que "Pese a que en 1929 se lanza una emisión de acciones de 50 pesetas nominales, los problemas financieros derivados de la construcción del puerto fueron en aumento."





El espigón se terminó hacia 1929 y  creó un espacio abrigado para las embarcaciones pesqueras. 



Ya hemos visto que antes de terminar la construcción del espigón ya había surgido un problema que después se iría haciendo mayor: la dinámica litoral había sido alterada por dicha obra y se produjeron cambios en las corrientes litorales y en la configuración de la línea de playa. Las corrientes marinas empezaron a acumular arena en el puerto con lo que se colmató y se creó una playa. En cambio en la zona de Fontanelles la playa retrocedió porque perdió arena.
Aunque esto haya tenido inconvenientes también ha supuesto ventajas: aparición del Paseo Colón y más superficie de playa permitiendo la creación del Parque de Elche. Antes de 1919 el mar llegaba cerca  del muro de la calle San Pedro con lo que la actual calle del Alcalde José Such Ortega y el Parque de Elche eran playa 



Para evitar que la arena cegara el puerto se abrió un trozo del espigón, "el forat",  facilitando que  circulara el agua marina. La medida resultó inútil porque la zona continuó llenándose de arena.  


Se intentó evitar este problema abriendo un gran boquete al principio de espigón que se salvaba mediante un puente de madera. Popularmente se denominó "el forat". Se pensaba que el agua del mar circularía por él y se evitarían los inconvenientes surgidos con la obra.
Sin embargo esta precaución resultó inútil. El colmatamiento del puerto continuó avanzando y pronto el agua del mar dejó de circular por "el forat", que también se colmató de arena.



La acumulación de arenas comenzó antes de finalizar la construcción del espigón. Para solucionar el problema se abrió una entrada para el agua de mar  con un puente que fue denominado "el forat". 


En esta fotografía aérea de 1938 vemos que nueve años después de finalizadas las obras la arena se había acumulado sobre todo frente a los actuales Paseo Colón y Parque de Elche. Aún existía "el forat" o apertura para el agua del mar en el espigón, aunque ya era inútil. La Platja del Mal Pas aún tenía poca arena.


La apertura en el espigón no evitó el proceso natural de acumulación de arena. La playa iba creciendo. En primer plano "el forat" ya totalmente inútil y rebasado por la línea de playa.


Esta fotografía nos muestra que la Plaja del Mal Pas no existía en los primeros años de la construcción del espigón.


Ampliación del espigón en 1957 y eliminación del 
ineficaz "forat" .

El colmatamiento del puerto presentaba el inconveniente de que perdía tamaño y calado. Las obras de 1957 ampliaron el espigón y eliminaron la antigua e inútil apertura pero no resolvieron el problema de la colmatación y la playa seguía avanzando. 

Pero como ya hemos visto el proceso tenía un lado bueno que se aprovechó: se ganaba terreno al mar. En ese nuevo espacio se hicieron nuevas construcciones como la Cofradía de pescadores y el "tenyidor" para las redes. 
El Club Náutico de Benidorm también se asentó en el nuevo espacio. A partir de su creación en 1963 las embarcaciones eran botadas y varadas por personal del Club sobre la playa ganada al mar. Otras se amarraban en fondeos situados dentro de la zona de resguardo del puerto y sus propietarios se trasladaban a tierra y viceversa mediante botes a remo. 

Además el naciente turismo encontró un espacio donde colocar las embarcaciones deportivas junto a las de pesca. Por otro lado los bañistas fueron ocupando el espacio del puerto así como la playa que se formó en la Cala del Mal Pas. La construcción de una escalera que conectaba la Plaza de la Señoría con el puerto y playa del Mal Pas acentuó la afluencia de bañistas a la zona portuaria.



El espacio ganado al mar permitió construir la Cofradía de Pescadores y enfrente el "tenyidor" para las redes.



Año 1947. Según Carlos Noriega esta fotografía representa la construcción  de la tarrafa OROZCO (la tarrafa era una embarcación de pesca). La construcción de naves fue otra actividad realizada en el terreno ganado al mar. 



Benidorm en 1958. La acumulación de arenas continuó. Se había formado una nueva playa en la Cala del Mal Pas. 


Frente al Paseo Colón y el Parque de Elche se formó un buen varadero para embarcaciones pesqueras. El desarrollo turístico hizo que apareciesen también embarcaciones deportivas y que los bañistas utilizasen la zona portuaria.



El Paseo Colón fue otro de los espacios ganados al mar.

Bañistas y embarcaciones deportivas, cuyo número crecía cada año, compartían el nuevo espacio. El primitivo edificio del Club Náutico se construyó también en dicho espacio. Se trataba de una pequeña caseta de madera para guardar material náutico del club y de los  socios. 


Más adelante, en 1971, se mejoraron las instalaciones del puerto al incluir en su extremo un muelle de atraque para los barcos que visitaban la Isla de Benidorm. Eso supuso la afluencia de más turistas a pie y en vehículos, con lo que la situación resultaba un tanto caótica por la mezcla de distintas funciones en un mismo espacio: pesca, navegación deportiva, baño, restauración, viajes a la isla, etc.

En ese mismo año 1971 el periódico "Ciudad" publicaba una entrevista realizada a Vicente Alemany Martínez propietario del hotel Planesia. En ella explicaba un proyecto para construir otro puerto en el lado de Levante de Canfali: "proyecto, cuyos planos hiciera don Luis Prat, Ingeniero Director de la Diputación Provincial, para construir un pequeño puerto delante del HOTEL PLANESIA, en el que podrían recalar y fondear yates, balandros y otras embarcaciones y bajar o subir sus ocupantes completamente vestidos y al lado derecho del hotel iba un ascensor al servicio de los viajeros. Estos planos fueron aprobados en Villajoyosa, Alicante, Cartagena y seguramente también en Madrid pero debió extraviarse el expediente al volver a Obras del Puerto.
Para el firmante del artículo se trató de una gran desgracia que finalmente no se autorizara el proyecto. Pero visto desde la perspectiva actual vemos como un gran acierto que se preservase el aspecto tradicional de ese histórico promontorio.



En 1971 se realizaron mejoras y ampliación del espigón. Como la pesca estaba en franca regresión  el beneficiado fue el sector turístico.  Las "Golondrinas" que llevaban turistas a la isla y las embarcaciones deportivas amarraban en el espacio habilitado al final del espigón. Estas mejoras y la ampliación del Paseo Colón supusieron la aparición de vehículos privados en el espacio portuario.


En agosto de 1998 la Generalitat Valenciana trató de poner fin a esta situación desordenada. La interferencia de paseantes, vehículos, bañistas, “golondrinas”, pescadores y usuarios de las instalaciones del Club Náutico suponían molestias para todos y también peligro. Por ello sacó a licitación por 448 millones de pesetas (DOGV nº 3306 del 12-8-1998) el "Concurso número 98/11/0290 de Ordenación del puerto de Benidorm". Estaba firmado por el Conseller de Obras Públicas José Ramón García Antón, tan vinculado a Benidorm. 

Se presentaron 11 empresas al concurso y finalmente la obra fue adjudicada a Consultora de Actividades Técnicas S.L. que formó una Unión Temporal de Empresas (UTE), iniciando las actividades en noviembre de dicho año 1998. 
Según indicaba dicha empresa: "Las obras [de Ordenación del Puerto de Benidorm] se estructuraron en dos actuaciones diferenciadas, por un lado la obra marítima e instalaciones portuarias para crear una zona de abrigo y servicio para las embarcaciones y la urbanización del entorno. La obra marítima consistió en la ejecución de 244 m de muelles, 120 m de pantalanes flotantes utilizando 3.800 m³ de hormigón y 28.100 tm de terraplén, se dragaron 12.600 m³.

Las obras sirvieron para separar la zona de peatones  del Club Náutico y habilitaron tres zonas diferenciadas para uso pesquero, deportivo y de recreo. La flota de recreo, las populares "Golondrinas" en la que  embarcan diariamente cientos de turistas, tuvieron a su disposición 55 metros útiles en el muelle de abrigo. Para los barcos pesqueros se reservó el lado protegido del muelle, con 24 metros libres y la superficie interior de la dársena fue ocupada por las embarcaciones deportivas de entre seis y ocho metros de eslora.   



En 1999 se construyó un segundo espigón, paralelo al primero, para intentar frenar la colmatación del puerto. Además servía para separar la zona de baño de la portuaria, lo que supuso mayor seguridad para los bañistas. Para que el puerto ganase espacio fue preciso dragarlo.

Para conseguir estos objetivos se habilitó  una zona de abrigo que incrementó los puntos de atraque, se instaló una rampa para varar los barcos y varias grúas. Además se construyó una zona destinada exclusivamente a los peatones, situada frente al Club Náutico, que así pudieron acceder fácilmente a  la playa de la Cala del Mal Pas.

Con esa iniciativa el puerto de Benidorm adquirió su configuración actual. La importancia de la actividad turística le había permitido conseguir un auténtico puerto en menos de cincuenta años. Las actividades tradicionales no lo habían conseguido en más de 700.



El puerto actual  de Benidorm según una imagen de la web del CNB. La construcción de otro espigón al sur del primero junto con el dragado de 12.600 m³ de arena permitieron ampliar su capacidad.

El puerto actual consta de un dique de 200 metros de longitud en cuyo  extremo arranca un muelle perpendicular donde atracan los barcos de la isla. En el centro, en dos pantalanes, hay espacio para 99 amarres.
Otros datos a tener en cuenta son:
Calado en bocana: de 2 a 5 metros.
Calado en la dársena: 2  a 3,5 metros.
Anchura en bocana: 180 metros

Los servicios que presta son: 
Capitanía,
VHF canales 9 y 16
Agua y electricidad en todos los amarres
Duchas y servicios
Recogida de basuras
Grúa de 3 Tm
Club Social o Club Náutico
Restaurante y Bar
Escuela de Vela



Club Náutico  de Benidorm (CNB)

El Club Náutico de Benidorm es una asociación que ha tenido mucho que ver en la creación del puerto actual. La paulatina disminución de la pesca hizo que su protagonismo creciera y llegara hasta la situación actual, en la que los usos deportivos del puerto, dirigidos por el Club, son los predominantes.

Se fundó a principios de la década de 1960 cuando el sector pesquero aún tenía importancia pero el turismo se estaba convirtiendo en la actividad dominante de Benidorm. La mayor parte de los socios fundadores fueron personas vinculadas a la mar por tradición familiar o afición personal, pero su interés era ya recreativo y deportivo, no profesional. Por acuerdo de la asamblea general del 3 de marzo de 1976, los pescadores de Benidorm fueron admitidos como socios de número del Club Náutico sin tener que pagar cuotas, lo que demuestra que los profesionales de la pesca formaban ya un grupo reducido, cuya importancia iba disminuyendo cada año en paralelo con el aumento de la importancia del sector servicios en nuestra localidad. 

El pasado año 2013 el CNB celebró sus 50 años de existencia, pero en realidad no sabemos con certeza cuando se fundó. El Libro de Actas de la Asociación se inició en 1963 con el acta de una sesión celebrada el 7 de septiembre en el Ayuntamiento porque la asociación no tenía local propio. Se indica que había que renovar la junta directiva porque desde su constitución (no indica la fecha) la sociedad no se había reunido ni se habían conseguido nuevos socios. La junta directiva no sabía en aquellos momentos cuantos socios tenía el Club y esta situación tardó en normalizarse porque todavía en el acta de 26 de mayo de 1964 se dice que sólo se tiene conocimientos de 12 o 15 socios fundadores y se marcaba un plazo de dos años  para que los que pudieran demostrar documentalmente que  eran socios fuesen inscritos en el libro de actas. En los estatutos de 1984 se consideraba socios fundadores a los primeros trescientos registrados. 
En la citada acta de 1963 se dice que "ante el poco interés demostrado por los que componemos la Junta Directiva, propongo a la Asamblea la renovación de todos los cargos, en evitación de las posibles responsabilidades que pudieran derivarse por tal abandono en el desempeño de los mismos". Se escogió un nuevo presidente, Jaime Fuster Llorca y el anterior, Enrique Fernández Iruegas, pasó a vicepresidente. Tras estos cambios la asociación comenzó a dinamizar su actividad y a funcionar con normalidad. 

El 12 de noviembre de 1964, se abrió el libro de de registro de socios. El número 1 fue el entonces alcalde de Benidorm, Pedro Zaragoza Orts. En los primeros socios no consta la fecha de ingreso porque se desconocía. El primer socio con fecha se inscribe en abril de 1964.

La actividad del club iba creciendo y por eso en la reunión del 6 de mayo de 1966 se aprobó nombrar un ayudante del secretario con un sueldo anual fijado por la junta directiva. Estaba obligado a llevar al día la administración del club. También se aprobó cambiar el logotipo, adoptándose el actual. 




En 1967, con Carlos Llorca Timoner como presidente, el club cobró nuevo impulso. Se  aprobaron unos nuevos estatutos, redactados por los abogados Ramiro Gutiérrez y Juan Ronda Perales. 
Pero la decisión más importante fue la de iniciar los trámites para que se autorizara construir un  edificio social del club en la zona portuaria. Hacía falta una buena dosis de optimismo porque los recursos del club eran muy limitados: el balance económico de 1967 había dado unos ingresos de 513.664,50 pesetas por cuotas  de inscripción y mensualidades. Los gastos habían sido 396.904,81 pesetas  y por tanto quedaba un saldo de 116.759,69 pts, totalmente insuficiente para las obras del edificio social. 
Además algunos socios se quejaban de que la cuota, 100 pts. mensuales, era muy alta y reclamaban que se rebajara. La asamblea no aprobó esa propuesta y las cuotas se mantuvieron, pero quedaba claro que no era ese el camino para obtener nuevos ingresos. 

La ayuda del Ayuntamiento había sido grande hasta ese momento: en sus presupuestos había una partida económica para el Club Náutico. Además había puesto sus oficinas a la disposición del Club y subvencionaba "un cabrestante en la playa para facilitar la varada de las embarcaciones". 
Por tanto para construir el nuevo edificio social del Club no se contó con recursos propios sino con subvenciones del Municipio, Ministerio de Información y Turismo y Delegación Nacional de Educación Física y Deportes. Se consiguió que las obras del Club Náutico se incluyesen en el Plan de Desarrollo. 

El 1970 finalizaron las obras de la primera fase del Local Social gracias a esas ayudas oficiales "ya que por la recaudación de cuotas hubiera sido imposible su logro". No todos estaban satisfechos con el nuevo edificio, pero no tuvieron más remedio que conformarse: "si bien no colma los deseos de los socios y la Junta Directiva en lo que a su prestancia se refiere, estima que cubre las necesidades más perentorias [...] ya que se ha creído más importante dedicar especial atención a [...]  la construcción del ansiado puerto.
El edificio ocupaba una superficie de 452 m2 construidos y tenía una licencia de ocupación de la playa otorgada en 1968. También en ese año 1970 se decidió habilitar en los bajos del local social un bar-restaurante que se alquilaría en un concurso-subasta y constituiría otra fuente de financiación para el Club Náutico .






Con el local social en marcha la actividad del Club se incrementó en los años siguientes. Una prueba es el balance económico que en 1970 registraba unos ingresos de 1.320.624 pts. y unos gastos de 1.228.620 pts., lo que permitió incrementar la plantilla del personal con un administrativo y un portero para controlar la entrada de los que no eran socios. 
Además se publicó un Boletín Informativo y las actividades deportivas se potenciaron: adquisición de barcos de vela para la escuela de vela, organización de los Campeonatos de España de 420, creación de equipos de baloncesto y balonmano, etc. Hay que señalar también los cursillos para obtener el Certificado de Aptitud para embarcaciones de hasta 8 HP fiscales y  1 tonelada de desplazamiento y para obtener el título de Piloto de embarcaciones deportivas de 1ª y 2ª clase. En la junta directiva fue preciso crear nuevos vocales para atender las crecientes dedicaciones: de pesca, esquí Náutico, playas, instalaciones, prensa, boletín informativo, actividades culturales, etc.

Una inquietud manifestada repetidamente a lo largo de toda la vida del Club Náutico  ha sido la mejora del puerto. En los primeros años sus reducidas dimensiones originaban problemas con las embarcaciones de la isla. También con los bañistas ya que entraban en las barcas varadas en la playa y, peor aún, nadaban en el puerto con el riesgo de que les embarcaciones que entraban o salían les golpearan involuntariamente.  
En 1971 se informaba a los miembros del Club Náutico  que se había autorizado una reparación "del espigón actual que consistirá: dotación de un espaldón para la protección del lado del mar, reconstrucción del pavimento y reconstrucción y refuerzo del muro del muelle, del lado de la playa." Además se hablaba de un anteproyecto de construcción de un puerto deportivo, el cual tardaría unos años en materializarse. 

En los años siguientes continuaba la inquietud por el puerto. En 1973 se volvió a proponer un proyecto que ya se había lanzado en 1965 y que habría supuesto un enorme incremento del mismo: construcción de un espigón que arrancaría desde la punta del Canfali y seguiría paralelo al actual. Supondría unos 600 metros de atraques y una prolongación del Paseo Colón "bordeando o perforando el Castillo". Afortunadamente no se llevó a cabo porque si se hubiese materializado habría cambiado de forma irreversible un elemento tan típico de Benidorm y tan vinculado a su historia como es la roca de Canfali. Además habría desaparecido la playa del Mal Pas. 



Información del diario ABC del 26-11-1965. Se indica la construcción de un puerto creando un espigón desde Canfali y aprovechando la escollera existente. Un proyecto que no se realizó por lo que la frase final "que pronto será una realidad" resultó demasiado optimista


En 1975 se proponía a debate un nuevo proyecto menos ambicioso: prolongación del espigón y construcción de uno nuevo en la playa de Levante que sirviese de refugio para los temporales del tercer cuadrante (SO). El proyecto lo proponía el Grupo de Puertos de Alicante y se comprometía a construirlo. El Club Náutico contribuiría con 30 millones de pts. Tampoco se ejecutó y volvió a salvarse la imagen original de Canfali, amenazada esta vez por el lado de levante.

El crecimiento del club continuó durante las décadas de 1980 y 1990. En 1981 se renovó la licencia de ocupación del espacio portuario por las instalaciones del Club.
Las nuevas necesidades de personal encarecieron su funcionamiento y los presupuestos se incrementaron notablemente: si en 1981 eran de 8.050.000 pts. en 1994 habían ascendido a 37.396.332. El 56 % correspondía  a gastos de personal. Eso supuso el incremento progresivo de las cuotas y una política más rigurosa con los socios morosos. 
Las dificultades económicas hicieron que en 1992 se llegara a un déficit de caja de unos  6 millones de pts. Se incrementaron las quejas de los socios porque "gastando todo el presupuesto en amarres y demás no se arregla el mobiliario del Club Náutico". Buscando formas de evitar el déficit se disminuyeron las inversiones del Club en un 20 %. Las cuotas impagadas suponían un 13 % del presupuesto, por lo que se decidió expulsar a los socios que no estuviesen al día en el pago. Sin embargo estas medidas no resolvieron los problemas económicos a corto plazo y la morosidad continuó. 

Los estatutos del Club Náutico  se han modificado varias veces a lo largo de su historia. Ya hemos visto una primera modificación en 1966. En 1977 una comisión de socios de la junta directiva elaboró otros para adaptarse a la nueva realidad. Fueron aprobados por la asamblea general del año siguiente.
Pero tampoco esta fue la redacción definitiva porque en 1988 la asamblea general aprobó una nueva. Estos estatutos fueron confirmados por el Consejo Superior de Deportes ese mismo año y registrados en el organismo competente de la Generalitat Valenciana al siguiente. En ellos se definía el Club Náutico  de Benidorm como una asociación privada sin ánimo de lucro encaminada al fomento y la práctica de las actividades deportivas, especialmente la vela. Practicaría también las modalidades de esquí, remo y pesca. Como en todas las asociaciones, las decisiones corresponden a una asamblea general y a una junta directiva. El aspecto más singular era la existencia en la junta de un “comodoro” encargado de las regatas y las actividades deportivas. 

En la década de 1990, a pesar de las dificultades económicas, el Club Náutico  continuaba progresando y a finales del siglo XX registró uno de sus mejores momentos: la construcción de una nueva sede social adaptada a sus necesidades y una muy anhelada remodelación del puerto. Ambas obras fueron llevadas a cabo por la Generalitat Valenciana. 

En 1996 se avanzaba a los socios un informe del nuevo proyecto. En la asamblea general del año 1997 se les explicaba que la Conselleria d'Obres Públiques había encargado a la empresa Consultora de Actividades Técnicas S.L. un estudio de la flota y servicios básicos con los que se había elaborado el proyecto. 

Se construiría un edificio para administración, reuniones, despachos y cafetería-restaurante con terraza exterior. Su estilo arquitectónico se inspiraba en formas marineras y tendría un aspecto similar a la proa de un barco con una fachada de vidrio orientada al NO. Habría otro edificio destinado a aula de vela, vestuario, almacenes, etc. Además se crearían muelles, casetas para los pescadores, un puesto de la Cruz Roja y otros elementos. 

Fue preciso permutar la concesión del espacio ocupado por el antiguo edificio por otra para el nuevo. Esta nueva concesión se hacía hasta el año 2021 y el Club debería pagar unos 3 millones de pesetas anuales en concepto de canon; por el viejo espacio se estaban pagando 126.840 pts. Además el Club Náutico aceptó la explotación de las zonas de amarre que antes no tenía, pagando a la Generalitat Valenciana 17 millons de pts. anuales.




Año 1999: obras en el puerto y el Club Náutico

Para el puerto, el proyecto contemplaba la existencia de una zona de playa entre el Parque de Elche y el puerto, concentrando en la zona del dique la superficie de amarre. Habría una zona para varar las embarcaciones ligeras de vela y una zona de amarre en seco para pequeñas embarcaciones. Las mayores amarrarían en unos muelles claraboya. Se planteaban también dos pantalanes para 98 embarcaciones de más de 6 m. 
Además se impediría el acceso de los bañistas a la zona portuaria mediante una valla. También se limitaría el acceso de vehículos al puerto desde la entrada del paseo Colón. El suministro de combustible para les embarcaciones, una vieja reivindicación que no se había conseguido por razones de seguridad, se logró al fin situándolo al final del muelle de abrigo que estaba proyectado.

Estas obras se completarían con otras que no afectaban directamente al Club Náutico como por ejemplo la urbanización del Paseo Colón. 

Todas estas actuaciones se centraban en el puerto, considerado como un importante elemento turístico de Benidorm. Se trataba de un espacio muy visitado por los turistas por lo que se tendría un respeto absoluto hacia los itinerarios de los viandantes. Supondría una remodelación integral de toda la zona portuaria, modificando sustancialmente sus características físicas. 

Las obras se ejecutaron a lo largo de 1999 y respetaron la mayoría de lo que se había explicado a los socios. 
La inauguración oficial del nuevo puerto y edificio del Club Náutico se hizo el 17 de julio del 2000 con asistencia de Eduardo Zaplana, entonces Presidente de la Generalitat Valenciana. Pero la puesta en funcionamiento se había hecho anteriormente, como es habitual.

En agosto de 2001 el Club Náutico  de Benidorm tenía 650 socios y  atendía  a 185 embarcaciones con servicios de embarque y desembarque, de botar y varar. Para ello contaba con nueve empleados. Las secciones más importantes eran Vela, Pesca y Submarinismo con escuelas de vela y submarinismo. Para la situación actual se puede consultar la web oficial del Club (http://cnbenidorm.com/)


Información sobre el Club Náutico de Benidorm publicada por el diario ABC del 14-8-1988






FUENTES DE INFORMACIÓN:

Además de las ya indicadas en el texto, he utilizado:

  • “Historia de Benidorm de los orígenes a 1960”
  • Libro de actas del Club Náutico de Benidorm.
  • El proyecto de reordenación del espacio portuario en 1989 se explica en http://elpais.com/diario/1998/09/28/cvalenciana/907010294_850215.html
  • Carlos Noriega MacArthur: "Club Náutico de Benidorm" colección de más de 360 fotografías del puerto, el club y las actividades deportivas.
  • Las imágenes las he obtenido de fuentes muy diversas. La mayor parte procede de los fondos del Ayuntamiento de Benidorm. También en grupos de Facebook donde han recopilado un gran número de fotografías antiguas de Benidorm: "Historia de Benidorm", "Siempre Benidorm", “Benidorm200”, etc.