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martes, 1 de julio de 2014

La Taula del Bon Profit de Benidorm, una asociación muy peculiar.




El día 27 de junio se reunía la Taula del Bon Profit para su cena número 500 en el restaurante "Isla de Benidorm" en la calle San Pdro. 500 reuniones constituyen un número que invita a reflexionar sobre su trayectoria y las causas de su influencia en Benidorm en los últimos 42 años. Como veremos a continuación es una asociación que tiene, entre otros fines, promover la cultura de Benidorm y su comarca. Por eso fue un honor que me nombraran “cap de taula” para esa cena y en ella leí un texto que, traducido al castellano y con más detalles, os presento a continuación.
En mi opinión por su trayectoria en el pasado y en el presente esta asociación merece figurar en este blog dedicado a la historia de la ciudad turística. No me aventuro a especular sobre su futuro, aunque sí indicaré que puede resultar problemático si las nuevas generaciones no se van incorporando a ella. Captarlas será el reto que habrán de afrontar sus socios.

Francisco Amillo



La “Taula del Bon Profit” es una asociación muy peculiar y la vez muy representativa de Benidorm. Peculiar porque ni su estructura ni su forma de actuar son las habituales y se resiste a cualquier comparación con otras. Podría definirse como una sociedad gastronómica que se reúne para cenar todos los últimos viernes de cada mes, pero eso sería una descripción muy pobre. Hay mucho más.
La Taula tiene como objetivo fomentar, además de la gastronomía, las tradiciones valencianas de todo tipo. Por eso sólo se habla valenciano, las comidas y bebidas son en su mayoría de la tierra y al final de la cena un conferenciante expone temas relacionados con la cultura valenciana.

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Octubre 2012. Francisco Amillo hablando sobre la historia de Benidorm.

Pero no siempre fue así. En un primer momento se trató de una visión puramente local y nostálgica de un Benidorm tradicional que había desaparecido casi de la noche a la mañana y se había transformado en una gran urbe turística. De un pequeño pueblo, en el que los 3.00 habitantes se conocían todos, se había pasado a una ciudad de 15.000, siendo imposibles ya las antiguas relaciones personales. La presencia de numerosas personas que ni siquiera hablaban castellano complicaba más las cosas y provocaba una cierta desazón. Transcribo a continuación un fragmento de un poema de Pepe Zaragoza que muestra este aspecto. En él y en todos los textos valencianos he respetado la ortografía en la que fueron escritos, aunque no sigan la normativa oficial.
Según dicho poema:

En Benidorm cuantes coses,
s'havien fet populars
moltes d'elles s'han perdut
atres tantes es perdran.


Este punto de vista se aprecia claramente en una primera recopilación de menús y charlas realizada el año 1974. Hay poesías de Miquel Pérez (la Panadera), de José Zaragoza Casamayor, Rafael Ripoll Ivars y Pepe Zaragoza (el Carrerò) que son cantos emotivos y la vez descriptivos del Benidorm de antaño: la dura vida del pescador, la entrañable vida familiar y cotidiana, los barrios, las fiestas, la placidez del campo, los sabores y olores de los alimentos tradicionales, el "trenet" de la Marina...

Pero pronto La Taula dejó de ser sólo de Benidorm y amplió su radio de acción a la comarca. Entonces surgió el valencianismo que es una de las características que desde entonces la acompaña. Y no fue fácil por las circunstancias de la época. Eran los años de la dictadura franquista y uno de los símbolos de esa defensa de lo valenciano fue que la “senyera històrica”, la de cuatro barras rojas, presidiera las reuniones. Actualmente, con una Comunidad Autónoma totalmente consolidada y desarrollada y un valenciano como lengua cooficial, tal reivindicación ya no se considera necesaria, pero la “senyera” sigue formando parte de su logotipo.



Pere Maria Orts, en una reunión del año 1978, aludió a las antiguas dificultades para usar la senyera y lengua autóctona en su propio país: “Als temps de perill, de no ésser ben vista la nostra personalitat, la gran abanderada ha estat la Taula del Bon Profit. La senyera dels quatre pals rojos sobre camp daurat hi ha segut l’oriflama de presidència davant el cap de taula en les nits de reunió pel sopar.” [En tiempos de peligro, de no estar bien vista nuestra personalidad, la gran abanderada ha sido la Taula del Bon Profit. La “senyera” de las cuatro barras rojas sobre campo dorado ha sido la oriflama de presidencia delante del jefe de mesa en las noches de reunión para la cena.]

Juan Ronda expuso esta misma idea, aunque de forma humorística, en los siguientes versos publicados en la compilación de 1978:

Per a fugir del soroll
que ens ha dut el turisme
formarem com un manoll
els que parlem valencià
que la cosa, està bé ja,
perquè de sentir a la gent
parlar en llengües estranyes
dins de poc, si això va així,
la llengua que havem mamat
s’haurà del tot desterrat.
[...] La Taula s'adornarà
amb bandera bi-color
roig i groc
que són els de la Senyera
noble, honrada i antiga
per a nosaltres, la primera.

[Para huir de ruido
que nos ha traído el turismo
formaremos un manojo
los que hablamos valenciano
que la cosa ya está bien
porque de oír a la gente
hablar lenguas extrañas
dentro de poco, si todo va así,
la lengua que hemos mamado
se habrá del todo desterrado.
[...] La Taula se adornará
con bandera bicolor
rojo y amarillo
que son los de la “senyera”
noble, honrada y antigua,
para nosotros la primera.]

Este valencianismo les llevó a hacer algo que entonces era poco usual: las cenas se iniciaban con una oración, una costumbre secular en estas tierras. Según se indicaba en 1978: "Norma habitual de beneïr la Taula, abans de començar de menjar." [Norma habitual de bendecir la mesa antes de comenzar a comer]. Pero si bendecir la mesa era lo usual, hacerlo en valenciano era algo muy atrevido. Como escribía Pere Maria Orts "ésser i parlar en valencià n'era un pecat que fins els seminaristes tenien que dur al confessionari i penedir-se." [Ser y hablar valenciano era un pecado que hasta los seminaristas tenían obligación de llevar al confesionario y arrepentirse.]
El sacerdote benidormí Juan Andrés Rodríguez Serrano, asiduo asistente a la Taula, apoyó y fomentó esta postura.
La oración, dado el carácter de los fundadores, era un acto de reivindicación pero sin perder el sentido del humor que siempre la ha caracterizado. Antes del Padrenuestro la oración comenzaba así:

"Donem gràcies a Déu.
Beneix Senyor este sopar
que de miracle tenim,
fer-nos a tots tornar
i les gràcies t'hem de donar
que es senyal de que vivim."

[Demos gracias a Dios.
Bendice Señor esta cena
que por milagro tenemos,
haznos a todos tornar
y las gracias te hemos de dar
que es señal de que vivimos.]



El sacerdote benidormí Juan Andrés Rodríguez apoyó el uso del valenciano en la oración pública y privada. Distribuyó este impreso con el texto de la misa en la lengua autóctona.

La Taula se definió a sí misma como "una asociación cultural y gastronómica que nos junta a una media de unas cien personas de la comarca de la Marina Baixa, en el País Valencià, que tenemos como intereses comunes el buen comer, las tradiciones y la cultura de nuestro pueblo, y gozar de buena compañía. [...] Serás bienvenido siempre que traigas buen apetito y un sentimiento positivo de la vida y la amistad."

La Taula no tiene una organización formal y su funcionamiento parece anárquico, pero funciona muy bien. No tiene sede, ni administración que se encargue de la parte económica o burocrática; no hay libro de actas ni de socios. Tampoco tiene estatutos escritos que regulen su funcionamiento. La asociación quiso imitar al Tribunal de las Aguas de Valencia, regido por acuerdos verbales.
En los primeros años, en 1975, el abogado Juan Ronda Perales redactó una especie de estatutos en verso que denominó Acta de Constitución. Tenían sólo un evidente sentido humorístico y de ninguna manera se puede considerar un texto normativo, aunque recogía los sentimientos y propósitos de los fundadores de la Taula. Decía:

No es farà res per escrit
perquè pot quedar constància
i armar-se algun bollit.
[No se hará nada por escrito
porque puede quedar constancia
y armarse un buen lío.]

Esta postura, que tenía sentido en los años de la dictadura franquista, ha continuado con la democracia y la Taula del Bon Profit no ha sentido nunca la necesidad de poner por escrito ninguna norma adaptada a la nueva situación. La buena voluntad y el entusiasmo compensan esta carencia de organización formal.

Antonio Yañez, en su libro sobre la Historia de Benidorm escribía que se trataba de la entidad más antigua de Benidorm ya que había celebrado el centenario en agosto de 1980 con una reunión en la Isla de Benidorm. Según este autor su actividad quedó anulada en una fecha que no especifica y fue necesario volver a fundarla. Esto fue desmentido por Roc Fuster, que fue durante muchos años Mantenidor Perpetu de la asociación, y por Joan Ronda, que había participado en ella desde su fundación. Indicaron que había habido una mala interpretación del citado autor ya que lo que se celebraba en agosto de 1980 era la cena número cien, no el centenario de la asociación.

La idea de crear la Taula se le ocurrió a Jaume Fuster Llorca hablando con un grupo de amigos en un entierro que en aquella época, dado que no existían tanatorios, se celebraban siempre en la iglesia de Sant Jaume. La costumbre de Benidorm era que las mujeres entraran en la iglesia y muchos de los hombres se quedaban fuera. Entre esos amigos, además de Jaume Fuster, estaban también Vicent Llorca Lloret (Vitorino), Vicent Nogueroles Lloret, Josep Pérez Devesa, Vicent Zaragoza Troya, Joan Ronda Perales, y Josep Zaragoza Pérez (El Carreró), convertido en el poeta del grupo ya que casi todos los meses componía una poesía para la ocasión.
La idea se materializó el 2 de junio de 1972 con una cena de 15 personas en el restaurante La Palmera, del Racó de l'Oix, actuando como “cap de taula” Vicent Llorca y como “avisador” Vicent Nogueroles.


Jaume Fuster Llorca. Su actuación fue decisiva en la creación, organización y expansión de la Taula del Bon Profit

Ya hemos visto que los fundadores fueron hombres y pensaron que las reuniones de la Taula habrían de ser exclusivamente masculinas. En los años iniciales las mujeres tuvieron restringido el acceso, con dos excepciones: la cena de febrero en honor a san Valentín que se organiza conjuntamente con la Comisión de Fiestas Patronales a la que se ceden los beneficios, y a la cena de octubre en honor de sant Donís, que desde hace años ya no se celebra.
Joan Ronda lo explicaba en la ya citada “Acta Fundacional”. Se trata de unos versos que hoy nos resultan sorprendentes y que a algunos les pueden parecer ofensivos pero hay que tener presente que se escribieron en la época de la dictadura de Franco y entonces resultaban cómicos. Decía:

No s’admetrà cap dona
ni pròpia ni amansebà,
mariques reconeguts
ni eixos que, ni fu ni fa.

[No se admitirá ninguna mujer
ni propia ni amancebada,
maricas reconocidos
y esos que ni fu ni fa.]

Con la democracia las protestas de algunos colectivos feminista tuvieron como consecuencia la organización en Benidorm de otra Taula del Bon Profit, paralela a la oficial e integrada exclusivamente por mujeres. Pero tuvo una vida muy corta.
El resultado fue que la norma es relajó, al menos en teoría. Según indicaba Roc Fuster en el año 2000, las mujeres pueden acudir libremente a cualquier cena de la Taula. Pero pocas lo han hecho y su presencia ha sido testimonial. Es el caso de la cantante Núria Feliu y de la historiadora Julia Campón que fueron conferenciantes invitadas.


En los primeros momentos de su fundación se planteó organizarla como las sociedades gastronómicas vascas, pero se descartó la idea. No se quería cocinar y por tanto la elección de menú y del restaurante es importante. Tampoco se quiso tener local propio ni un lugar de reunión fijo. Éste varía continuamente lo cual sirvió para que la asociación se abriera y proyectara a toda la comarca. Ha organizado cenas en prácticamente todas las localidades de la Marina y en lugares de interés ecológico como las fuentes del Algar o la Isla de Benidorm. Fruto de esta proyección fue la creación en la Marina Alta de la “Taula del Bon Menjar”, de similares características a la de Benidorm. Se trató de una iniciativa de Vicent Pons, natural de Pedreguer y asiduo visitante de Benidorm. Pero esta asociación también acabó desapareciendo.


Mayo de 2008 en l'Alfàs del Pi. Roc Fuster, "Mantenidor Perpetu" de la Taula del Bon Profit recibe  del alcalde Vicente Arques una placa durante las jornadas de "Menjars de Cine"

La gastronomía es uno de los ejes fundamentales de la asociación. El "Cap de Taula", en colaboración con el restaurante elegido, se encarga de diseñar el menú del mes que preferentemente habrá de ser a base de productos típicos de la tierra. Se conserva el registro de todos los menús desde su fundación. También se busca mantener una gran calidad, la cual no es fácil de conseguir si el número de asistentes es excesivamente alto.



Cartel de septiembre de 2013 anunciando una reunión de la Taula del Bon Profit en el "Centro de Estudios Ambientales" situado en la partida del Captivador, en la Nucia. Jorge Olcina  habló sobre "Clima y agua: claves para el desarrollo de la Marina" 

Jorge Olcina Cantos, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, fue el encargado de impartir la charla del día 27 de septiembre de 2013.


La tradición de la Taula del Bon Profit dice que en el mes de mayo la reunión debe celebrarse siempre en Benidorm. Se prepara un plato tradicional exclusivo de esta localidad: “el guisat de bot”. El “bot”, pez luna en castellano, era un pescado que se capturaba en la almadraba y que en la mayoría se sitios se descartaba por ser poco apetitoso. Pero en Benidorm, los pescadores fueron capaces de aprovecharlo elaborando un excelente plato. Desaparecida la almadraba de Benidorm, Jaume Fuster fue durante unos cuantos años a comprar pez luna a la almadraba de la Azohía, Cartagena cerca de Águilas.


El  pez luna es plano, de gran tamaño y se alimenta de medusas. Su valor comercial es escaso porque tiene poca carne y muy correosa por lo que normalmente se tiraba. Pero en Benidorm las esposas de los pescadores supieron  aprovecharlo. Desgarraban su carne en  finas hebras y  la cocinaban con salsa a base de pimentón rojo. El resultado es un plato gustoso, con sabor que recuerda el mar.  

Otra reunión destacada tiene lugar en la Isla de Benidorm y se celebra el mes de julio. En este caso el “cap de taula” es siempre el Alcalde de Benidorm, que suele invitar a las personalidades que considera convenientes. El avisador es Ramón Galiana. El conferenciante ha sido a menudo una persona de prestigio como por ejemplo el ex-ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez Llorca, el filólogo Manuel Sanchis Guarner, el cantautor de Xàtiva Raimon, etc.


Reunión de la Isla de Benidorm, 26 de julio de 2013. Tras la cena Jaume Climent hablando sobre la acequia del Riego Mayor de Alfaz del Pi y Benidorm.

El prestigio de la Taula del Bon Profit no se debe sólo a la calidad gastronómica sino también al interés que suscitan los conferenciantes. Dado el ambiente lúdico y despreocupado que hay después de una cena los parlamentos no suelen ser demasiado largos, pero mantienen un nivel intelectual interesante. Además de los ya citados hay que destacar otros conferenciantes ilustres que han pasado por la Taula del Bon Profit. Se trata del historiador Pere Maria Orts i Bosch, Ramón Lapiedra rector de la Universidad de Valencia, Lluís Alpera y Rafael Alemany, profesores de la Universidad de Alicante, el poeta Vicent Andrés Estellés, el grupo musical Al Tall, la cantante Núria Feliu, el escritor Manuel Vicent, el artista Josep Díaz Azorín, el cantante valenciano Paco Muñoz, el músico Juan Blasco, el jugador de pelota valenciana Genovés, el primer presidente de la Generalitat Valenciana Josep Lluís Albinyana, Vicent Pons y otros muchos. Hay que destacar una figura que además de conferenciante fue el animador cultural de la asociación: el fallecido historiador de Calpe, Jaume Pastor Fluixà, asiduo asistente, que contribuyó a elevar su nivel cultural y fue nexo de unión entre las dos Marinas.



Ya hemos visto que la Taula del Bon Profit no tiene normas escritas. Pera hay algunas basadas en la costumbre. Un ejemplo es la prohibición de hablar de política para evitar conflictos y discusiones que puedan alterar la armonía que debe presidir sus reuniones. Según Joan Ronda:

No es parlarà de política
encara que fora local,
i si ve algun concejal
que's comporte com un home
o el tancarem al corral.

[No se hablará de política,
ni siquiera local,
y si viene algún concejal
que se comporte como un hombre
o lo encerraremos en el corral.]

Otra norma consuetudinaria es que si alguien llega tarde a la cena la forma de llamarle la atención es aplaudir intensamente.

Por su carácter respetuoso con todas las opiniones, por potenciar la cultura en un ambiente relajado y lúdico y por estar abiertas a todo el mundo, las tertulias de la Taula del Bon Profit fueron incrementando el número de asistentes y los quince comensales iniciales acabaron siendo un centenar pero ha habido ocasiones en las que se superaron los 200 asistentes. Las cenas de la Isla solían congregar unas 150 personas. Actualmente el número de asistentes ha disminuido y acude una media de unas 50 o 60 personas.

No hay jerarquía de ningún tipo ni entre los organizadores ni entre los socios de la Taula. Su lema es "Entre tots ho farem tot" [entre todos lo haremos todo]. Los socios no están inscritos en ningún Libro de Socios, no pagan cuotas ni tienen obligación de asistir a un número mínimo de reuniones. El carácter liberal, un tanto anárquico y bon vivant, de la asociación permite asistir a cenar sin inscripción previa y sin estar invitado, lo cual a veces, ha creado problemas a los restaurantes porque el número de asistentes previstos no coincidía con el real.

La organización se mantiene porque existe la figura del “Mantenidor Perpetu”, que desde la fundación de la Taula ha recaído siempre en la familia Fuster. El primero fue Jaume Fuster que coordinó todo hasta su muerte en 1989. Después fue su hermano Roc Fuster el que ocupó el cargo hasta que por su enfermedad lo tuvieron que ocupar Joan i Dídac, hijos de Jaume. En una asociación en la que los cargos cambian cada mes, su continuidad es imprescindible para mantener la cohesión. Y dado que la asociación no tiene infraestructuras administrativas, es pieza fundamental en la redacción y archivo de los documentos generados por la asociación (convocatorias, menús, notas de prensa, resumen de charlas de algunos conferenciantes, etc.) Además mantiene la página web y el grupo de Facebook.
Junto al Mantenidor actúan las figuras del “Cap de Taula” y del “Avisador” que duran una convocatoria, o sea un mes. Se nombran al final de la cena y se encargan de organizar la siguiente: elegir la población, el restaurante, el menú, etc.
Además se encargan de avisar a los socios, cosa que antiguamente se hacía personalmente (carta, fax, teléfono...). Hoy día se utiliza también internet.
Al final de la cena y del parlamento se responsabilizan de cobrar su importe a los asistentes.
Joan Ronda lo comentaba así:

Tot s’ha de cobrar a escote,
amb diners del banc d’Espanya.
No cap la lletra ni el xec
que és molt vella l’artimanya.

[Todo se cobrará a escote,
con billetes del banco de España.
No valen la letra y el cheque
que es muy vieja la artimaña.]

Las reuniones de la Taula han adquirido gran prestigio. Hay numerosas crónicas periodísticas que reseñan las reuniones más destacadas. La Universidad de Alicante, que durante varios años organizó unos cursos de verano en Ciudad Patricia de Benidorm, con la colaboración del Ayuntamiento, dedicó una de sus sesiones a analizar la Taula del Bon Profit con la asistencia del sociólogo Mario Gaviria.

La Taula confeccionó varias recopilaciones de convocatorias, menús, poemas, recortes de prensa, etc, destinados a sus miembros habituales. No se editaron a imprenta sino a ciclostil y solía aprovecharse la reunión de san Valentín para presentarlos. Destacan las de los años 1974 y 1975. La de 1978 está prologada por Pere Maria Orts y en el consta el poema humorístico del “Acta Fundacional”. En febrero de 1988, se presentó una colección de recetas de pastelería casera tradicional recogidas por Antonia Perales Valls. 
Para redactar este artículo me he basado en esos textos y en aportaciones orales de personas que han sido miembros desde los primeros años.

jueves, 17 de abril de 2014

La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, un elemento importante en la historia religiosa de Benidorm y su Semana Santa.



Hoy es Miércoles Santo y en Benidorm un grupo de personas está preparándose para una procesión que, según lo programado, comenzará a las 22 horas y supondrá la culminación del trabajo de todo un año. Me refiero a los cofrades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, una asociación que pronto cumplirá los cincuenta años. Su actividad forma parte de una serie de celebraciones religiosas profundamente enraizadas en la historia de la localidad desde hace muchos siglos. 
Y eso a pesar de que Benidorm ha cambiado muchísimo en los últimos sesenta años. Su enorme crecimiento demográfico ha ido acompañado de profundas transformaciones en todos los órdenes de la vida. En el plano religioso se constata que se ha pasado de ser una sociedad monolíticamente católica a otra muy variada, en la que conviven todo tipo de formas de sentir y vivir el fenómeno religioso. Ahora coexisten en nuestra ciudad otras iglesias cristianas como la Evangélica, Bautista, Testigos de Jehová, etc., a las que últimamente se ha añadido la iglesia Ortodoxa. Además hay lugares de culto para las religiones judía e islámica y otras minoritarias. Y hay que constatar también la irrupción de actitudes laicistas, molestas con el gran relieve social que cobran las manifestaciones religiosas típicas de estas fechas. 
Una gran pluralidad, algo que no nos sorprende a los que estamos acostumbrados a ver Benidorm como un gran conjunto de elementos muy dispares. El tópico del Benidorm de sol, playa y alcohol encuentra su contrapunto en este Benidorm de procesiones de Semana Santa. En esos días el centro de la ciudad se asemeja a muchas otras ciudades españolas en las que las cofradías, los pasos procesionales, los encapuchados, las saetas, etc, nos muestran una realidad que alguien describió como propia de "la España profunda", una expresión poco rigurosa pero que sin embargo ha tenido mucho éxito.

La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que presento a continuación, fue la pionera de este tipo de asociaciones en Benidorm y en su gestación estuvo presente el alcalde Pedro Zaragoza secundado por muchas otras personas. Es un ejemplo de cómo la religiosidad católica de Benidorm ha ido evolucionando y se ha adaptado a la transformación que implicó su conversión en metrópoli turística y al cambio de la dictadura franquista al sistema democrático actual. Un aspecto que los interesados por la historia de nuestra ciudad querrán conocer. 

El texto lo redacté el año 2000 para el "Diccionari de Benidorm" una obra interesante dirigida por Pasqual Almiñana en la que participamos gran número de colaboradores. No se publicó en su día y tengo dudas de que se publique alguna vez, pero sigue siendo, a pesar de los años transcurridos, una obra muy interesante para conocer el pasado y el presente de esta ciudad.


Francisco Amillo.




Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno

En la religiosidad de Benidorm, la Semana Santa ha sido, tradicionalmente, uno de los momentos más importantes del culto cristiano. La celebración de los oficios religiosos típicos de esta fecha, las escenificaciones de la Pasión y Muerte y especialmente, las procesiones, han tenido una solemnidad y una participación popular superiores a cualquier otra festividad religiosa. Son unas celebraciones que han marcado un hito en el devenir de la vida cotidiana.


Pepe Albero diseñó el cartel y la portada del programa de actos de 2014.

Respecto a las procesiones, hay que indicar que en Benidorm, como en el resto de pueblos de la Comunidad Valenciana, existe desde hace siglos la costumbre de sacar los denominados Pasos Procesionales, o imágenes que representan escenas de la Pasión y Muerte de Jesucristo. Antes de 1936, había cuatro pasos que desfilaban por las calles de la localidad: Cristo Crucificado, la Virgen de los Dolores, Cristo Yacente y Cristo Resucitado. Actualmente, solo existe una de estas cuatro imágenes, la de Cristo Yacente, escultura de madera policromada del siglo XVIII que desde la desamortización del siglo XIX es de propiedad particular.

A partir de la década de 1960, con las transformaciones que implicó la actividad turística, la celebración tradicional de la Semana Santa cambió en Benidorm. La incorporación a su vida religiosa de nuevas formas de vida y de nuevas personas procedentes de otros puntos del estado español implicó la aparición de elementos que, como las cofradías, la vestimenta o el canto de saetas, eran ajenos a sus tradiciones. 
Las cofradías eran originariamente asociaciones de fieles constituidas para el ejercicio de obras piadosas y de caridad y para incrementar el culto público a su santo patrono. Actualmente, el aspecto más destacado de su actividad es ese último. 

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno es la más antigua de Benidorm ya que se fundó el 30 de octubre de 1967. Ese día se reunieron quince personas en los actualmente desaparecidos "Almacenes Zaragoza", situados en el número 4 de la calle Tomás Ortuño y que eran propiedad de Pedro Zaragoza Orts, alcalde de Benidorm pionero también en este aspecto. Según consta en el libro de actas de la cofradía, dichas personas estaban preocupadas porque Pedro Zaragoza había donado una imagen del Nazareno a la iglesia de Sant Jaume y en la procesión del Viernes Santo de ese año no la habían sacado en procesión por falta de andas y de personas que la organizaran. En esa primera reunión los presentes decidieron constituirse en cofradía con el nombre  de "Nuestro Padre Jesús Nazareno de Benidorm". 

Crearon una junta gestora que tenía como presidente a Diego Cano Enguera, que ocupó ese cargo durante 22 años, hasta su muerte en 1989. 
El resto de miembros fundadores eran los siguientes, enumerados en el mismo orden que en el acta de constitución:
Tomás Pallarés Navarro, 
Andrés Santamaría Buforn,
José Pérez Berenguer,
Emilio Ramírez Moreno,
Vicente Botella Ortuño,
Pascasio Escudero García,
Jaime Doménech Nuet,
Vicente Fuster Fuster,
Juan Pérez Berenguer, 
Pedro Devesa Fuster, 
José Iborra Lledó, 
Juan Pascual Gadea, 
Jaime Pérez Pérez
Francisco Fuster Fuster.

Posteriormente, en sucesivas reuniones, se dieron los primeros pasos para organizar la cofradía. Se fijó una cuota mensual de 50 pesetas para los adultos y de 15 pesetas para los menores de quince años con el fin de hacer frete a los gastos de adquisición de las andas, vestimenta, ciriales, etc, nombrando un cobrador que descontaría dos pesetas por recibo para cubrir sus gastos. Un cofrade presentó los planos de unas andas que había hecho su padre, propietario de un taller de imaginería en Orihuela. També se decidió adquirir túnicas a un sastre oriolano, un estandarte en Valencia, etc. 
Todo eso implicaba gastos superiores a los ingresos por cuotas y se decidió solicitar un crédito de 100.000 pesetas en la que entonces se denominaba Caja de Ahorros del Sudeste [1]. Se consiguió un crédito sin intereses y a devolver en dos años.

El Miércoles Santo de 1968 se celebraba la primera procesión con participación y organización de la cofradía. El programa de actos que se diseñó entonces se ha conservado a lo largo del tiempo. Lo que sí que ha variado posteriormente ha sido el itinerario de la procesión que en 1968 fue el siguiente: plaza Sant Jaume, calle Mayor, Alameda, plaza de la Cruz, calle San Roque, la Biga, Tomás Ortuño, Buen Pastor, Almendros, actual paseo de la Carretera, Santa Faz y de nuevo plaza de Sant Jaume. [2]

Dos aspectos muy distintos de Benidorm: unos turistas contemplan el paso del Nazareno en Semana Santa.

Los buenos resultados obtenidos les animaron a continuar perfeccionando la organización de la Semana Santa y la cofradía. Así, Luis Duart Alabarda, párroco de Sant Jaume, fue nombrado asesor espiritual y sus reglamentos fueron aprobados por el obispado de Orihuela-Alicante. Decidieron adquirir una plataforma con ruedas para las andas, dorarlas y crear un nuevo Paso para los niños de la cofradía. Las mujeres participaron en la procesión con la cofradía y se reglamentó su indumentaria: "Varias chicas han solicitado salir a la Procesión vestidas típicamente a la española, es decir, con teja, mantilla y traje negro". Para los hombres se dispuso que sólo los cofrades podrían salir con la vestimenta propia de la cofradía. Por su parte las niñas irían con "teja, mantilla, guantes y calcetines de color blanco con traje negro hasta encima de los pies". No se podría salir en la procesión sin el carnet de cofrade.

Las novedades introducidas costaban más dinero del que se ingresaba por las cuotas y el balance de los primeros años se cerró con déficit. Por tanto tuvieron que hacer uso de la imaginación para recaudar fondos. Pidieron subvenciones al Ayuntamiento, una comisión recorrió por las noches los comercios y establecimientos pidiendo ayuda, vendieron lotería de Navidad y medallas de la cofradía a 25 pesetas unidad, organizaron un belén viviente en la plaza del Castillo, etc. También recurrieron a rifas mensuales como por ejemplo la de "una lavadora super-automática, de costo sobre quince mil pesetas, a la cual se pueden sacar buenos beneficios". 
El problema económico se hizo más grave cuando el local donde guardaban gratuitamente las andas y otros elementos fue vendido por su propietario. Lo tuvieron que abandonar y en 1971 alquilaron un local en la calle Apolo XI número 8. Los ciriales se guardaban en la plaza del Castillo en el "antiguo edificio de la Guardia Civil".

A pesar de las dificultades económicas la cofradía crecía y en enero e ese año ya había 178 cofrades adultos y 160 niños; en aquella época las cuotas de las mujeres eran inferiores a las de los hombres. 
Se creó una banda de tambores y cornetas que recibió un donativo de Pedro Zaragoza para los trajes infantiles ya que había sido nombrado Hermano Mayor Perpetuo. Pero fue necesario adquirir instrumentos y organizar los ensayos. Esta banda contribuyó a la solemnidad de las procesiones y  durante algunos años fue una fuente de ingresos ya que su actuación se saldaba con superávit. Pero a pesar de eso, acabó desapareciendo y actualmente las bandas de tambores y cornetas provienen de otras asociaciones e incluso de localidades.

En 1972 se iniciaron las gestiones para adquirir una sede propia y se decidió adquirir una casa de la calle Condestable Zaragoza, formada por una planta baja y un piso. El precio de 1.200.000 pesetas y la proximidad a la iglesia de Sant Jaume, fueron factores decisivos. 
Fue preciso solicitar un nuevo crédito de 800.000 pts. a la Caja de Ahorros del Sudeste que fue firmado por quince cofrades. La decisión, aunque tuvo un coste elevado para sus posibilidades económicas, fue acertada. Tener un lugar fijo de reuniones era importante dado que anteriormente se celebraban en varios lugares: Almacenes Zaragoza, cine Avenida, pensión La Palma, grupo escolar Leonor Canalejas, etc. También era imprescindible tener un lugar donde almacenar las andas, ciriales y todo lo preciso para las procesiones. Además se habilitó una sala como bar que se alquilaba, lo que posteriormente produjo beneficios. 
Aunque durante los primeros años la adquisición de esta sede originó dificultades económicas, estas finalizaron pronto y el balance económico en 1976 ya era positivo. De nuevo la imaginación les había llevado a buscar formas de recaudar fondos: representaciones teatrales de tipo religioso como "Ha nacido el Mesías" o "El otro milagro", pero también excursiones e incluso un desfile de modelos en el bar de la Bolera en la calle Ruzafa.

La cofradía ha querido mantenerse como una entidad de carácter puramente religioso, sin implicaciones políticas. Pero no siempre fue así: en 1970, durante el régimen franquista, se nombró presidente de honor al entonces ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella. Con la transición democrática esto cambió y se limitó exclusivamente a actividades religiosas. Con ese criterio la cofradía se opuso, por ejemplo, a la petición de dedicar una calle a Emilio Ruzafa "ya que no queremos salirnos de nuestra condición religiosa, apartándonos totalmente de asuntos políticos."

Los acontecimientos políticos del final de régimen franquista y la transición democrática no impidieron su actividad aunque sí influyeron en ella: en el acta del 2 de marzo de 1978 se explica que estaban prohibidas las reuniones a causa de las huelgas y un cofrade quedaba en cargado de comunicar al comisario de policía el contenido de las reuniones semanales de la junta directiva. 
En el acta del 18 de julio de 1980 se indica que "se reza un padrenuestro para los cofrades difuntos", lo cual era habitual al inicio de les reuniones de la junta directiva. Pero lo que sigue ya no era habitual: "y para la paz de España", lo cual reflejaba la intranquilidad anterior al golpe de estado de febrero de 1982.
En 1992 aprobaron que el importe de las flores de los tronos, unas 100.000 pts., se destinaría a la asociación Víctimas del Terrorismo y se entregó al diario ABC. La medida fue muy bien recibida por los cofrades y también por otras personas, que donaron flores de sus huertos y jardines para las andas.

En 1983 se empieza a citar en las actas la conveniencia de derribar la sede y hacer una nueva. Se presentaron sus planos, con fachada al nº 9 de la calle Condestable Zaragoza y a la calle San Lorenzo. Habría un sótano para guardar las andas del Nazareno y la Pasión, ciriales, etc. Después vendría una planta baja para dependencias administrativas y una primera planta para sala de reuniones. 
Las obras no se iniciaron hasta finales de diciembre de 1984 porque querían recoger la mayor cantidad posible de dinero. El coste de la obra se estimaba en 7.500.000 pts. y se habían reunido 2.000.000. Se pidió un nuevo préstamo de  4.000.000 a la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia a devolver en 5 años y a un interés del 16 % que entonces se consideraba favorable [3] 

De nuevo Diego Cano y otros quince socios salieron como fiadores del crédito. Por otro lado la participación de cofrades en los trabajos de electricidad, carpintería, fontanería, etc., hizo disminuir los gastos. El arquitecto que realizó el proyecto, Pere Joan Devesa Martínez, no quiso cobrar por su trabajo. La construcción la llevó a cabo Fermín Sánchez. Finalmente pudieron inaugurar su sede en junio de 1985.

La cofradía hizo frente a sus deudas y a los pocos años volvía al superávit. Continuó su vida normal, dedicándose a la organización de la Semana Santa. Los 14 carteles anunciadores que habían editado hasta ese momento, una parte de ellos diseñados por Ribes Sogorb, fueron enmarcados.
El cofrade José Bayona desde el diario y la radio Canfali hablaba de la cofradía y su finalidad.

En octubre de 1989, el hermano mayor Diego Cano estaba gravemente enfermo y se convocó una reunión para preparar los actos en caso de defunción: "En ese momento se interrumpió la reunión a las 23,15 horas de la fecha arriba indicada, con la llegada de un familiar de D. Diego Cano Enguera informando de su fallecimiento."
A pesar de que su muerte fue muy sentida por los cofrades, la cofradía continuó su actividad con normalidad: organización de las actividades de Semana Santa, celebración de misas por los cofrades difuntos, recaudación de fondos, etc. 

En 1992 la cofradía celebró su XXV aniversario y entre otras actividades preparó la edición de una medalla conmemorativa, la impresión de un programa especial y las actividades de los días 30 y 31 de octubre destacando una misa cantada en la iglesia de Sant Jaume con un organista contratado especialmente para el acto, una cena en el hotel Poseidon y obsequios a los cofrades fundadores. En el acta de noviembre de ese año se constata entre los miembros de la junta una cierta decepción por el escaso interés que habían mostrado los medios de comunicación por reflejar estos actos. Sólo el diario Canfali y Radio Sirena, dice el acta, se habían hecho eco de ellos. Se alude a un medio escrito al que se le había entregado la historia de la cofradía y no la quiso publicar. También se lamenta por la poca asistencia de cofrades a la misa y al homenaje a los fundadores.

En 1993 el número de cofradías de Benidorm se había incrementado. La del Nazareno había visto con interés su creación: en el acta del 6 de febrero de 1982, se comunica a los cofrades la creación de la Virgen de la Esperanza y la Paz y "todos los miembros asistentes se alegran infinitamente de todo ello ya que contribuirá a un mayor esplendor de la Semana Santa". Contribuyeron también con ayudas de varios tipos a su puesta en funcionamiento. Posteriormente surgió la idea de crear una Junta de Cofradías cuya denominación oficial es "Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Benidorm". Desde entonces cada año una cofradía distinta se encarga de organizar las actividades de Semana Santa. 

Al mismo tiempo se mantenían contactos con otras cofradías de la Comunidad Valenciana y del resto del estado español como Extremadura y Andalucía. Algunas de estas actividades venían de mucho antes: durante las inundaciones de 1982 causadas por la rotura de la presa de Thous, las relaciones mantenidas con la cofradía Nazareno de Alcira supusieron que algunos cofrades se ofreciesen para llevar ropa a los damnificados en sus vehículos.

Actualmente, la cofradía del Nazareno tiene casi mil cofrades pero participan unos 700. Su actividad comienza en la procesión del Domingo de Ramos, cuya impulsora había sido precisamente la cofradía. Amplió su trayecto que antes era demasiado corto e introdujo elementos nuevos como la participación de  niños representando escenas bíblicas. Destaca el asno que lleva un niño a lo largo de toda la procesión, emulando la entrada de Jesús en Jerusalén. 
Pero es en la procesión del Miércoles Santo donde más destaca la actividad de la cofradía. La procesión recorre algunas calles del casco antiguo en un trayecto que se inicia y finaliza en la iglesia de Sant Jaume. El itinerario ha variado a lo largo del tiempo y para los actos del XXV aniversario la cofradía pidió al Ayuntamiento que autorizara el tradicional. 

La procesión se inicia a las diez de la noche y se sacan las imágenes del Nazareno y de la Virgen de los Dolores. Se hacen dos paradas oficiales en la plaza de la Cruz y en la calle Apolo XI, donde se hace un toque de silencio. Desde 1981 se cantan saetas a lo largo del recorrido. En el acta de abril de ese año se dice que la procesión parará 12 veces para escuchar 24 saetas "en total unos 30 minutos más duradera que otros años". 
El Miércoles Santo los cofrades van vestidos de negro con franjas rojas y las cofrades van vestidas de negro con "teja y mantilla", elementos ajenos a la tradición valenciana pero introducidos por su supuesto carácter tradicional.

El Viernes Santo se celebra la Subida al Monte Calvario, que comienza a las siete de la mañana con pocos asistentes pero que finaliza a las 12 con una gran cantidad de personas que se han ido incorporando a lo largo de la mañana. Por la tarde se hace la procesión del Santo Entierro.

Actualmente hay en Benidorm, además del Nazareno, otras cinco cofradías surgidas en las nuevas parroquias que el crecimiento de Benidorm había hecho necesarias. Se trata de:

  • Real Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y de la Paz, fundada en 1982 y promovida por la Casa de Andalucía. Sede en la Parroquia El Buen Pastor
  • Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y de la Buena Muerte, fundada en 1989. Sede en la Parroquia Ntra. Sra. de la Almudena.
  • Cofradía Ntra. Sra. de los Dolores, fundada en 1993. Sede en la capilla del mismo nombre en la Parroquia Sant Jaume i Santa Anna, formada exclusivamente por mujeres.
  • Cofradía de Nuestro Señor Jesucristo en su Agonía en el Huerto de los Olivos,  fundada en 1995. Sede en la Parroquia San Juan Bautista. 
  • Hermandad Sacramental de La Santa Cena,  cofradía fundada en el año 2000. Sede en la Parroquia Ntra. Sra. de la Almudena.



NOTAS

[1] Más tarde pasó a denominarse CAM y desde 2011 SabadellCAM

[2] En 2014, según se indica en el programa oficial de las festividades de la Semana Santa el itinerario es: "Miércoles 16 de Abril, MIÉRCOLES SANTO. 22’00 h. Solemne Procesión de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, desde la Iglesia de San Jaime Apóstol.   Itinerario: Plaza de San Jaime, Mayor, Alameda, Plaza de la Cruz, Ruzafa, La Biga, Tomás Ortuño, Apolo  XI, Almendros, Paseo de la Carretera, Santa Faz y Plaza San Jaime."

[3] La inflación en los inicios de la transición democrática fue muy alta, llegando a un sorprendente 26 % en 1977. Luego, en la década de 1980, empezó muy alta pero fue moderándose. Los préstamos hipotecarios para adquisición de vivienda en esos años estaban en torno al 17 o 18 %.