La Taula del Bon Profit de Benidorm, una asociación muy peculiar.
El
día 27 de junio se reunía la Taula del Bon Profit para su cena
número 500 en el restaurante "Isla de Benidorm" en la calle San Pdro. 500 reuniones
constituyen un número que invita a reflexionar sobre su trayectoria
y las causas de su influencia en Benidorm en los últimos 42 años.
Como veremos a continuación es una asociación que tiene, entre
otros fines, promover la cultura de Benidorm y su comarca. Por eso
fue un honor que me nombraran “cap de taula” para esa
cena y en ella leí un texto que, traducido al castellano y con más detalles, os
presento a continuación.
En
mi opinión por su trayectoria en el pasado y en el presente esta
asociación merece figurar en este blog dedicado a la historia de la
ciudad turística. No me aventuro a especular sobre su futuro, aunque
sí indicaré que puede resultar problemático si las nuevas
generaciones no se van incorporando a ella. Captarlas será el reto
que habrán de afrontar sus socios.
Francisco
Amillo
La
“Taula del Bon Profit” es una asociación muy
peculiar y la vez muy representativa de Benidorm. Peculiar porque ni
su estructura ni su forma de actuar son las habituales y se resiste a
cualquier comparación con otras. Podría definirse como una sociedad
gastronómica que se reúne para cenar todos los últimos viernes de
cada mes, pero eso sería una descripción muy pobre. Hay mucho más.
La
Taula tiene como objetivo fomentar, además de la gastronomía, las
tradiciones valencianas de todo tipo. Por eso sólo se habla
valenciano, las comidas y bebidas son en su mayoría de la tierra y
al final de la cena un conferenciante expone temas relacionados con
la cultura valenciana.
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Octubre 2012. Francisco Amillo hablando sobre la historia de Benidorm. |
Pero
no siempre fue así. En un primer momento se trató de una visión
puramente local y nostálgica de un Benidorm tradicional que había
desaparecido casi de la noche a la mañana y se había transformado
en una gran urbe turística. De un pequeño pueblo, en el que los
3.00 habitantes se conocían todos, se había pasado a una ciudad de 15.000, siendo
imposibles ya las antiguas relaciones personales. La presencia de
numerosas personas que ni siquiera hablaban castellano complicaba más
las cosas y provocaba una cierta desazón. Transcribo a continuación
un fragmento de un poema de Pepe Zaragoza que muestra este aspecto.
En él y en todos los textos valencianos he respetado la ortografía
en la que fueron escritos, aunque no sigan la normativa oficial.
Según
dicho poema:
En
Benidorm cuantes coses,
s'havien
fet populars
moltes
d'elles s'han perdut
atres
tantes es perdran.
Este
punto de vista se aprecia claramente en una primera recopilación de
menús y charlas realizada el año 1974. Hay poesías de Miquel Pérez
(la Panadera), de José Zaragoza Casamayor, Rafael Ripoll Ivars y
Pepe Zaragoza (el Carrerò) que son cantos emotivos y la vez
descriptivos del Benidorm de antaño: la dura vida del pescador, la
entrañable vida familiar y cotidiana, los barrios, las fiestas, la placidez del
campo, los sabores y olores de los alimentos tradicionales, el "trenet" de la Marina...
Pero
pronto La Taula dejó de ser sólo de Benidorm y amplió su radio de
acción a la comarca. Entonces surgió el valencianismo que es una
de las características que desde entonces la acompaña. Y no fue
fácil por las circunstancias de la época. Eran los años de la
dictadura franquista y uno de los símbolos de esa defensa de lo
valenciano fue que la “senyera històrica”, la de cuatro barras rojas, presidiera las
reuniones. Actualmente, con una Comunidad Autónoma totalmente
consolidada y desarrollada y un valenciano como lengua cooficial, tal
reivindicación ya no se considera necesaria, pero la “senyera”
sigue formando parte de su logotipo.
Pere
Maria Orts, en una reunión del año 1978, aludió a las antiguas
dificultades para usar la senyera y lengua autóctona en su propio
país: “Als temps de
perill, de no ésser ben vista la nostra personalitat, la gran
abanderada ha estat la Taula del Bon Profit. La senyera dels quatre
pals rojos sobre camp daurat hi ha segut l’oriflama de presidència
davant el cap de taula en les nits de reunió pel sopar.”
[En tiempos de peligro, de no estar bien vista nuestra personalidad,
la gran abanderada ha sido la Taula del Bon Profit. La “senyera”
de las cuatro barras rojas sobre campo dorado ha sido la oriflama de
presidencia delante del jefe de mesa en las noches de reunión para
la cena.]
Juan
Ronda expuso esta misma idea, aunque de forma humorística, en los
siguientes versos publicados en la compilación de 1978:
Per
a fugir del soroll
que
ens ha dut el turisme
formarem
com un manoll
els
que parlem valencià
que
la cosa, està bé ja,
perquè
de sentir a la gent
parlar
en llengües estranyes
dins
de poc, si això va així,
la
llengua que havem mamat
s’haurà
del tot desterrat.
[...]
La Taula s'adornarà
amb
bandera bi-color
roig
i groc
que
són els de la Senyera
noble,
honrada i antiga
per
a nosaltres, la primera.
[Para
huir de ruido
que
nos ha traído el turismo
formaremos
un manojo
los
que hablamos valenciano
que
la cosa ya está bien
porque
de oír a la gente
hablar
lenguas extrañas
dentro
de poco, si todo va así,
la
lengua que hemos mamado
se
habrá del todo desterrado.
[...]
La Taula se adornará
con
bandera bicolor
rojo
y amarillo
que
son los de la “senyera”
noble,
honrada y antigua,
para
nosotros la primera.]
Este
valencianismo les llevó a hacer algo que entonces era poco usual:
las cenas se iniciaban con una oración, una costumbre secular en
estas tierras. Según se indicaba en 1978: "Norma
habitual de beneïr la Taula, abans de començar de menjar."
[Norma habitual de bendecir la mesa antes de comenzar a comer]. Pero
si bendecir la mesa era lo usual, hacerlo en valenciano era algo muy
atrevido. Como escribía Pere Maria Orts "ésser
i parlar en valencià n'era un pecat que fins els seminaristes tenien
que dur al confessionari i penedir-se."
[Ser y hablar valenciano era un pecado que hasta los seminaristas
tenían obligación de llevar al confesionario y arrepentirse.]
El
sacerdote benidormí Juan Andrés
Rodríguez
Serrano, asiduo asistente a la Taula, apoyó y fomentó esta postura.
La
oración, dado el carácter de los fundadores, era un acto de
reivindicación pero sin perder el sentido del humor que siempre la
ha caracterizado. Antes del Padrenuestro la oración comenzaba así:
"Donem
gràcies a Déu.
Beneix
Senyor este sopar
que
de miracle tenim,
fer-nos
a tots tornar
i
les gràcies t'hem de donar
que
es senyal de que vivim."
[Demos
gracias a Dios.
Bendice
Señor esta cena
que
por milagro tenemos,
haznos
a todos tornar
y
las gracias te hemos de dar
que
es señal de que vivimos.]
El sacerdote benidormí Juan Andrés Rodríguez apoyó el uso del valenciano en la oración pública y privada. Distribuyó este impreso con el texto de la misa en la lengua autóctona. |
La
Taula se definió a sí misma como "una
asociación cultural y gastronómica que nos junta a una media de
unas cien personas de la comarca de la Marina Baixa, en el País
Valencià, que tenemos como intereses comunes el buen comer, las
tradiciones y la cultura de nuestro pueblo, y gozar de buena
compañía. [...] Serás bienvenido siempre que traigas buen apetito
y un sentimiento positivo de la vida y la amistad."
La
Taula no tiene una organización formal y su funcionamiento parece
anárquico, pero funciona muy bien. No tiene sede, ni administración
que se encargue de la parte económica o burocrática; no hay
libro de actas ni de socios. Tampoco tiene estatutos escritos que
regulen su funcionamiento. La asociación quiso imitar al Tribunal de
las Aguas de Valencia, regido por acuerdos verbales.
En
los primeros años, en 1975, el abogado Juan Ronda Perales redactó
una especie de estatutos en verso que denominó Acta
de Constitución. Tenían
sólo un evidente sentido humorístico y de ninguna manera se puede
considerar un texto normativo, aunque recogía los sentimientos y
propósitos de los fundadores de la Taula. Decía:
No
es farà res per escrit
perquè
pot quedar constància
i
armar-se algun bollit.
[No se hará nada por escrito
porque puede quedar constancia
y armarse un buen lío.]
Esta
postura, que tenía sentido en los años de la dictadura franquista,
ha continuado con la democracia y la Taula del Bon Profit no ha
sentido nunca la necesidad de poner por escrito ninguna norma
adaptada a la nueva situación. La buena voluntad y el entusiasmo
compensan esta carencia de organización formal.
Antonio
Yañez, en su libro sobre la Historia de Benidorm escribía que se
trataba de la entidad más antigua de Benidorm ya que había
celebrado el centenario en agosto de 1980 con una reunión en la Isla
de Benidorm. Según este autor su actividad quedó anulada en una
fecha que no especifica y fue necesario volver a fundarla. Esto fue
desmentido por Roc Fuster, que fue durante muchos años Mantenidor
Perpetu de la asociación, y por Joan Ronda, que había participado
en ella desde su fundación. Indicaron que había habido una mala
interpretación del citado autor ya que lo que se celebraba en agosto
de 1980 era la cena número cien, no el centenario de la asociación.
La
idea de crear la Taula se le ocurrió a Jaume Fuster Llorca hablando
con un grupo de amigos en un entierro que en aquella época, dado que
no existían tanatorios, se celebraban siempre en la iglesia de Sant
Jaume. La costumbre de Benidorm era que las mujeres entraran en la
iglesia y muchos de los hombres se quedaban fuera. Entre esos amigos,
además de Jaume Fuster, estaban también Vicent Llorca Lloret
(Vitorino), Vicent Nogueroles Lloret, Josep Pérez Devesa, Vicent
Zaragoza Troya, Joan Ronda Perales, y Josep Zaragoza Pérez (El
Carreró), convertido en el poeta del grupo ya que casi todos los
meses componía una poesía para la ocasión.
La
idea se materializó el 2 de junio de 1972 con una cena de 15
personas en el restaurante La Palmera, del Racó de l'Oix, actuando
como “cap de taula”
Vicent Llorca y como “avisador”
Vicent Nogueroles.
Jaume Fuster Llorca. Su actuación fue decisiva en la creación, organización y expansión de la Taula del Bon Profit |
Ya
hemos visto que los fundadores fueron hombres y pensaron que las
reuniones de la Taula habrían de ser exclusivamente masculinas. En
los años iniciales las mujeres tuvieron restringido el acceso, con dos excepciones: la cena de febrero en honor a san
Valentín que se organiza conjuntamente con la Comisión de Fiestas
Patronales a la que se ceden los beneficios, y a la cena de octubre
en honor de sant Donís, que desde hace años ya no se celebra.
Joan
Ronda lo explicaba en la ya citada “Acta Fundacional”. Se trata
de unos versos que hoy nos resultan sorprendentes y que a algunos les
pueden parecer ofensivos pero hay que tener presente que se
escribieron en la época de la dictadura de Franco y entonces
resultaban cómicos. Decía:
No
s’admetrà cap dona
ni
pròpia ni amansebà,
mariques
reconeguts
ni
eixos que, ni fu ni fa.
[No
se admitirá ninguna mujer
ni
propia ni amancebada,
maricas
reconocidos
y
esos que ni fu ni fa.]
Con
la democracia las protestas de algunos colectivos feminista tuvieron
como consecuencia la organización en Benidorm de otra Taula del Bon
Profit, paralela a la oficial e integrada exclusivamente por mujeres.
Pero tuvo una vida muy corta.
El
resultado fue que la norma es relajó, al menos en teoría. Según
indicaba Roc Fuster en el año 2000, las mujeres pueden acudir
libremente a cualquier cena de la Taula. Pero pocas lo han hecho y
su presencia ha sido testimonial. Es el caso de la cantante Núria
Feliu y de la historiadora Julia Campón que fueron conferenciantes
invitadas.
En
los primeros momentos de su fundación se planteó organizarla como
las sociedades gastronómicas vascas, pero se descartó la idea. No
se quería cocinar y por tanto la elección de menú y del
restaurante es importante. Tampoco se quiso tener local propio ni un
lugar de reunión fijo. Éste varía continuamente lo cual sirvió
para que la asociación se abriera y proyectara a toda la comarca. Ha
organizado cenas en prácticamente todas las localidades de la Marina
y en lugares de interés ecológico como las fuentes del Algar o la
Isla de Benidorm. Fruto de esta proyección fue la creación en la
Marina Alta de la “Taula
del Bon Menjar”, de
similares características a la de Benidorm. Se trató de una
iniciativa de Vicent Pons, natural de Pedreguer y asiduo visitante de
Benidorm. Pero esta asociación también acabó desapareciendo.
Mayo de 2008 en l'Alfàs del Pi. Roc Fuster, "Mantenidor Perpetu" de la Taula del Bon Profit recibe del alcalde Vicente Arques una placa durante las jornadas de "Menjars de Cine" |
La
gastronomía es uno de los ejes fundamentales de la asociación. El "Cap de Taula", en colaboración con el restaurante elegido, se encarga
de diseñar el menú del mes que preferentemente habrá de ser a base
de productos típicos de la tierra. Se conserva el registro de todos
los menús desde su fundación. También se busca mantener una gran
calidad, la cual no es fácil de conseguir si el número de
asistentes es excesivamente alto.
Jorge Olcina Cantos, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, fue el encargado de impartir la charla del día 27 de septiembre de 2013. |
La
tradición de la Taula del Bon Profit dice que en el mes de mayo la
reunión debe celebrarse siempre en Benidorm. Se prepara un plato
tradicional exclusivo de esta localidad: “el
guisat de bot”. El “bot”,
pez luna en castellano, era un pescado que se capturaba en la
almadraba y que en la mayoría se sitios se descartaba por ser poco
apetitoso. Pero en Benidorm, los pescadores fueron capaces de
aprovecharlo elaborando un excelente plato. Desaparecida la almadraba
de Benidorm, Jaume Fuster fue durante unos cuantos años a comprar
pez luna a la almadraba de la Azohía, Cartagena cerca de Águilas.
Otra
reunión destacada tiene lugar en la Isla de Benidorm y se celebra el
mes de julio. En este caso el “cap de taula” es siempre el
Alcalde de Benidorm, que suele invitar a las personalidades que
considera convenientes. El avisador es Ramón Galiana. El
conferenciante ha sido a menudo una persona de prestigio como por
ejemplo el ex-ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez
Llorca, el filólogo Manuel Sanchis Guarner, el cantautor de Xàtiva
Raimon, etc.
Reunión de la Isla de Benidorm, 26 de julio de 2013. Tras la cena Jaume Climent hablando sobre la acequia del Riego Mayor de Alfaz del Pi y Benidorm. |
El
prestigio de la Taula del Bon Profit no se debe sólo a la calidad
gastronómica sino también al interés que suscitan los
conferenciantes. Dado el ambiente lúdico y despreocupado que hay
después de una cena los parlamentos no suelen ser demasiado largos,
pero mantienen un nivel intelectual interesante. Además de los ya
citados hay que destacar otros conferenciantes ilustres que han
pasado por la Taula del Bon Profit. Se trata del historiador Pere
Maria Orts i Bosch, Ramón Lapiedra rector de la Universidad de
Valencia, Lluís Alpera y Rafael Alemany, profesores de la
Universidad de Alicante, el poeta Vicent Andrés Estellés, el grupo
musical Al Tall, la cantante Núria Feliu, el escritor Manuel Vicent,
el artista Josep Díaz Azorín, el cantante valenciano Paco Muñoz,
el músico Juan Blasco, el jugador de pelota valenciana Genovés, el
primer presidente de la Generalitat Valenciana Josep Lluís
Albinyana, Vicent Pons y otros muchos. Hay que destacar una figura
que además de conferenciante fue el animador cultural de la
asociación: el fallecido historiador de Calpe, Jaume Pastor Fluixà,
asiduo asistente, que contribuyó a elevar su nivel cultural y fue
nexo de unión entre las dos Marinas.
Ya
hemos visto que la Taula del Bon Profit no tiene normas escritas.
Pera hay algunas basadas en la costumbre. Un ejemplo es la
prohibición de hablar de política para evitar conflictos y
discusiones que puedan alterar la armonía que debe presidir sus
reuniones. Según Joan Ronda:
No
es parlarà de política
encara
que fora local,
i
si ve algun concejal
que's
comporte com un home
o
el tancarem al corral.
[No
se hablará de política,
ni
siquiera local,
y
si viene algún concejal
que
se comporte como un hombre
o
lo encerraremos en el corral.]
Otra
norma consuetudinaria es que si alguien llega tarde a la cena la
forma de llamarle la atención es aplaudir intensamente.
Por
su carácter respetuoso con todas las opiniones, por potenciar la
cultura en un ambiente relajado y lúdico y por estar abiertas a todo
el mundo, las tertulias de la Taula del Bon Profit fueron
incrementando el número de asistentes y los quince comensales
iniciales acabaron siendo un centenar pero ha habido ocasiones en las
que se superaron los 200 asistentes. Las cenas de la Isla solían
congregar unas 150 personas. Actualmente el número de asistentes ha
disminuido y acude una media de unas 50 o 60 personas.
No
hay jerarquía de ningún tipo ni entre los organizadores ni entre
los socios de la Taula. Su lema es "Entre
tots ho farem tot" [entre
todos lo haremos todo].
Los socios no están inscritos en ningún Libro de Socios, no pagan
cuotas ni tienen obligación de asistir a un número mínimo de
reuniones. El carácter liberal, un tanto anárquico y bon
vivant, de la asociación
permite asistir a cenar sin inscripción previa y sin estar invitado,
lo cual a veces, ha creado problemas a los restaurantes porque el
número de asistentes previstos no coincidía con el real.
La
organización se mantiene porque existe la figura del “Mantenidor
Perpetu”, que desde la fundación de la Taula ha recaído
siempre en la familia Fuster. El primero fue Jaume Fuster que
coordinó todo hasta su muerte en 1989. Después fue su hermano Roc
Fuster el que ocupó el cargo hasta que por su enfermedad lo tuvieron
que ocupar Joan i Dídac, hijos de Jaume. En una asociación en la
que los cargos cambian cada mes, su continuidad es imprescindible
para mantener la cohesión. Y dado que la asociación no tiene
infraestructuras administrativas, es pieza fundamental en la
redacción y archivo de los documentos generados por la asociación
(convocatorias, menús, notas de prensa, resumen de charlas de
algunos conferenciantes, etc.) Además mantiene la página web y el
grupo de Facebook.
Junto
al Mantenidor actúan las figuras del “Cap de Taula” y del
“Avisador” que duran una convocatoria, o sea un mes. Se nombran al
final de la cena y se encargan de organizar la siguiente: elegir la
población, el restaurante, el menú, etc.
Además
se encargan de avisar a los socios, cosa que antiguamente se hacía
personalmente (carta, fax, teléfono...). Hoy día se utiliza también
internet.
Al
final de la cena y del parlamento se responsabilizan de cobrar su
importe a los asistentes.
Joan
Ronda lo comentaba así:
Tot
s’ha de cobrar a escote,
amb
diners del banc d’Espanya.
No
cap la lletra ni el xec
que
és molt vella l’artimanya.
[Todo
se cobrará a escote,
con
billetes del banco de España.
No
valen la letra y el cheque
que
es muy vieja la artimaña.]
Las
reuniones de la Taula han adquirido gran prestigio. Hay numerosas
crónicas periodísticas que reseñan las reuniones más destacadas.
La Universidad de Alicante, que durante varios años organizó unos
cursos de verano en Ciudad Patricia de Benidorm, con la colaboración
del Ayuntamiento, dedicó una de sus sesiones a analizar la Taula
del Bon Profit con la asistencia del sociólogo Mario Gaviria.
La
Taula confeccionó varias recopilaciones de convocatorias, menús,
poemas, recortes de prensa, etc, destinados a sus miembros
habituales. No se editaron a imprenta sino a ciclostil y solía
aprovecharse la reunión de san Valentín para presentarlos. Destacan
las de los años 1974 y 1975. La de 1978 está prologada por Pere
Maria Orts y en el consta el poema humorístico del “Acta
Fundacional”. En febrero
de 1988, se presentó una colección de recetas de pastelería casera
tradicional recogidas por Antonia Perales Valls.
Para redactar este
artículo me he basado en esos textos y en aportaciones orales de
personas que han sido miembros desde los primeros años.