lunes, 29 de febrero de 2016

Una glorieta de Benidorm denominada "Séquia Mare"para recordar la importancia del Reg Major de l'Alfàs en Benidorm, la Nucia i l'Alfàs del Pi.


Francisco Amillo

Hoy, 29 de febrero de 2016, el Pleno del Ayuntamiento de Benidorm ha aprobado por unanimidad que la rotonda o glorieta situada entre las avenidas de Europa y Comunidad Valenciana lleve el nombre de Séquia Mare, que es la denominación popular de un riego que a lo largo de su historia ha tenido varias denominaciones: Nou Reg,  Riego Mayor del Alfaz (1847) y Riego Mayor de Alfaz del Pi y Benidorm (1927). Muy cerca de esa rotonda se encuentra un tramo de dicha acequia en un espacio de propiedad municipal.

 

La Séquia Mare durante las obras de remodelación de la zona de la rotonda que lleva su nombre. Actualmente está descubierta una parte mucho menor de la que se ve en la fotografía.

Ha sido una iniciativa loable, que había estado secundada por un numeroso grupo de personas y por la Taula del Bon Profit, que ha encargado un mural de cerámica con el plano de la Séquia Mare. Este nombre y el mural mantendrán en esa zona el recuerdo de una infraestructura que permitió la refundación de Benidorm en 1666 y su supervivencia hasta la década de 1950, cuando era prácticamente la única aportación de agua de Benidorm y l'Alfàs del Pi. Sin embargo desde hace unas décadas había caído en un injusto olvido que estas iniciativas ayudarán a paliar.

En mi libro "Historia de Benidorm" dedico dos capítulos a explicar la creación y evolución histórica de este riego por lo que en esta entrada del blog me limitaré a subrayar los aspectos que muestran su importancia y que justifican que se incluya su denominación en el callejero de la ciudad. 

 
La acequia del Reg Major en la Nucia.


En la comarca de la Marina Baixa las poblaciones de Polop, La Nucia l’Alfàs del Pi y Benidorm han tenido una historia común desde que en el siglo XIII se produjo la Reconquista cristiana. Polop ha sido durante siglos el centro administrativo de este territorio y también su centro político, ya que en algunos momentos fue la única localidad con categoría de municipio y con un término municipal que englobaba a todos los demás. La agricultura era la base de su economía y el regadío un elemento fundamental para su supervivencia y desarrollo.

Para entender cómo el territorio de estas poblaciones se transformó de una manera radical a partir de 1666 conviene tener presente el punto de partida y analizar cuál era su situación antes de esa fecha.

Durante la primera mitad del siglo XVII la economía europea, y en especial la española, vivieron una continua crisis económica a causa de las epidemias de peste y las malas cosechas. El hambre y la despoblación fueron sus consecuencias. 
La situación se vio agravada por las guerras que sostenía la monarquía hispánica, que generaban continuas levas e impuestos que repercutían en la población (Guerra de los Ochenta Años contra Holanda y  de los Treinta Años, ambas finalizadas en 1648, y guerra con Francia finalizada en 1659). Las poblaciones del litoral estaban expuestas a los ataques de las potencias enemigas.
A estos efectos se añadía en nuestra comarca la expulsión de los moriscos en 1609 que había producido un vacío demográfico y una drástica reducción de producción agrícola y artesanal cuyos efectos tardarían décadas en resolverse.  En la tabla siguiente podemos observar cómo en vísperas de la expulsión la población musulmana seguía siendo muy superior a la cristiana a pesar de las huidas al Norte de África que en 1584 fueron la causa de que Polop perdiera una buena parte de sus musulmanes. 


Tabla confeccionada a partir del censo del virrey Caracena, previo a la expulsión de los moriscos; en él no figura el dato de Benidorm, obtenido de otra fuente. Se observa que la distribución de la población de la comarca era distinta a la actual: el interior montañoso estaba mucho más poblado que el litoral. Éste era sobre todo cristiano mientras que los musulmanes se concentraban en el interior. Su expulsión en 1609 dejó un gran vacío demográfico y económico.

A todo ello se sumaba la continuidad de las incursiones de corsarios musulmanes que impedían el desarrollo del litoral ya que capturaban personas para cobrar rescate y se llevaban ganados, aperos, cosechas, etc. La población se refugiaba en las villas bien fortificadas como Polop, Callosa o Villajoyosa. 
Estas incursiones se habían intensificado en el siglo XVI y habían afectado a todo el litoral de Benidorm y Alfaz del Pi. Tan intensas fueron que hasta las poblaciones del interior sintieron sus efectos, como por ejemplo Callosa, cuyo castillo fue asediado en 1584 por un contingente de unos mil corsarios. 
Por esa causa las tierras próximas al litoral estaban casi despobladas y así permanecieron en la primera mitad del XVII. 
A partir de 1609 las incursiones corsarias fueron menos violentas y realizadas con menores efectivos. Las causas son diversas: se había perfeccionado el sistema de defensa, los corsarios ya no recibían información de los musulmanes de la Marina y el botín no era tan abundante. Pero el corso musulmán siguió siendo un azote para el litoral y creaba un clima de inseguridad que no favorecía la actividad económica ni el crecimiento demográfico.

En la segunda mitad del siglo XVII este panorama empezó a cambiar. España y Europa iniciaron a partir de 1659 una fase de recuperación económica y demográfica que culminaría en la gran prosperidad del siglo XVIII.
En las antiguas baronías de Polop y Benidorm el Reg Major de l’Alfàs, cuyas obras se iniciaron ese mismo año, fue un elemento determinante en su transformación cambiando el paisaje natural, el poblamiento humano y su organización política. Fue un impacto profundo cuyas consecuencias se han mantenido hasta la actualidad.

 

Brazal de la Séquia Mare con cauce  de tierra. El primitivo cauce del Reg Major era de ese tipo. En 1669 una parte se cubrió con mampostería, denominada "calicanto" en la documentación de la época. Pero el término municipal de Benidorm tuvo cauce de tierra hasta 1942.



Hay un impacto demográfico. En la primera mitad del siglo XVII, poco antes de crearse el riego, las baronías estaban muy poco pobladas: en Polop y sus alquerías vivían unos 459 habitantes. Pero treinta años después, en 1699, ascendían a 1.417 habitantes, un crecimiento espectacular. Y en 1768, un siglo después de su creación, la población ascendía a 5.107 habitantes. En 1860, casi 200 años después de la creación del Reg Major, la población de las baronías ya era de 8.840 habitantes.
Población de las baronías en los siglos XVII, XVIII y XIX. Se observa el gran incremento demográfico a partir de la creación del Reg Major y la repoblación de la comarca. Para convertir vecinos en habitantes multiplicar por 4,5.




El hábitat también cambió y, frente a una población concentrada en unos pocos y pequeños núcleos de población, surgió a lo largo del siglo XVIII una abundante población dispersa. La creación de Benidorm había supuesto un mejor control y defensa del litoral. Por eso surgieron masías junto a las explotaciones agrarias pero también próximas a la acequia del Reg Major que podía suministrar agua para el consumo humano. A veces se producían agrupamientos de masías como en el Algepsar, en torno a la ermita de San Vicente en el Cautivador o junto a la ermita de Sanz en Benidorm. 
Uno de esos agrupamientos acabaría dando origen al municipio de l’Alfàs del Pi donde el agua de la acequia fue importante para la agricultura, el abastecimiento humano, el lavadero y varios molinos. Las masías surgidas junto a la Séquia Mare fueron tantas que formaron un núcleo de población con una iglesia. Estaba lejos de Polop y separado de él por el término de La Nucia con lo que a finales del siglo XVIII intentaron conseguir su emancipación. En 1786 plantaron un pino en la plaza de la localidad como símbolo de su deseo de independencia municipal, algo que consiguieron en 1836.
El resultado de este proceso fue un paisaje totalmente antrópico, muy distinto del que existía antes de la creación del Reg Major de l’Alfàs.

 
Masía de Sant Pere en el Captivador. La creación de Benidorm en 1666 permitió defender el litoral de forma efectiva y empezó a surgir un hábitat disperso en masías situadas en las inmediaciones de la Séquia Mare.


El crecimiento demográfico supuso una enorme transformación del paisaje natural de la comarca. Los antiguos bosques de pinos y carrascas fueron talados para convertirse en tierras de cultivo surcadas por complejas redes de caminos y acequias de riego con sus correspondientes infraestructuras de puentes, molinos, azudes, etc. Las tierras roturadas no se dedicaron sólo al regadío: el secano alcanzó también gran extensión dado que en ese siglo las temperaturas eran algo más bajas y la pluviosidad más abundante. Los productos del regadío se dedicaban al autoconsumo mientras que los del secano eran para la venta (pasas, vino, aceite, higos secos, etc).

Todos esos factores propiciaron la creación de nuevos municipios que se segregaron del término de Polop. El primero fue Benidorm que recibió su Carta Puebla en 1666. Le siguió la Nucia, con su Carta Puebla de 1705. Finalmente le llegó el turno a l’Alfàs del Pi que  consiguió su emancipación en 1836, es decir después de la abolición del sistema feudal, por lo que no tiene Carta Puebla. 






Aparición de nuevos municipios en las antiguas baronías de Polop y Benidorm. Del primitivo término municipal de Polop, que abarcaba todo el territorio, se fueron segregando Benidorm, la Nucia y l'Alfàs del Pi. Xirles es el único núcleo de población que sigue formando parte del municipio de Polop.


Esta nueva configuración política de la comarca fue posible porque la economía de regadío incrementó notablemente la producción y la población con la Séquia Mare siendo la causa del desarrollo de los señoríos durante los siglos XVII, XVIII y XIX y la base sobre la que se sustentaron los grandes cambios socioeconómicos acaecidos en la segunda mitad del siglo XX. 

Creo que es importante señalar que el Reg Major se creó bajo el sistema económico y social denominado “régimen señorial”, un elemento imprescindible para entender sus peculiaridades. Fue creado por Beatriz Fajardo no por altruismo sino por su propio interés. Con una mentalidad que hoy calificaríamos de empresarial invirtió en sus señoríos valencianos lo que en la época era un importante capital, 10.000 libras, porque esperaba obtener mayores beneficios con los censos y cargas fiscales que cobraría a los nuevos pobladores que se instalasen en sus tierras. Fue una decisión beneficiosa para ella y también para la comarca que inició las transformaciones que hemos señalado. 

Sin embargo sus sucesores no tuvieron, en la mayor parte de los casos, ese sentido de la inversión. Sólo vieron en sus señoríos una fuente de ingresos pero no de obligaciones y descuidaban el mantenimiento de la acequia causando el resentimiento de sus vasallos. 
Por esa causa la rivalidad señores-vasallos fue una constante en el Reg Major durante más de 250 años. Los regantes manifestaron su oposición tanto de forma pacífica, con pleitos que perdieron, como de forma violenta siendo también derrotados en la Segunda Germanía y en la Guerra de Sucesión. Otra gran derrota de los agricultores vino a principios del siglo XIX cuando fracasaron repetidamente los primeros intentos de abolir el régimen señorial. Y cuando éste fue finalmente abolido, el cambio no llegó a las antiguas baronías de Polop y Benidorm porque a través del Reglamento de 1847 los condes de Montealegre lograron conservar algunos de sus privilegios tradicionales ya que mantuvieron la enfiteusis sobre el Reg Major y el molino de Rovira al mismo tiempo que conservaban derechos feudales como el censo y el luismo, un anacronismo histórico difícil de entender hoy día. 

La extinción de los señoríos supuso otro perjuicio para los agricultores. Al morir la última condesa de Montealegre sus dominios se dividieron entre numerosos herederos. Todos ellos eran absentistas y sólo estaban interesados en cobrar rentas pero no en invertir en mantenimiento. Alquilaban su dominio directo con lo que el deterioro del riego fue en aumento. 
La situación fue tan desesperada y el desinterés de los propietarios tan grande que los agricultores empezaron a tomar iniciativas que les permitieron empezar a controlar el riego: creación de una Junta Administrativa, acuerdos con los regantes de Polop y la Sentenilla, etc. 

 
"Partidor del Gall" en el Barranco de Polop. Según un acuerdo del año 1907 el caudal se dividía en dos partes: una para la Séquia Mare y otra para el riego de Sentenilla.

Pero la medida de mayor calado fue la compra del dominio directo en 1912 con lo cual se acababa el anacronismo de la enfiteusis, los censos y el luismo. A partir de este momento las cosas empezaron a mejorar y fruto de ello fueron las
Ordenanzas de 1927, aún en vigor. 

Otra mejora muy importante fue la ansiada reforma del cauce de la acequia a partir de 1942, haciéndolo de cemento. Se evitaban así las filtraciones en el lecho de mampostería o las pérdidas en el lecho de tierra, algo que afectaba sobre todo a Benidorm, donde prácticamente toda la acequia era de ese tipo. Por eso el caudal en el origen del riego era de 80 l/s pero al llegar a Benidorm se reducía a 16 l/s a causa de dichas pérdidas.

 
Cauce de cemento de la Séquia Mare en la partida de la Carbonera con azulejo indicado el kilómetro 9 de la acequia. Esta mejora se hizo en 1942 por la Confederación Hidrográfica del Júcar. Su diseño correspondió al ingeniero Juan Aura Candela que posteriormente fue responsable del diseño de las presas del Amadorio y Guadalest.

Sin embargo fue en esos momentos, en los que el “Riego Mayor de Alfaz del Pi y Benidorm” tenía la mejor organización e infraestructuras de su historia, cuando comenzó su declive. El proceso se inició con la puesta en funcionamiento del Canal Bajo del Algar que suministraba agua en mucha mayor cantidad (800 l/s) y a menor precio, lo que permitió pasar del regadío tradicional de autoconsumo a la moderna agricultura comercial basada en la exportación masiva de frutas y cítricos cultivados en regadío. 


El Canal Bajo del Algar en la actualidad a su paso por Benidorm, en la partida la LLoma. Esta infraestructura fue una de las causas de la desaparición del Reg Major en Benidorm y l'Alfàs del Pi, pero no la única. Los grandes cambios socioeconómicos acaecidos a partir de 1950 también fueron responsables.

El tradicional Reg Major transportaba muy poca agua y por tanto era insuficiente para la nueva agricultura. Por eso sus cauces empezaron a ser recorridos por el agua del Canal Bajo y muchos agricultores fueron vendiendo sus horas de agua. Finalmente hacia 1990 el agua del antiguo Reg Major dejó de llegar a l’Alfàs del Pi y Benidorm. Las infraestructuras en desuso se han deteriorado y muchas han desaparecido ante el avance imparable del proceso de urbanización que acompañó al desarrollo del turismo a partir de 1956. 


Ramón Devesa, natural de l'Alfàs del Pi, fue durante muchos años acequiero del Canal Bajo del Algar. Se apoya sobre el cauce de mampostería del Reg Major de l'Alfàs que data del siglo XVII; dentro de él vemos el cauce de cemento de 1942.


Espero que a partir de estos datos haya quedado claro cómo durante casi 300 años, desde 1666 hasta la década de 1960, la Séquia Mare fue un elemento esencial en la economía agrícola de Benidorm y l’Alfàs del Pi que apenas tenían otras fuentes de aprovisionamiento de agua. Su caso era diferente de Polop, bien surtido de manantiales en el barranco de Xirles y el Barranc de les Fonts. También era diferente el caso de La Nucia que tenía otros riegos aparte de éste, pero que sin embargo ha sabido conservarlo hasta el momento actual.

En Benidorm y l’Alfàs del Pi el Reg Major fue importante como elemento agrario pero  sus aguas tenían también utilidades imprescindibles para la vida como eran el abastecimiento de agua potable (llenando los aljibes domésticos en enero), los molinos harineros (el pan era un alimento imprescindible en esa época), los lavaderos, abrevaderos, etc. De ahí que ambos municipios estuviesen muy interesados en su buen funcionamiento. 

Sin embargo Benidorm tuvo un desarrollo demográfico mucho más temprano y rápido que l’Alfàs del Pi lo que explica que tradicionalmente fueran los regantes benidormenses los mayores interesados en el correcto funcionamiento del Reg Major. En el siglo XVIII crearon, en la ermita de Sanz, el primer embrión de reglamento que luego fue continuado por el de 1847 que se limita en su mayor parte a poner por escrito los usos tradicionales adoptados como norma en 1783, cambiando sólo los nombres ya que la Junta Rectora pasó a llamarse Sindicato.
Por este interés que los regantes de Benidorm tenían en su funcionamiento, la sede administrativa del “Riego Mayor de Alfaz del Pi y Benidorm” radicaba en esa localidad y los presidentes y cargos dirigentes eran en su mayor parte de Benidorm. Las personas que lo dirigían en el momento de pactar con los regantes de Polop y La Nucia o de comprar el dominio directo eran de Benidorm. La documentación conservada permite comprobar que era una administración muy bien organizada y minuciosa, que resolvía con eficacia los diversos problemas y estaba al tanto de las innovaciones que se debían aplicar.  Aquellas personas sí entendían perfectamente que sin esa fuente de vida que era el “aigua de Polop” su supervivencia era muy difícil, casi imposible…

A mediados del siglo XX Benidorm se especializó en la actividad turística y la agricultura fue perdiendo terreno. Tanto que abandonó esta centenaria acequia y dejó de regar sus campos con ella. Sus molinos se hundieron y sus cauces se llenaron de maleza o desparecieron. Pero lo peor de todo fue el manto de olvido que cayó sobre ella. Sus habitantes olvidaron la enorme contribución que había realizado para la prosperidad de la comarca de la Marina Baja.

 
Benidorm: la Séquia Mare atravesaba el barranco de la Foia Manera mediante este arco. Su mal estado de conservación por la falta de uso puede ser la causa de que una fuerte avenida del barranco lo destroce.
 
Interior del molino del Almarx en la Nucia en 2011. Durante la noche servía para producir energía eléctrica que suministraba a la localidad. Está deteriorándose por el paso del tiempo. Sin un mantenimiento continuado los edificios antiguos acaban derrumbándose.

El progreso es necesario pero no el olvido.  Conocer nuestra historia, nuestras raíces, es entendernos mejor como pueblo y como comarca. De ahí que sea muy oportuna la propuesta de poner el nombre de Séquia Mare a una glorieta en cuya proximidad discurría esta acequia. Es una forma de mantener el recuerdo de una infraestructura que permitió la repoblación de Benidorm y la comarca y su supervivencia durante tres siglos.



Cauce abandonado de la Séquia Mare en la partida del Saltet en Benidorm. La maleza y la basura la han invadido.

Por eso resulta inexplicable cómo el Benidorm actual había olvidado este elemento que durante siglos ha sido la clave de su existencia como pueblo. Si en 1666 fue vuelto a crear como municipio se debió a que el Reg Major permitía instalar nuevos pobladores. Gracias a él Benidorm tuvo mayor desarrollo económico y demográfico que el resto de municipios de las baronías, superando en el siglo XVIII a Polop y La Nucia que hasta entonces habían sido localidades más pobladas. 

El Reg Major ha desaparecido en Benidorm y una buena parte de l'Alfàs del Pi. La Nucia es la localidad donde aún pervive íntegramente, pero su futuro no es muy halagüeño. La agricultura ya no es la principal forma de vida de la localidad y sus aguas podrían destinarse al consumo humano. 


Año 2011: la Séquia Mare en la Nucia
En el año 2006 se inició un proyecto para agrupar todos los riegos en un sistema por goteo centralizado y automatizado con aguas residuales en el que las acequias y los sistemas tradicionales serían inútiles. Las aguas blancas de los riegos pasarían al abastecimiento humano y permitirían la urbanización de nuevas zonas. Este sistema incluía a la Séquia Mare y habría supuesto su final después de más de 350 años de existencia. 
La paralización de los planes urbanísticos, en buena parte por causa de la actual crisis de la construcción, ha permitido su supervivencia hasta la fecha, pero éste es sin duda el destino futuro de los riegos tradicionales tal como los hemos conocido hasta hoy. De ahí que la conservación de su memoria y de las infraestructuras que aún nos quedan se convierta en una necesidad imperiosa.