jueves, 23 de julio de 2020

Sierra Helada, Benidorm



Sierra Helada o Serra Gelada de Benidorm, un entorno natural de gran interés geológico, botánico e histórico  con atractivas rutas de senderismo, 1ª parte.






El Parc Natural de Serra Gelada afecta a tres municipios, Altea, l'Alfàs del Pi y Benidorm y hay un acuerdo entre ellos  para vigilar de forma mancomunada su litoral. Ciertamente la vertiente marítima se merece esa vigilancia aunque en mi opinión también debería hacerse extensiva a la otra vertiente, la terrestre. 


El Parc Natural de Serra Gelada es sobre todo marítimo (azul oscuro en este mapa). La parte terrestre protegida (verde más intenso) es la más alta de la Serra Gelada. En Benidorm el límite discurre aproximadamente por la cota de 75 metros hasta Ciudad Patricia, que queda excluida de la zona protegida y a partir de ahí sigue por el límite entre el suelo urbano y el no urbanizable hasta la Punta del Pinet. Fuente: Generalitat Valenciana. 



La superficie total protegida del Parc Natural es de 5.564,74 ha., pero de ellas sólo 736,74  son de la Serra Gelada por lo que la mayor parte corresponde al medio marino incluyendo las islas. 



En Serra Gelada la zona de los acantilados es la más espectacular en los aspectos geológicos y biológicos por lo que ha sido objeto de numerosas publicaciones. La otra vertiente de Serra Gelada, sobre todo la que está por debajo de la cota protegida, es también un importante pulmón verde de Benidorm aunque, en mi opinión, no ha recibido la atención que se merece. 

 En la imagen vemos que la parte más alta de Sera Gelada, la protegida, tiene menos vegetación que la parte inferior en la que dominan las masas de pinos.


Esta zona verde de las cotas más bajas del Parc Natural y también de fuera de él, está surcada por numerosas rutas a pie y a ella dedico esta entrada del blog.

Es un ejemplo de bosque mediterráneo que sobrevive durante cuatro meses (a veces más) sin recibir prácticamente ni una gota de lluvia. A causa de esta característica climática es un medio natural extremadamente frágil pero que puede sobrevivir si la acción humana, que es su mayor peligro, no se lo impide. Por eso también este sector de la Serra necesita protección. 
Además del peligro de incendio como en todos los bosques, tiene otro: el mal uso de convertirla en vertedero incontrolado  de  cascotes de obra, restos de podas, muebles viejos, etc. 

A los pies de Serra Gelada se extiende un  área de cultivos abandonados en los que predominan los pinos y donde algunas personas se deshacen de sofás, sillones, neumáticos, etc., También se puede ver esta embarcación abandonada en la zona del Pla del Cuartel.


Su adecuada conservación permitiría preservar un ecosistema de clima seco que sobrevive con unas precipitaciones anuales que suelen oscilar entre 300 y 350 litros/m2. Cuando hay una gran humedad ambiental se condensa en las hojas de la vegetación en forma de pequeñas gotas de agua, sobre todo durante la noche. Supongo que este aporte hídrico paliará algo la gran indigencia de lluvia de Serra Gelada.

La humedad se condensa en las hojas de los pinos y forma pequeñas gotas de agua.

Serra Gelada tiene un interesante uso recreativo porque está surcada por numerosas rutas utilizadas para pasear a pie (sólo o con mascotas como es mi caso), a caballo, en bicicleta de montaña, etc. 


Una de las muchas rutas que ofrece Serra Gelada.


Por eso, y pensando en servir de ayuda a los visitantes que recorren este entorno natural me he decidido a escribir esta entrada centrándome en la vertiente terrestre por debajo de la cota del Parc Natural, una zona menos conocida pero no menos interesante. 



Aspectos geológicos.
En el término municipal de Benidorm hay tres relieves montañosos destacados: Puig Campana, Serra Cortina y Serra Gelada. Ninguno de los tres discurre íntegramente en su territorio sino que los comparte con otras poblaciones. En el caso de la Serra Gelada Benidorm posee casi los dos tercios occidentales y l'Alfàs del Pi algo más del tercio oriental.

Serra Gelada emerge de la zona llana situada entre las bahías de Altea y Benidorm como si fuera una península.


Si miramos el mapa siguiente observaremos que tiene una orientación NE-SO y parece una península rocosa que se adentra en el mar teniendo en sus extremos al Albir en  la bahía de Altea y el Rincón de Loix en la bahía de Benidorm. Con una longitud de 6 km, una anchura media de 1,5 km y una altura máxima de 438 metros en el "Alt del Governador", presenta la peculiaridad de ser la única elevación de la Marina Baixa situada íntegramente junto al mar.



Geológicamente es un anticlinal del cretácico inferior formado por rocas  calizas en unos sectores y margo-areniscas en otros. 
En la parte caliza existen fenómenos típicos de estas formaciones como por ejemplo estalactitas y estalagmitas en la Cova del Far (l'Albir) y acuíferos, como el que actualmente explota el parque acuático de Aqualandia-Mundomar.



Las rocas areniscas también han tenido mucha importancia en la configuración actual de la Serra Gelada. La erosión que durante millones de años actuó sobre ellas acumuló a sus pies, en la parte litoral, una ingente cantidad de arenas que entre otras cosas formaron las playas de Benidorm.


Corte transversal de la Serra Gelada sobre el Alt del Governador indicando los materiales líticos que la forman. Dibujo publicado  por el geólogo Alfonso Yébenes. Muestra la importancia de las areniscas calcáreas (señaladas como C2) que aportaron las arenas de las dunas fósiles y a las playas de Benidorm. Aunque en este esquema las dos vertientes aparecen inclinadas, el flanco marino cae casi en vertical.


Por la parte de la mar el acantilado que caracteriza a esta vertiente tiene un origen tectónico, es decir producido por una falla a principios del Plioceno, hace unos 12 millones de años dando origen a esos impactantes precipicios. Supuso también el hundimiento el sector SE de la Serra Gelada . Hoy día esta sumergido y sólo emerge su parte más alta formando la isla de Benidorm. 
Pero no siempre fue así. Hace unos 100.000 años, el nivel del mar estaba unos 100 metros más bajo que el actual con lo que la línea de la costa estaba a 25 km de la actual. A los pies de la sierra se extendía una gran zona de tierra cubierta de arena procedente de la descomposición de las rocas areniscas. El viento arrastró esas arenas hasta chocar con Serra Gelada  y formó a sus pies grandes dunas que escalaron parte del acantilado. Posteriormente el nivel del mar subió hasta la cota actual pero las dunas eran tan altas que su parte superior quedó emergida y se fosilizó formando las eolianitas, un interesante fenómeno geológico que se da en muy pocas zonas del mundo. "Es un tipo de duna poco frecuente y estos afloramientos se encuentran entre los más desarrollados del mundo, tanto por el volumen de arena acumulada como por la altura que alcanzan" indica una publicación de la Diputación de Alicante (http://www.senderosdealicante.com/ geologicos/lugares/serragelada.html.)


Dunas fósiles o eolianitas en la vertiente marítima de Serra Gelada. Los estratos horizontales de la roca  arenisca contrastan con la inclinación de las dunas fósiles.



La abundancia de arenas en los fondos marinos de Serra Gelada provocó que en la segunda mitad del siglo XX se utilizaran en varias ocasiones para regenerar algunas playas, no sólo las de Benidorm, provocando un impacto sobre el medio natural que hoy día valoramos negativamente. Afortunadamente estas actividades están ya prohibidas por el "Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la Serra Gelada y su zona litoral" del año 2005: "no podrá realizarse ningún aprovechamiento extractivo, cualquiera que sea su modalidad o envergadura, tanto en el ámbito terrestre como en el marino." Esta disposición impide también la extracción de piedra y de ocre que se realizó en otras épocas.



Antiguos nombres de Serra Gelada.
Serra Gelada, como la mayoría de las montañas de la comarca, presenta la característica de ser asimétrica: en la parte que da a la mar tiene una vertiente con un frente muy abrupto, que en algunos sectores forma un precipicio de unos 300 metros prácticamente vertical. La vertiente que da a tierra, en cambio, es de pendiente más suave, aunque la escorrentía de las aguas pluviales ha excavado una red de drenaje con numerosos barrancos.



Vertiente de tierra de la Serra Gelada. Pendiente suave donde la erosión de épocas anteriores más lluviosas  excavó  numerosos barrancos. 


La morfología de Serra Gelada es muy distinta si se mira desde tierra o desde la mar, lo que posiblemente explica los diversos nombres que ha recibido en otras épocas. El topónimo más antiguo que conocemos es el de Peñas del Albir documentado ya en 1447. Da la impresión que lo utilizaban sobre todo los hombres de la mar que veían la sierra como una mole rocosa. 
Se ha sugerido que la palabra Albir se transformaría posteriormente, en el siglo XVIII, en Arabí y de ahí que la Serra Gelada también aparezca denominada en algunas cartas náuticas como Peñas del Arabí. Su nombre se conserva actualmente en la pequeña isla frente a la Serra que en Benidorm se conoce como Illa Mijana pero que en otros sitios se denomina Illeta Penyes d'Arabí.  
Esta palabra, Arabí, según Mikel Epalza significaría "el vigilante". Sea cierta o no esta interpretación filológica, desde el punto de vista histórico está demostrado que en al menos cuatro puntos de esta sierra hubo, desde la Edad Media hasta el siglo XIX, vigilantes encargados de dar la alarma en caso de arribada de corsarios, un peligro demasiado frecuente en esa época.
Otro nombre dado por gentes de la mar es el de Peñas de Oro. Lo contaba Bernat Català de Valeriola en el año 1607. Era el "veedor" de la costa del Reino de Valencia y el encargado de pagar a los guardias de castillos y torres vigía del litoral. Indicaba  que los corsarios norteafricanos la denominaban así por la gran cantidad de cautivos que hacían en esa zona: "estes dos torres [Bombarda y Caletes] estan en les peñes del Albir y los moros los diuen Peñas de oro, per lo que cativan cada dia, tant com aço que enguany an cativat tres soldats". Esta denominación no se adoptó en nuestra tierra por razones obvias.

El nombre que sí ha perdurado es el actual de Serra Gelada. A diferencia de los anteriores, fue creado por los habitantes de la zona, agricultores en su mayoría, que veían la vertiente de tierra. Apareció en el siglo XVIII y su origen es dudoso. 
Se han sugerido dos posibilidades. La primera dice que hay  un abrigo rocoso denominado Cova Gelada, situado en las inmedaciones de la EDAR, casi en el centro de la sierra; por alguna circunstancia el nombre de Gelada se extendió a toda la Serra. La otra posibilidad es que según la tradición popular estamos en una de las zonas más frías de Benidorm.
También existe el topónimo Moncaixer para designar esta Serra, documentado en el siglo XVII. Según el Diccionari de Benidorm significa "sierra de dos caras" ya que una es normal y la otra es un abrupto precipicio.



La vegetación de la Serra Gelada.
Además de sus valores geológicos la importancia de las especies vegetales y animales de este entorno de Serra Gelada lo convierte en algo excepcional que motivó su protección mediante el DECRETO 58/2005 de la Generalitat Valenciana. En él se indicaba que "la Serra Gelada [...] alberga reductos de vegetación de un valor excepcional. Cabe destacar, en este sentido, la interesante duna fósil colgada y la peculiar vegetación que la coloniza. Además, la sierra comparte diversos endemismos botánicos con el vecino Penyal d’Ifac.

Los elementos más originales de esa vegetación están en la vertiente marítima, la de los acantilados. En las dunas crecen especies endémicas como la Palomilla (Linaria arabiniana), la “Llunetes” (Biscutella montana), el Enebro de las Dunas (Juniperus macrocarpa), la camarina o camariña (Corema album) una planta única en todo el Mediterráneo al tratarse de una especie atlántica, que probablemente fue transportada por las aves hasta este abrupto litoral.
También destacan las especies rupícolas, es decir que colonizan las rocas. Entre ellas encontramos la Silene de Ifach (Silene hifacensis), que actualmente se está recuperando en el parque, la “Orelleta de Ratolí” (Sarcocapnos saetabensis) o la “Canyeta d’or” (Asperula paui subp. dianensis).
Evidentemente, dada su ubicación, resulta imposible   observar esta interesantísima flora paseando desde tierra por lo que no insistiré más sobre ella. Algo parecido ocurre con el otro gran atractivo de esta zona marítima que es su fauna, entre la que destacan varios tipos de aves. 

Por la parte de tierra, en cambio, es muy fácil observar su riqueza vegetal. Ya hemos visto que aquí la Serra Gelada tiene una pendiente suave, de unos 21 grados, lo que permitió su ocupación por el hombre desde épocas remotas. La acción humana mediante el pastoreo, la agricultura y la explotación de canteras de piedra caliza y minas de ocre ha sido intensa en esta parte, mientras que por la parte del mar apenas ha sufrido impactos humanos salvo los producidos por la cascada de aguas residuales vertidas desde la EDAR y las ya comentadas extracciones de arena.

La actividad humana que más testimonios ha dejado en el paisaje ha sido la agrícola, sobre todo en las cotas más bajas donde se pudieron obtener tierras de cultivo eliminando la vegetación natural. No sabemos cuándo se inició el proceso. En épocas romana e islámica Serra Gelada y sus inmediaciones debieron tener una ocupación muy débil y apenas han quedado restos de ella. 
En la Edad Media, tras la incorporación de este territorio al Reino de Valencia, siguió teniendo una densidad de población muy baja y no necesitaron cultivar la vertiente inclinada de la Serra Gelada. Desde que en 1325 se creó Benidorm toda ella estaba dentro de su término municipal y tenía la obligación de vigilarla y defenderla. A partir del siglo XV las incursiones de piratas norteafricanos se hicieron más intensas y poco a poco se despoblaron Benidorm, el Albir y Altea. Hacia 1502, tras un ataque corsario, los habitantes de Benidorm lo abandonaron y su término municipal, Serra Gelada incluida, fue anexionado a Polop que se encargó de su defensa.
La situación se mantuvo así hasta el siglo XVII cuando se repoblaron Altea y Benidorm. Esta última localidad recuperó sólo el sector de sierra que posee hoy día ya que el resto siguió en término de Polop hasta que tras la creación del municipio de l'Alfàs del Pi a principios de siglo XIX pasó a la nueva villa.

El Riego Mayor del Alfaz, creado en 1666 al mismo tiempo que el nuevo Benidorm, permitió un incremento de población tan grande que en el siglo XVIII, agotadas las tierras llanas más fértiles, se empezaron a roturar las laderas montañosas, pedregosas, con excesiva pendiente y poco aptas para la agricultura. Los cultivos fueron escalando la falda de Serra Gelada hasta donde la naturaleza del suelo lo permitió. Con mucha laboriosidad configuraron unos campos de cultivo mediante muros de piedra seca. Donde había algo de suelo aprovechable, se creaba un bancal aunque fuera pequeño. Muchos de ellos impresionan por la cantidad de trabajo humano invertido para plantar tan sólo un árbol, como por ejemplo en algunos barrancos. Los bajos rendimientos de esta agricultura a costa de un gran esfuerzo se comentaban con ironía en una "copleta" de Benidorm que recogió Miguel Guardiola:
Tu que sembres i llaures
per les costeres,
en arribar la collita,
¡colliras pedres!
(Tu que siembras y labras / en las cuestas, / cuando llegue la cosecha, / ¡recogerás piedras!).

Serra Gelada vista desde el Albir a principios de la década de 1960. Destacan los cultivos abancalados que se extienden a sus pies. Se observa que la masa de pinos que hoy cubre esta sierra estaba muy poco desarrollada.



Hoy día podemos observar en Serra Gelada las huellas de esta antigua ocupación agrícola que llenó de bancales sus laderas y barrancos. Predominaban los algarrobos  y aún se pueden observar los troncos secos de algunos. En las zonas más bajas había superficies más amplias que permitían cultivos no arbóreos (cereales, leguminosas, etc.) Un brazal de la Séquia Mare, el braçal de Sanç, recorría la base de la sierra desde la ermita de Sanç hasta el Racó de Loix donde desembocaba en el mar y permitió algunos cultivos de regadío. A finales del siglo XVIII el botánico Cavanilles destacaba la existencia de “maízes monstruosos”, es decir muy altos.


A partir de 1950, con la nueva economía turística, estas tierras marginales fueron las primeras en abandonarse, especialmente en aquellos sectores en los que era imposible el regadío. Los muros de piedra seca, por su horizontalidad, han contribuido a mantener la tierra y a favorecer el crecimiento de la vegetación natural, que ha recuperado esos espacios que antaño fueron suyos. También permitió su repoblación con pinos, la especie que hoy día es más visible.
Por desgracia la falta de mantenimiento está destruyendo poco a poco esos bancales por efectos de la erosión.

A continuación os pongo imágenes de algunas especies vegetales que por su abundancia podemos observar con facilidad si paseamos por esta zona baja de Serra Gelada. Hay muchísimas más pero el objetivo de este trabajo no es describirlas todas, algo que sólo puede hacer un botánico. Yo os comento las que me han parecido más interesantes.

El aspecto de la vegetación de Serra Gelada varía a lo largo del año. En los meses lluviosos, de octubre a mayo, la humedad del suelo permite el desarrollo de especies de ciclo corto. En invierno el suelo está cubierto de hierba en unos sectores y de musgos y líquenes en otros. El principio de la primavera es la época de las flores, de variados colores y formas. El verano es la época más dura. En castellano el verbo "agostar" indica el mes en que la vegetación se seca pero en esta zona climática el proceso empieza ya en junio. En julio y agosto hay en la Serra un fuerte olor a pinaza y a resina que yo denomino "olor a peligro de incendio" pues el fuego se propagaría fácilmente a causa de tanta vegetación seca. Las lluvias otoñales alivian la larga e intensa sequía estival.


En los meses de invierno la humedad del suelo permite el desarrollo de musgos y líquenes.



El pino carrasco (Pinus halepensis) es la especie arbórea casi única en esta zona ya que su cultivo más importante, los algarrobos, se secaron  por falta de cuidados. Aún se pueden ver algunos troncos secos que en ocasiones presentan rebrotes. 


El Pinus halepensis es el árbol que domina el actual paisaje de Serra Gelada. Se introdujo por repoblación.



El algarrobo se secó y sobreviven sus rebrotes




Fotografías anteriores a 1950, muestran una Serra Gelada sin vegetación. Se debía a la intensa ocupación humana por la agricultura. Por encima de los cultivos el pastoreo y la recolección del esparto y del palmito (para fabricar escobas) mantenían una densidad de vegetación menor que la actual.
La vegetación natural se recuperó de forma espontánea. La acción humana en la década de 1950 permitió su repoblación con pinos. 

Entre la vegetación natural que ha recolonizado los antiguos campos de cultivo destacan las especies arbustivas como la coscoja o coscoll (Quercus coccifera), lentisco o llentiscle (Pistacia lentiscus) y los espinos negros o espinal negre  (Rhamnus lycioides) cuyo hábitat natural son los bosques esclerófilos, en nuestro caso de pinos.
En un punto un tanto apartado encontré varios madroños  o arborcers (Arbutus unedo), una especie protegida. 




Coscoll o Quercus coccifera



Quercus cocifera con sus típicos frutos



Pistacia lentiscus con sus típicos frutos rojos


Pistacia lentiscus


El Rhamnus lycioides, muy abundante, es un arbusto que como el lentisco o la coscoja pueden superar los 2 metros de altura.

Arborcer (madroño) o Arbutus unedo


Detalle del Arbutus unedo




Este arbusto, Aladern, Aladierno (Rhamnus alaternus), alcanza alturas semejantes a los anteriores pero sus ejemplares no son tan numerosos.  



Detalle de las hojas dentadas del arbusto anterior.

Otras especies de menor tamaño, fáciles de observar como las anteriores, son las jaras o estepa blanca  (Cistus albidus), con sus características flores de cinco pétalos rugosos de color rosado o lila. 



También vemos el brezo o bruc (Erica multiflora)


Erica Multiflora con un a abeja en sus flores




También destacaré el enebro o ginebre  (Juniperus communis), cuyas bayas se han utilizado para la elaboración de la ginebra. 



El Juniperus communis es relativamente frecuente en esta parte de Serra Gelada.


Juniperus communis con sus bayas


En toda la Serra Gelada abunda el esparto o espart (Stipa tenacissima), tan utilizado en la antigüedad para confeccionar cuerdas, cestas, calzado, etc. En Benidorm hay un refrán que dice: "Si el Puig Campana du capell, pica espart i fes cordell". Significa que durante el mal tiempo los agricultores debían quedarse en casa y trabajar el esparto. El refrán aparece en muchas otras localidades valencianas y en cada una ponen el nombre de una montaña próxima.



Entre las plantas de pequeño tamaño llama la atención por su aspecto y abundancia una planta con multitud de nombres en castellano siendo más populares uva de pastor y uña de gato, en valenciano raïm de pastor (Sedum sediforme). 




Raïm de pastor creciendo entre rocas junto a líquenes. 

Es una planta crasa con pocas exigencias de agua que antiguamente se veía en los tejados lo que dio lugar al dicho popular:
“Que coses més bones que cria el Senyor, 
damunt de les teulades raïm de pastor”
Alude a que tenía usos medicinales muy variados y también porque, adobada en vinagre, constituía un aperitivo muy apreciado en otras épocas.

Entre las varias especies de setas que crecen en esta Serra Gelada me parece interesante señalar una que surge en los otoños más lluviosos. Tiene  la forma y el color de un champiñón pero de tamaño mucho más grande ya que su sombrero puede alcanzar un diámetro de unos 17 o 18 cm.





Variedad de champiñón silvestre de gran tamaño que crece en los otoños lluviosos en las zonas más umbrías de la Serra Gelada, debajo de los pinos y entre sus hojas secas. Todavía se está desarrollando porque su sombrero conserva la forma redondeada inicial.



La misma especie de la imagen anterior cuando ha alcanzado su total desarrollo con un sombrero que en algunos ejemplares pueden alcanzar casi 20 cm de diámetro. 

Ademas de esta especie de color blanco abundan las setas de color bronceado como las dos que incluyo a continuación.




Hay otras muchas especies vegetales cuya enumeración sería prolija. En su lugar os presento las fotografías de las que me han parecido más interesantes. Algunas de ellas (orquídeas, jacintos, lupinos, etc.), suelen verse en primavera, tras los períodos lluviosos y llaman la atención por su colorido y belleza.


Falso narciso, narcís de muntanya. Narcissus pseudonarcissus.








Nazareno (castellano), calabruixa o all de bruixa (valenciano). Muscari neglectum














Gladiolo, gladiol o lliri d'espases. Gladiolus communis.















Panialadro en castellano, bracera fina en valenciano. Centaurea aspera








La fauna de Serra Gelada.
Antes de que los humanos ocuparan esta sierra la presencia animal debió ser abundante. La Prehistoria nos enseña que en la Cova Gelada hace más de 20.000 años, aquellos antepasados nuestros cazaban y consumían caballos, toros, cabras montesas y ciervos, todas ellas especies que desaparecieron posteriormente de este ámbito. Las especies que se consumían entonces y que hoy sobreviven eran conejos y caracoles.

La introducción de las actividades agrícola, pastoril, de recolección, etc., supusieron una reducción importante  del hábitat de todas las especies y por tanto de su número hasta llegar a la precaria situación actual. 
La caza ejerció también una presión sobre algunas especies y exterminó otras que entraban en competencia con el hombre. Jabalíes, lobos y zorros que es seguro poblaron este hábitat fueron exterminados por completo porque durante años se procedió a su exterminio por ser considerados "dañinos". Las actas municipales recogen algunos casos. Por ejemplo en 1936 se intentó eliminar “animales dañinos” y aunque no se especifica la especie serían muy probablemente los zorros ya que competían con el hombre en la caza de conejos y otras especies. (AMB 4813/20). Se comunicó a los alcaldes de pueblos limítrofes que el envenenamiento se había realizado durante el período de veda colocando cebos de estricnina en la parte norte de Benidorm y en Serra Gelada.
El por qué de este exterminio lo explicaba años más tarde Pere Maria Orts i Bosch en una novela, Benizalema, que nunca publicó. En ella aludía a los zorros como un peligro para las aves de corral: "Voy a cerrar puertas y a ver si los animales ya están recogidos no sea que pierda alguno. Dicen que por las  noches bajan zorras de la sierra Freda [Gelada] y, que hasta dentro del pueblo entran, cuanto más aquí que estamos en pleno campo". 

Entre la fauna de vertebrados predominan los conejos, visibles en toda la sierra sobre todo al amanecer y al atardecer. Menos fáciles de observar son las ardillas pero se dejan ver de vez en cuando. La acumulación de piñas roídas al pie de algunos árboles delata su presencia. 

Entre los reptiles sólo en una ocasión pude ver una tortuga y me queda la duda de si era un animal autóctono o dejado en libertad por su propietario. En cambio he visto en bastantes ocasiones serpientes de distinto tamaño, desde unos 20 cm hasta mas de 1,5 m. 



Es curioso el caso de los sapos o gripaus. Los he visto  raras veces tras las lluvias. Sin embargo es fácil ver sus huevos. Hay una pequeña balsa de cemento construida hace años por los cazadores. La llenaban de agua, esperaban ocultos a los animales que iban a beber y les disparaban. Hoy día se llena sólo cuando llueve en abundancia y es entonces cuando los sapos ponen sus huevos formando largas hileras como una especie de rosario. Eclosionan en poco tiempo y la balsa se llena de renacuajos. Por desgracia se suele secar muy pronto y estos animales no pueden completar su ciclo de crecimiento.  


La pequeña balsa, antiguo engaño para cazar animales, ha dado una posibilidad de desarrollo de una especie no muy abundante.


Los renacuajos nadando en el agua de la pequeña balsa

De entre las aves me parece interesante destacar las perdices. En primavera he podido observar algunas veces a la madre con sus crías siguiéndola en perfecta línea recta. Actualmente estas aves ya no temen al hombre y al principio de la ruta del faro del Albir algunos ejemplares se han habituado a la comida que les ofrecen los viandantes. Es un contraste muy grande respecto a otras épocas en las que su caza había sido habitual. En el periódico “El Graduador” del 3 de julio de 1883 se publicaba la siguiente información:  
A LOS CAZADORES. – Las perdices abundan en Sierra Helada. 
Un pastor que baja los domingos á Benidorm hacía subir á veinte el número de polladas de tales animalitos que vió en un solo dia. Con que á preparar las municiones y la escopeta y á Sierra Helada”.


Habéis comprobado que esta entrada no es sólo histórica. He añadido elementos geológicos y sobre todo de botánica porque he pensado que podía ayudar a apreciar y entender mejor este espacio natural tan valioso que tenemos en Benidorm y de esa manera contribuir a que ciudadanos y autoridades se impliquen en su conservación. 
Es frecuente encontrar colillas por los caminos. Es una imprudencia fumar en ese espacio en el que el fuego puede prender con suma facilidad, sobre todo en los meses estivales.
En los días de Pascua hay grupos de personas que acuden a Serra Gelada a pasar la tarde y merendar, una actividad tradicional. Pero algunos dejan el lugar lleno de plásticos, latas, etc., y estropean el atractivo natural por el que escogieron ese lugar.
Durante los momentos más duros del confinamiento muchas personas acudieron a este espacio a hacer deporte corriendo o en bicicleta y dejaron los caminos llenos de botellas de plástico, latas de bebidas isotónicas, envoltorios de barritas energéticas, servilletas, etc. El buen deportista sabe compatibilizar su afición saludable con el respeto al medio ambiente que le permite llevarla a cabo. 
Estos son sólo algunos ejemplos de malos usos que debemos evitar a toda costa para la correcta conservación de este espacio tan valioso de Benidorm del que todos podremos disfrutar si lo respetamos.

Para finalizar me gustaría recordar que turismo y protección del medio natural no son incompatibles. Lo dice la Generalitar Valenciana: "estas excepcionales condiciones naturales [de Serra Gelada] se dan en un entorno turístico de gran frecuentación (se estima que a Benidorm acuden más de 5 millones de viajeros al año), que constituye de hecho el de mayor densidad de toda la Comunidad Valenciana, y donde es precisamente la presencia de mar y costa el mayor activo y atractivo de este sector económico. Tal coincidencia en un espacio relativamente reducido no debe interpretarse como una paradoja, a pesar del riesgo que representa para la parte más débil: el medio natural. Resulta cada vez más evidente que un entorno adecuadamente conservado es un factor de relevancia a la hora de la elección del destino turístico, a la vez que permite completar la oferta de ocio.” (DECRET 58/2005, d’11 de març, del Consell de la Generalitat, pel qual s’aprova el Pla d’Ordenació dels Recursos Naturals de la Serra Gelada i la seua zona litoral)