El contralmirante Julio Guillén Tato y el turismo de Benidorm.
Francisco Amillo Alegre
En el Benidorm de los últimos siglos la influencia de los hombres de la mar ha sido muy intensa, incluso en la política local. Alcaldes como Vicente Llorca Alós, José Miñana Pérez o José Pagés Barceló fueran ejemplos de personas honestas y comprometidas con sus conciudadanos a pesar de ser de ideologías muy diversas.
En la década de 1950 nos encontramos con un marino frustrado, Pedro Zaragoza Orts, y un marino muy vinculado al anterior y a Benidorm, el contralmirante Julio Guillén Tato (Alicante, 1897 – Madrid 1972).
Su figura transciende claramente el ámbito local de Benidorm: era alicantino de nacimiento, residente en Madrid por su profesión y universal por su proyección internacional como historiador de la marina [1].
En el humedal de la playa de Poniente se rodaron escenas del film “Alba de América” (1951) por iniciativa de Julio Guillén Tato.
1. Los primeros contactos de Julio Guillén Tato con Benidorm.
“[...] y esto es una promesa que le hago yo a la familia Guillén: dejar escrito con letras de oro su nombre en nuestra tierra” [2].
A pesar de no haber nacido en esta ciudad Julio Guillén Tato, a lo largo de más de una década, hizo muchas cosas por ella y se sintió tan identificado con ella que firmó algunos artículos con el pseudónimo de “Jaime de Benidorm”. Esta pasión por el pueblo marinero le acompañó siempre.
La relación de Guillén Tato con Benidorm se retrotrae a su niñez cuando su padre, el pintor y profesor de instituto Heliodoro Guillén Pedemonti, veraneó en Benidorm. Según Pedro Zaragoza Orts vino cuando era un niño de pocos meses que necesitaba ser amamantado por María, una madre de leche del barri del Camp, el barrio de pescadores. Continuó acudiendo otros veranos y siempre visitaba a la que denominaba “la madre María” [3].
El pueblecito de principios del siglo XX lo deslumbró e hizo amistades con otros niños que le duraron el resto de su vida. Explicaba en una entrevista que le había hecho el verano de 1963 el periodista Tico Medina:
“Yo recuerdo haber venido aquí desde el año 1905, cuando la guerra ruso-japonesa. Los chiquillos jugábamos cerca del mar, a eso de las guerras. Y aún hoy quedan algunos de aquellos zagales que jugaban conmigo. Por ejemplo, Jaume el boticario, el mancebo de la botica más bonita del mundo, que dijo Miró...” [4]
En la década de 1940, como capitán de navío, director del Museo Naval de Madrid, director de la Revista General de Marina, miembro de la Real Academia de la Historia y otros importantes cargos, decidió continuar el veraneo con su mujer María de los Ángeles Salvetti y sus hijos.
En el artículo “Una misa en Benidorm”, escrito en la década de 1940, describió su trayecto desde el puerto hasta la iglesia de Sant Jaume comentando con admiración el paisaje, las edificaciones y las personas, pero especialmente los aspectos marineros del pueblo de aquella década; sobre la playa del Mal Pas dice:
“[...] la más deliciosa y minúscula caleta que soñarse pueda; y que dicen del Mal Pas. Desde lo alto hasta el fondo de la mar parece arrojar luz; todo es tan luminoso, como verde aguamarina, que los pececillos no se advierten sino por la próxima sombra en la arena limpia y menuda” [5].
A finales de esta década de 1940 ya debía de pensar en veranear siempre en Benidorm porque compró un solar pegado al lado sur del transepto de la iglesia de Sant Jaume:
“compra a Don Pedro Zaragoza Orts según escritura autorizada por el notario que fue de esta villa, Don Delfín Martínez Díaz Carrasco el catorce de septiembre de mil novecientos cuarenta y nueve. Carece de inscripción en el Registro de la Propiedad” [6].
El solar, de 700 m², impedía la comunicación entre las plazas de Castelar y Señoría. Lo compró a Pedro Zaragoza al que había conocido cuando hacía su servicio militar en la Biblioteca Central del Ministerio de Marina que dependía de Guillén Tato. Sobre él indicaba “puedo decir que dentro de la Biblioteca él tenía una gran confianza en mí y llegué a conocer profundamente a don Julio Guillén jefe” [7].
La fotografía muestra el solar pegado a la iglesia que Guillén Tato compró a Pedro Zaragoza en 1949. El aspecto que tenía ese año debió ser muy similar al que muestra la fotografía.
Ignoramos la causa, pero el hecho cierto es que nunca edificó en este solar. Según Vicente Ramos, su biógrafo, al año siguiente compró otra casa en la calle Santa Faz. Añade un hecho curioso:
“Y, en 1950, decidido a arraigarse más, adquiere vivienda propia, sita en la calle de la Santa Faz, así como un solar detrás de la iglesia, cuyos gastos de derechos reales y escritura los sufragó, en su homenaje, el Pósito de Pescadores. Guillén agradeció la delicadeza, pero remitió mil pesetas al jefe de Telégrafos, José Pérez Devesa, para que éste las hiciera llegar «al Sr. Cura como donativo del Pósito, y sin que figure mi nombre, para que las aplique a las familias pescadoras más necesitadas»” [8].
Queda patente la admiración y el respeto que le tenían en Benidorm todos los que habían hecho el servicio militar en la Marina y lo habían conocido como oficial de algunos navíos o como director del Museo Naval. También su generosidad porque no aceptó el pago y lo devolvió de forma anónima.
La casa de la calle Santa Faz la denominó San Telmo, y la inmediata que compró posteriormente y donde tenía su despacho la llamó “Caseta Blava”, Ambos edificios se convirtieron durante unos años en la residencia estival de la familia Tato-Salvetti.
Fotografía del año 1960 o 1961. Al fondo, a la derecha la primera casa que adquirió guillén Tato en la calle Santa Faz. Le puso por nombre “Lo d’En Guillén” y colocó sobre la puerta la imagen de San Telmo. Más tarde adquirió la casa contigua que denominó “la Caseta Blava”.
El 10 de diciembre del mencionado año 1950 tuvo lugar, en el Ayuntamiento de Benidorm, una sesión extraordinaria con un único punto al orden del día: la toma de posesión como alcalde de Pedro Zaragoza Orts por nombramiento del gobernador civil de Alicante [9]. Pocos días después el nuevo alcalde escribía a Guillén Tato: “Desde hace unos días y por imposición del Sr. Gobernador Civil de esta provincia, soy alcalde de Benidorm.” [10]. Se iniciaba una década larga de intensa colaboración, amistad y mutua admiración entre dos personajes dispuestos a convertir el pequeño pueblo de agricultores, pescadores y marineros en una localidad turística pero respetando sus bellezas naturales y su personalidad tradicional.
2. Los años de estrecha colaboración con Pedro Zaragoza (1951-1963).
A lo largo de poco más de una década la colaboración de Julio Guillén Tato con el Ayuntamiento de Benidorm, fue muy intensa, eficaz y totalmente altruista. A continuación expongo algunos de los hechos más destacados.
La primera reunión de la corporación municipal presidida por Pedro Zaragoza se celebró el 24 de enero de 1951. El primer tema que se trató fue la creación de dos escuelas unitarias en la partida de l’Almafrà para escolarizar los niños y niñas de las partidas rurales de esa zona agrícola de Benidorm. Predominaba el hábitat disperso en masías alejadas entre 1,5 y 3 km. del casco urbano por lo cual su escolarización era compleja con el resultado de una tasa de analfabetismo demasiado alta.
Año 1959: la escuela de l’Almafrà en obras. El edificio tenía dos aulas unitarias, una de niños y otra de niñas. Se empezaron a utilizar en octubre de ese año aunque la inauguración oficial se hizo a primeros de febrero de 1960.
Pedro Zaragoza tardó unos diez años en lograr este loable objetivo. La causa del retraso fue la complejidad de los trámites burocráticos. Desde Madrid la actuación de Guillén Tato ante el Ministerio de Educación, el Banco de España y otras entidades fue muy importante para conseguir la construcción de las escuelas. Por ello en el pleno municipal del 02/10/1951 se decidió “por unanimidad hacer constar en acta el agradecimiento de la Corporación a Don Julio Guillén Tato, Director del Museo Naval de Madrid, por el interés que ha tomado por esta villa” [11].
La construcción del Grupo Escolar Leonor Canalejas se decidió al año siguiente. En el acta del pleno municipal del 17 de febrero de 1952 el alcalde informaba que el edificio de propiedad municipal por donación de Leonor Canalejas
“ha tenido que ser desalojado por su estado ruinoso y las clases se dan en locales habilitados provisionalmente que no reúnen condiciones”.
Proponía “edificar lo antes posible un grupo escolar” [12].
La construcción de un Grupo Escolar había sido uno de los objetivos de todas las corporaciones municipales de la Segunda República, de diferentes signos políticos. Por varias razones ninguna de ellas lo consiguió, a diferencia de las poblaciones vecinas. En Benidorm los niños continuaban escolarizados en escuelas habilitadas en casas particulares alquiladas con esa finalidad.
Pedro Zaragoza tardó nueve años al lograr este segundo objetivo educativo. A las dificultades burocráticas se añadió la carencia de dinero ya que el Ayuntamiento tenía un presupuesto muy bajo. Y de nuevo la ayuda desinteresada de Guillén Tato fue decisiva para facilitar a Pedro Zaragoza los contactos y amistades de Madrid que le permitirían culminar con éxito su objetivo. (Más información AQUÍ.
La ayuda de Guillén Tato no faltó en todos los años de su tramitación. En 1955, con el expediente parado en alguna dependencia administrativa, le recomendó escribir al embajador Alfredo Sánchez Bella para agilizarlo porque “puede mucho y le gusta que lo sepan”. Le daba un argumento de peso para conseguirlo ya que había muchas solicitudes en el Ministerio de Educación: el mes de julio era lectivo y los turistas veían el anticuado tipo de escuelas de Benidorm.
“[…] es el único pueblo de España lleno de extranjeros en plena época escolar. No pueden llevarse a su país una visión mezquina de nuestra enseñanza primaria [...] mañana almuerzo con Artajo y le diré esto de los extranjeros” [13].
Suministro de agua potable a los domicilios de Benidorm.
Otro tema que Pedro Zaragoza inició a principios de su mandato fue el suministro de agua potable. En un primer momento, en el mes de abril, continuó los trabajos hechos por la corporación anterior para llevar el agua desde la fuente de Carreres, en Lliriet, hasta los domicilios de Benidorm. Pero en la sesión plenaria del 20 de octubre abandonó ese proyecto por la insuficiencia de los caudales:
“a pesar de los sacrificios hechos por el Ayuntamiento y el vecindario y de la subvención del Estado, el resultado ha sido nulo pues el manantial de Carreres [...] no ha dado el resultado que se esperaba” [14].
Añadía que el aforo realizado daba 1 litro por segundo, un caudal totalmente insuficiente para el consumo del sector turístico que Pedro Zaragoza preveía: 25.000 veraneantes. Por esa causa, después de analizar varias alternativas se optó por comprar la finca Rabasa de Polop, en el Pla de Xirles, porque disponía de agua subterránea: “existen aguas abundantes”.
Este nuevo proyecto, como los dos anteriores, tampoco fue fácil y se dilató mucho en el tiempo. Solo la compra de la finca de Polop superaba el presupuesto anual ordinario de Benidorm y Pedro Zaragoza solicitó la colaboración de los vecinos que compraron la finca y la cedieron al Ayuntamiento. Guillén Tato también participó en esta operación.
Pero los gastos de de conducción del agua hasta Benidorm, 8.400.000 pesetas a pagar en tres años, suponían un esfuerzo mucho más extraordinario. De nuevo Guillén Tato hizo valer sus influencias para conseguir autorizaciones y sobre todo fondos estatales. Así lo explicaba Pedro Zaragoza:
“Cuando las Aguas Potables de Benidorm fué también un entusiasta defensor y nos llevó a Vallellano. En realidad don Julio abrió muchísimas puertas. Muchas puertas que después posiblemente la gente, o porque no lo saben o porque son muy jóvenes algunos y desconocen el pasado de Benidorm, lo han olvidado” [15].
En el párrafo citado alude al conde de Vallellano pero en otras partes de su discurso nombra también otros políticos a los que pudo acceder gracias a su intervención. De este modo Pedro Zaragoza pudo crear una red de contactos y amigos que resultaría muy útil.
En el acta del pleno del 17/12/1955 se hace constar “la gratitud del Ayuntamiento y del pueblo de Benidorm” a un grupo de persones “por su decisiva colaboración en la traída de aguas”. Entre ellas figura el “Excmo Sr. D. Julio Guillén Tato, Director del Museo Naval”. [16]
Cómo ya he comentado estos tres primeros proyectos tardaron muchos años en materializarse pero finalmente, a primeros de febrero del año 1960, se inauguraban las escuelas de l’Almafrà y el grupo escolar Leonor Canalejas. A finales de ese mes se inauguraba con toda solemnidad el abastecimiento de agua potable a los domicilios y empresas de Benidorm. Los tres habían sido proyectos de compleja y larga ejecución con momentos de desaliento pero finalmente se materializaron y permitieron que se acuñara el lema “De ilusión también se vive”.
El film Alba de América (1951).
El 20 de diciembre del 1951 se estrenó en los cines de toda España el film Alba de América. Guillén Tato había sido nombrado asesor histórico y naval de la superproducción y había dirigido la reconstitución de la carabela Santa María utilizando las herramientas de la época. Había aconsejado que algunas escenas se rodaran en Benidorm y así se hizo. La silueta de Canfali con el pueblo a sus pies rememoraba una villa de finales del siglo XV y la playa de Poniente se convertía en la playa tropical del desembarco de Cristóbal Colón en América.
Algunos habitantes de Benidorm trabajaron como figurantes en el film y a corto plazo fue una ayuda económica para un pueblo en el que aún se utilizaban las cartillas de racionamiento. A largo plazo contribuyó a dar publicidad a la villa que quería convertirse en un importante centro turístico. Aunque “Alba de América” no fue el primer film que se rodaba en Benidorm, tuvo gran difusión nacional y popularizó nuestra ciudad.
La carabela del film "Alba de América" durante el rodaje en Benidorm en el verano de 1951. Fuente: Foto Sánchez de Alicante, publicada en "Fotografía para la Historia de Benidorm" por J. Vázquez.
Guillén Tato dedica a Benidorm una de sus publicaciones de historia naval.
Conocer más a fondo la historia marinera de Benidorm reforzó el afecto que ya sentía por Benidorm. Guillén Tato fue el impulsor de la creación del Archivo General de Marina Don Álvaro de Bazán en 1948 y su primer director . Entre sus muchas actuaciones es conveniente destacar la publicación de un índice documental de la Sección de Corsos y Presas donde había encontrado numerosas referencias a Benidorm y sus marinos. Decidió que la dedicatoria de la obra fuese para dicho pueblo lo que en 1953 motivó el agradecimiento de la corporación municipal:
“Visto el libro del Capitán de Navío Don Julio F. Guillén […] que tan inteligente y erudito paisano dedica a Benidorm, […] los reunidos expresan su satisfacción y acuerdan por unanimidad que se haga constar en acta el agradecimiento de la Corporación por hacer figurar el nombre de esta villa en la dedicatoria y reunir datos muy interesantes sobre la misma” [17].
El prólogo que tanto había complacido a la corporación benidormense es el siguiente:
“A la villa de Benidorm, tantas veces citada en estos papeles, que, aún en el siglo pasado, mantenía armadas para corsear dos embarcaciones, en ocasiones, montadas por mujeres que vengaban, desde el tiempo de los moros, a maridos y hermanos. Al pueblo claro y recogido que cantó Gabriel Miró, con casas volcándose en los cantiles de color limón casas con lonas de falucho y cortinas de xarsia que buza en el azul del mar fenicio, cortando playas de maravilla desde el Rincón de Loix a la Caleta, con escenografía de luz y paisajes griegos y hasta el lujo de una isleta enfrente... A tantos y tantos marineros que sirvieron conmigo en los barcos, como a los que no alcancé a conocer sino a través de estos papeles: a los valientes corsarios que fueron los Pérez, los Bayona, los Orts, los Ortuños... Y, sobre todo, a la Mare de Deu del Naufragi su celestial Patrona, Virgen tan marinera que su imagen fue antes pulido mascarón, joya en la proa de un bajel, dedico, con apasionado fervor, este libro” [18].
Hay algunas afirmaciones en el texto citado que las investigaciones actuales estiman incorrectas como, por ejemplo, las tripulaciones femeninas de naves corsarias o considerar la imagen de la Virgen del Sufragio como mascarón de proa cuando era de popa; este detalle no se conoció hasta el año 1965. Pero eso no invalida el valor de la elegante dedicatoria al pueblo de Benidorm.
Guillén Tato controla las nuevas construcciones del núcleo histórico de Benidorm.
Otro tema que Pedro Zaragoza tuvo muy claro, desde los primeros momentos, era que potenciar la actividad turística implicaría un gran desarrollo de la construcción. A los tres meses de ser alcalde nombró aparejador sin sueldo a Cristóbal Hernández Espinosa y arquitecto municipal a Francisco Muñoz Llorens, también sin sueldo. El objetivo era la creación de un Plan General que regulara el futuro crecimiento de Benidorm. Siguieron unos año de mucho de trabajo hasta que finalizaron en 1955. En 1956 la Comisión Provincial de Urbanismo aprobó en Alicante el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El nuevo Benidorm turístico se ponía en marcha.
Guillén Tato se sumó a esta iniciativa aunque su principal preocupación fue que la modernización del núcleo histórico, que él denominó la vila vella, fuera compatible con la conservación de las bellezas naturales y la tradición de pueblo abierto a la mar. Pero su proyecto no fue entendido por algunos propietarios que priorizaban aumentar el volumen edificable creciendo en altura incluso a costa de reducir la anchura de las calles. En las alegaciones al proyecto de nuevas alineaciones del centro urbano hubo propietarios que pedían “se reduzcan todas las calles a diez o doce metros” [19].
En enero de 1955 Pedro Zaragoza envió a Guillén Tato el plan de modernización de la plaza del Castell para que le aconsejara sobre su reforma. La celebración de verbenas en verano había sido una importante fuente de ingresos para la Comisión Pro-Playas y las reformas que se hicieron contaron con el beneplácito de Guillén Tato que le había enviado un esbozo. La plaza del Castillo recuperó su atractivo turístico y fue el punto al que se llevaba a visitantes ilustres, como por ejemplo Carmen Polo, esposa del Jefe del Estado.
En marzo de dicho año le envió las normas generales urbanísticas del PGOU de Benidorm, indicándole:
“resultaría muy conveniente que usted le echase una ojeada antes de que fuese aprobado. En este trabajito nos jugamos el porvenir del pueblo” [20].
También en esos meses Guillén Tato compró la casa de Pérez Llorca, anexa a San Telmo, que transformó en la Caseta Blava.
El año 1956, el de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Benidorm, el Ayuntamiento acordaba
“por unanimidad nombrar al Excmo. Sr. Don Julio Guillén Tato, […] cronista y asesor artístico con carácter honorario, para que informe preceptivamente en los asuntos históricos y urbanísticos en que deba presidir el carácter local” [21].
Guillén Tato, gran historiador de temas navales, había escrito muy poco sobre la historia de Benidorm. Por lo tanto resultaba sorprendente su nombramiento como Cronista Oficial. La explicación la dio él años más tarde. En 1956 ya se podía empezar a construir en el centro histórico y Guillén Tato no se fiaba del respeto a los principios que, en su opinión, debían de regir dicha transformación. Por tanto, para poder supervisar los permisos de obras, convenció a Pedro Zaragoza para que lo nombrara para dichos cargos sin sueldo:
“[...] me hice nombrar Cronista de la Villa, tan sólo para velar -desgraciadamente, en vano- por el carácter local de las edificaciones en la parte vieja [...] El primer año, de 19 obras, informé mal 18, y... dejaron ·de enviarme expedientes; según tengo entendido, creo que intervino el Colegio de Arquitectos de Valencia. Quiero decir con esto que no soy auténtico Cronista de Benidorm.” [22].
Las presiones de varios sectores contra Guillén Tato por su rigor en la aplicación de las normas urbanísticas tuvieron finalmente éxito. El resultado fue que, en el actual núcleo histórico, solo la Plaza de la Señoría sea digna de dicho calificativo. El Carreró dels Gats y la Costera del Barco, dos calles que también diseñó y pavimentó con cantos rodados de varios colores sufrieron transformaciones posteriores que han desvirtuado su carácter original. En dichas calles y plaza trabajó personalmente colocando el pavimento y contando con la ayuda de sus hijos y de algunos niños de Benidorm cuando volvían del colegio ya que en aquellos años el mes de julio era lectivo.
La Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm.
Otro punto que Pedro Zaragoza tuvo muy claro desde los primeros momentos fue la promoción turística de Benidorm. La inició en enero del año 1951 mediante la Comisión Pro-Playas. El carácter voluntario y entusiasta de dicha Comisión no acabó de satisfacer a Pedro Zaragoza que quería dar más importancia y continuidad a las actividades de promoción.
Por ello en 1955 creó la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm. Dicho nombre fue fruto de la admiración que sentían por este ilustre escritor alicantino las dos personas más implicadas en la creación de la asociación: Pedro Zaragoza y Guillén Tato. No se indica quien redactó su Reglamento pero la impronta del director del Museo Naval es evidente. El domicilio de la Asociación estaba en Benidorm en la “Caseta Blava”, Plaza de la Señoría n.º 10” que como ya hemos visto era de su propiedad. Además en otros artículos se refleja el concepto de Guillén sobre la modernización de Benidorm:
“Velará porque el desarrollo urbano se mantenga dentro del estilo tradicional de esta región, así como el que la “vila vella” conserve y aún aumente su carácter.” (Artículo 5)
“Tendrá por misión el fomento de los intereses materiales y espirituales de la villa de Benidorm y su término, con miras a su progreso, dentro del máximo respeto a sus bellezas naturales y urbanas, carácter y sabor locales y acerbo tradicional, que serán ensalzados.” (Artículo 2) [23] Más información sobre esta Asociación en AQUÍ)
Plaza de la Señoría, Carreró dels Gats y Costera del Barco.
El ideal urbanístico de Guillén Tato para modernizar el centro histórico de Benidorm sin que desaparecieran sus características de pequeña villa marinera se pudo plasmar en tres espacios urbanos degradados que por su intervención adquirieron gran atractivo turístico. Me refiero a la Plaza de la Señoría, el Carreró dels Gats y la Costera del Barco.
En el mes de mayo de 1955 el pleno municipal aprobó el “Proyecto de urbanización de la plaza de detrás de la Iglesia” que había redactado el arquitecto municipal Francisco Muñoz Llorens. En el pueblo se conocía como “la Replaceta”, Guillén Tato la denominaba del Mal Pas y actualmente es la Plaza de la Señoría [24].
Antes de empezar las obras se vio la necesidad de ensanchar la plaza a costa de derribar algunas edificaciones. Por el lado norte se expropiaron tres casas y dos de los propietarios impugnaron la indemnización que les asignaron aunque, finalmente, el Jurado Provincial de Expropiación dictaminó que el precio señalado por los técnicos municipales era correcto. Eran solares pequeños, de 81 y 173 m². En el lado Sur había un solar vallado que ocupaba una superficie de 700 m² y pertenecía a Guillén Tato desde que lo adquirió en 1949. Lo cedió al Ayuntamiento y no quiso ninguna compensación económica :
“[...] el Excm. Sr. Dn. Julio Guillén Tato ofreciendo al municipio la donación de un solar de su propiedad situado en el Mal Pas, hoy plaza en Proyecto, al final de la calle Alicante, lindante por la derecha por la prolongación de la calle de San Vicente; izquierda Iglesia Parroquial y, espaldas, ribera del mar según consta en el Registro de la Propiedad, para destinarlo a plaza pública.” [25].
Guillén Tato diseñó y ejecutó personalmente, con la ayuda de sus hijos, el pavimento de cantos rodados de varios colores que actualmente podemos observar. Los motivos decorativos son elementos náuticos. También diseñó el rótulo con el nombre de la plaza que está en la pared posterior de la iglesia de Sant Jaume. Pintó la cenefa decorativa, redactó el texto en valenciano y envió el diseño a la fábrica de azulejos. Sirvió de modelo para rotular otras vías públicas.
Las obras de urbanización de la plaza finalizaron el 1959 y el coste final fue de 101.052,50 pesetas [26].
Respecto al nombre de la nueva plaza Pedro Zaragoza quería ponerle el de Guillén Tato cosa a la que el contraalmirante se negó. Le indicó que si Florencia tenía una plaza de la Señoría Benidorm no podía ser menos y desde entonces este es su nombre oficial.
Durante esos años también modernizó con arcos y pavimentación de cantos rodados dos calles degradadas. Una de ellas se denominaba de manera coloquial Carreró Brut y después de las reformas se transformó en el Carreró dels Gats que a partir de entonces se utilizó en muchas postales como una calle tradicional de gran atractivo turístico. Vicente Ramos lo explicaba así:
“Con fecha 10 de enero de 1956, Guillén recibe la siguiente información de Pedro Zaragoza: «El Ayuntamiento ha acordado delegar en Vd. para que, en la primera oportunidad, se encargue de dirigir la pavimentación y embellecimiento, alumbrado y plantación del Carreró dels gats» .
Y, efectivamente, Julio Guillén Tato, miembro de la Real Academia de la Historia y director del Museo Naval, amén de otros muchos cargos y honores, llevó a cabo personalmente y con ayuda de sus hijos tal y tan grata misión durante los meses de julio y agosto de 1957”[27].
La calle de la Paz, que daba a la plaza de la Constitución y también estaba muy degradada, experimentó idéntica transformación aunque aquí, bajo el arco regaló al pueblo el modelo de un velero con un panel de cerámica explicando, en valenciano, que era un exvoto:
"A la memòria dels mariners de Benidorm qui patiren, o moriren dins la mar, offrenant a la Patria inmortal, llurs sofriments i llurs preuades vides, per tot arreu del mon, i sempre baix les colors de la beneïda bandera de l’Espanya eterna.
El Director del Museo Naval Capità de Navio Juli Guillén Tato va penjar aquest exvot a la Mare de Deu del Naufragi 1956.”
A causa de este exvoto el Ayuntamiento cambió el nombre de la calle por el de Costera del Barco y continua con él a pesar de que hace años desaparecieron el arco y el barco, quedando sólo el panel cerámico.
Director del Museo de Benidorm.
En 1956 el Ayuntamiento otorgó otro cargo a Guillén Tato: “Director del Museo de esta población” [28]. No existía tal museo, fue un proyecto que, por desgracia, nunca se realizó. Pedro Zaragoza había conseguido que cuando finalizaran las obras del actual cuartel de la Guardia Civil de la avenida de Beniardà, cuyo solar había cedido el Ayuntamiento, el solar del cuartel de la plaza del Castillo se dedicaría a biblioteca y museo. El edificio se construyó muchos años después, en 1974, cuando el contralmirante ya había fallecido. Unos entusiastas ciudadanos, el Grupo 13 de Arte y Cultura, habían retomado la idea de construir el museo pero el Ayuntamiento decidió destinarlo a biblioteca municipal. En dicho edificio se expusieron algunas piezas arqueológicas pero nunca fue un museo digno de ese nombre [29].

Canfali visto desde la playa de Levante. El último edificio del lado sur fue el que el Grupo 13 de Arte y Cultura promovió para Museo Arqueológico pero finalmente, en 1974, fue dedicado a biblioteca, la Biblioteca Gregorio Marañón, hasta que fue demolida a principios del siglo XXI.
Cara de Poniente del promontorio de Canfali. Fachada principal del edificio de la Biblioteca Gregorio Marañón ocupando el solar del antiguo cuartel de Carabineros.
La idea de Pedro Zaragoza era que el futuro museo tuviera una parte pictórica, pidiendo un cuadro a todos los pintores que veranearan en Benidorm y especialmente a los que pintaron su paisaje, como había hecho Francisco Lozano Sanchis, a quien en 1951 el Ayuntamiento dedicó una calle, Pintor Lozano. La idea, que finalmente no cuajó, era que este artista fuese a Benidorm lo que Dalí era a Cadaqués.
Según Pedro Zaragoza el museo también podría recoger objetos arqueológicos del Tossal de la Cala. Había sido excavado en la década de 1940 y el PGOU lo declaró zona urbanizable. Unos meses después de su aprobación, en 1956, la empresa Gargallo S.A. abrió un camino de acceso hasta la cima del Tossal donde construyó un mirador. Además presentó un proyecto que habría llenado de chalés la cima y la ladera del Tossal.
Archivo Municipal: folleto informativo de la casa “Gargallo S.A. del año 1964. Si el proyecto de urbanización del Tossal de la Cala se hubiera podido llevar a cabo habría supuesto la total destrucción del yacimiento romano del siglo I a.C., un “castellum” de la época de las guerras de Sertorio, un monumento actualmente recuperado y con gran número de visitantes.
Ante lo que parecía una urbanización inminente algunas personas, entre ellas dos guardias civiles del próximo cuartel del Pi y el párroco Luis Duart Alabarta, recuperaron objetos que en su opinión iban a ser destrozados por las obras. Afortunadamente para Benidorm la empresa no presentó el proyecto definitivo hasta el año 1962 pero no pudo materializarlo porque el Ayuntamiento no lo aprobó por las deficiencias técnicas (calles, electricidad, iluminación, etc.[30] y la empresa lo abandonó. Una gran suerte para Benidorm porque habría supuesto la total pérdida del “castellum” romano de la cumbre del Tossal.
Algunas de las piezas recuperadas por los guardias civiles de la Cala se vendían a Hahn Stropciski, alemán avecinado en Benidorm para huir de su pasado nazi, según se decía en Benidorm. Estaba especialmente interesado por la numismática. En una carta de Pedro Zaragoza a Julio Guillén Tato del año 1962 le indicaba:
“En su calidad de Director del Museo Municipal de esta villa, quiero someter a su consideración los siguientes hechos, a fin de buscar una adecuada solución a los mismos.
Como usted sabe, en los terrenos propiedad de “Gargallo, S.A.”, sitos en la Cala, el guardia civil Sr. Soler viene realizando, desde hace algún tiempo, excavaciones arqueológicas –con bastante éxito por cierto- y en las que colabora el cabo de servicio en aquel Puesto.
De los objetos hallados, algunos han sido adquiridos por este Ayuntamiento con destino al Museo Municipal de su Dirección. Pero es el caso de que la mayor parte de ellos, y quizás los más valiosos, están siendo vendidos al súbdito alemán D. Humberto Hahn, quien los adquiere directamente de los guardias que realizan las excavaciones.
Como es natural, ésto perjudica notablemente los intereses del Museo municipal por cuanto objeto[s] arqueológicos hallados en este término van a parar a manos extrañas que incluso, probablemente, pueden sacarlos del país.
[…] sería conveniente ver de arbitrar algún medio que permitiera al Ayuntamiento tener, al menos, un derecho de tanteo para poder adquirir siempre, con preferencia, cuantos objetos, de esta índole, pudieran interesarle, sin perjuicio de que una vez desechados los no interesantes, pudiera enajenarlos directamente el interesado en la excavación.
[…] No cabe duda de que los guardias que están realizando las excavaciones obran de buena fe y por tanto no está en nuestro ánimo ocasionarles ningún perjuicio, pues bien pudiera ocurrir que llevadas a sus extremos las cosas, tuvieran consecuencias funestas para ellos.” [31].
El Hotel Planesia y la campaña de difamación a Pedro Zaragoza.
En 1956 Vicente Alemany Martínez presentó al Ayuntamiento el proyecto de construcción de un hotel en la cara de Levante del promontorio de Canfali. Según el informe del arquitecto municipal el nuevo edificio supondría un atentado contra la estética natural de Canfali que el PGOU recién aprobado ordenaba proteger: “se emplazaría en el promontorio del castillo de Benidorm, junto a la Plaza de la Iglesia [de Sant Jaume] en el acantilado". Vicente Alemany pedía que se le concediese “como zona marítimo-terrestre, el citado acantilado, con el propósito de construir en él un edificio de varias plantas; las tres primeras excavadas en la roca de dicho promontorio". También quería hacer un voladizo de un metro sobre el mar que aumentaba la superficie del futuro hotel. Además era gravísimo otro elemento para el que solicitaba permiso: “una escollera que se habría de adentrar 25 mts. en el mar.” La reacción de Pedro Zaragoza fue contundente:
“la sola idea de estas obras es un atentado urbanístico que lesionaría el paisaje rompiendo la continuidad de los estratos rocosos que forman la clásica silueta del castillo […] el Ayuntamiento debe reservarse el derecho de aprobar o rechazar las obras que se pretende realizar; de acuerdo con las Ordenanzas Municipales de construcción”.
El Ayuntamiento, además de las razones estéticas, basaba su oposición al proyecto en que la superficie ganada por el edificio con las terrazas voladas sobre el mar suponía ocupar sin pagar un solar de 400 m2 propiedad del Ayuntamiento. Esos metros se obtenían sumando el vuelo sobre el dominio marítimo de las cinco plantas del hotel [32].
Vicente Alemany no aceptó la negativa municipal y presentó una durísima batalla. Pensaba que, si desacreditaba a Pedro Zaragoza y lo destituían como alcalde, su sucesor sería más tolerante con los incumplimientos de las normas de construcción recién aprobadas. Juntamente con Ramón Rodríguez de HOMASA (Hoteles Marinos S.A.) acusó a Pedro Zaragoza de consentir inmoralidades en las playas de Benidorm, algo muy grave en aquella España de moral ultraconservadora por la que velaban unos bandos que cada verano recordaban las estrictas normas sobre trajes de baño.
Conocemos esta campaña de acoso y derribo gracias a la documentación del Archivo Pedro Zaragoza de la Universidad de Alicante. Hay una nota del Ministerio de Gobernación con fecha 29/07/1957 pero sin firma ni sello oficial informando que
“[...] en la Playa de Benidorm (Alicante) se ha registrado este año una afluencia extraordinaria de turistas suecos, finlandeses, alemanes y británicos que con su conducta escandalosa dan lugar a espectáculos bochornosos de un impudor y una desvergüenza que –se dice– convierte aquella playa en un lupanar”.
La nota añade que entre los extranjeros había numerosos homosexuales y que las turistas nórdicas buscaban ávidamente y seducían a los adolescentes españoles. Todos ellos provocaban de noche, en la playa, espectáculos abyectos por lo que muchas familias españolas habían abandonado Benidorm escandalizadas de que las autoridades no tomasen medidas [33].
Vicente Alemany y Ramón Rodríguez ampliaron la campaña de acusaciones ante el arzobispo de Valencia. Pedro Zaragoza se defendió y el 18/10/1957 escribió una carta a Jacinto Argaya Goicoechea:
“[...] me permito informarle sobre ciertos individuos que presumen de católicos y que estuvieron en Valencia para informarle de una serie de circunstancias que consideraban peligrosas para Benidorm […] puedo asegurarle que estos individuos iban guiados exclusivamente por el afán de perjudicarme a mí en todo lo posible por circunstancias personales, correspondiendo así a la infinidad de favores que les he hecho, entre ellos tapar desfalcos cometidos".
Pedro Zaragoza buscó también contrarrestar la campaña que habían organizado en su contra ante las autoridades del Estado. Solicitó la ayuda de sus conocidos, entre ellos Julio Guillén Tato que el 25/03/1958 escribió a Mª Teresa Roca de Togores, condesa de Torrellano, de origen alicantino:
“En Benidorm están alarmados porque parece ser que el dueño del Hotel Planesia tiene buenos padrinos aquí [en Madrid] que le conseguirán su inaceptable proyecto de construir unas terrazas voladas a la mar, atentando contra la fisonomía y carácter de la villa vieja, de la que yo mismo soy ferviente conservador, como sabes. Me dicen que uno de los que piensan apoyar tal ofensa al carácter local es tu sobrino Javier Méndez Vigo y yo te agradecería muchísimo le hicieses desistir de esto”.
Después, a principios abril 1958, Guillén Tato escribió a Pedro Zaragoza indicándole que los denunciantes habían adoptado una nueva estrategia y argumentaban que la obra volada estaba en zona marítima y la licencia de obras ya no dependía del Ayuntamiento de Benidorm.
“Acaba de llamarme Méndez Vigo –resulta que le conozco y le tuteo- […] Me dice que está en la zona marítima y nada tiene que ver con el ayuntamiento. Estad preparados sobre esto”.
Méndez Vigo ofreció a Guillén Tato participar en esa operación inmobiliaria, cosa que rechazó.
Siguiendo con su campaña de desprestigio Vicente Alemany, Ramón Rodríguez y Méndez Vigo denunciaron a Pedro Zaragoza ante el Ministerio de la Gobernación. Así lo explicaba este último a Antonio Pedrosa Latas:
“Ayer me llamó un amigo de Madrid diciéndome que, según presumía Méndez-Vigo, se han presentado de nuevo una serie de denuncias contra mí al Subsecretario de Gobernación o al Director General de Política Interior, con el fin de hacerme la vida imposible. Días pasados, el citado Méndez-Vigo, le dijo a Villacorta que no cesaría la lucha hasta poder eliminarme”.
La campaña de Vicente Alemany cesó a finales del año 1958 porque consiguió su objetivo: en Madrid aprobaron que construyera sobre terreno marítimo. Los temores de Guillén Tato se habían confirmado y Pedro Zaragoza no tuvo más remedio que aprobar la construcción del hotel. Había logrado lo que para él y para Guillén Tato fue una triste paz a pesar de que supuso su continuidad como alcalde: el promontorio de Canfali vio aparecer edificios en altura que desvirtuaron su imagen tradicional.
Año 1959: el hotel Planesia en construcción. Su altura supuso un duro golpe a la idea que Guillén Tato tenía de preservar Canfali en su aspecto natural.
Intento de que la isla de Benidorm fuera patrimonio municipal.
Otro tema con el que colaboró Guillén Tato fue el intento de que la isla de Benidorm pasara a ser propiedad municipal. En los siglos XIX y XX el Estado había intentado venderla en pública subasta en varias ocasiones, suscitando siempre la fuerte oposición de los municipios de Benidorm y Villajoyosa por los graves inconvenientes que se producirían a los pescadores de ambas localidades [34]. Ese argumento es el que planteó Pedro Zaragoza en varias sesiones consistoriales. En la del día 08/08/1959 propuso que para consolidar el dominio municipal de la isla se creara una plaza de guarda que residiera permanentemente en ella para lo cual va había que construirle una casa.
La casa se construyó y también se buscó, sin éxito, agua potable subterránea. El problema se resolvió con el tradicional aljibe para recoger agua de lluvia. El suministro de electricidad desde tierra era muy costoso y se solucionó con producción eólica, un aerogenerador. Realizadas estas obras el guardia se instaló en la isla [35].
Como las gestiones hechas en Madrid por Guillén Tato y otras persones para que el Estado cediera la propiedad de la isla al municipio parecían no avanzar Pedro Zaragoza propuso al pleno que fuera inscrita en el patrimonio municipal y en el Registro de la Propiedad:
“Facultar al Letrado D. José García Hernández, a fin de que realice las oportunas gestiones conducentes a conseguir la inscripción de la citada Isla, en el Registro de la Propiedad, como bien patrimonial de este Municipio” [36].
Las gestiones del letrado también fracasaron y el Estado inscribió la isla a su nombre en el Registro de la Propiedad número 1 de Benidorm. La nota simple consultada dice que es finca rústica de propiedad estatal al 100%. Está inscrita con el número 6.896, tomo 144, libro 46, con fecha de 2 de enero de 1964.
Pedro Zaragoza en sus solicitudes indicaba que su proyecto era reforestar la isla y preservarla para el pueblo pero su idea era otra. En 1957 había escrito a Guillén Tato lo que haría si la isla pasaba a ser propiedad municipal:
“construir un pequeño pueblo pescador, naturalmente sin intervención de ningún arquitecto que es como sale mejor las cosas. En la instancia yo hablo de grandes propósitos de hoteles, etc, pero en realidad lo que nos podría interesar sería posiblemente unos apartamentos imitando casitas de pescadores, etc, y un edificio restaurante-bar, etc. En fin, de momento interesa conseguir la Isla y después V. será quien decidirá lo más interesante” [37]
El poblado de pescadores no era tal, sólo un pretexto para construir pequeñas casas y venderlas a los turistas. Era una idea que la empresa Gargallo S.A. había lanzado para el Tossal de la Cala y afortunadamente ambos intentos no se consumaron. Actualmente la isla es un espacio natural protegido sin perder el atractivo turístico.
Guillén Tato nombrado Hijo Adoptivo de Benidorm, año 1959.
En septiembre de 1959 el pleno municipal decidía iniciar los trámites para nombrar a Guillén Tato hijo adoptivo de Benidorm, lo que sucedió en el mes de noviembre. El informe del concejal Pedro Borja Llorca decía:
“señala como méritos del Contraalmirante D. Julio Guillén […] el hecho de veranear en ella [Benidorm] desde el año 1905 ininterrumpidamente, erigiéndose desde entonces como un ardiente propagandista y por tanto fomentador de las bellezas de nuestra tierra; que adquirida en esta localidad por el interesado una casa en la calle de Santa Faz, respetando en todo momento la arquitectura de ambiente local, transformó su vivienda en un pequeño museo […] que en numerosas ocasiones ha publicado en la prensa nacional y extranjera artículos periodísticos destacando y ensalzando a Benidorm y sus bellezas naturales y atractivos turísticos; […] que desde 1950 a 1957, sin formar parte de la Corporación Municipal, gratuita y desinteresadamente desempeñó el cargo de Asesor Técnico-Artístico de la Comisión de Ornato de este Ayuntamiento en cuyo período y bajo su dirección personal se urbanizaron las calles “CARRERÓ DELS GATS” y “COSTERA DEL BARCO” iniciándose la propia urbanización de la “PLAZA DE LA SEÑORIA”, obras que resaltan y patentizan nuestro tipismo, particularmente la “Costera del Barco” que viene a ser una obra de exquisito gusto; […] que desde su cargo oficial acompañó a las autoridades municipales en sus viajes a Madrid a los centros oficiales apoyando en todo momento las pretensiones de las mismas para ejecutar sus proyectos lo que dio como fruto la construcción de un Grupo Escolar de 10 secciones en esta localidad y la permutación de este por la denominada “Casa de Leonor Canalejas” hoy día edificio donde se instalará la casa consistorial; que igualmente apoyó el expediente para conseguir el Ayuntamiento la propiedad del islote de Benidorm quedando aclarada la situación en el Ministerio de Marina sobre la propiedad del mismo; que ha sido en todo momento la persona en quien todos los benidormenses han contado siempre ayuda en Madrid para resolver sus problemas; que donó un solar el 7 de enero de 1956 para ser destinado por el Ayuntamiento a vía pública”.
El 23/11/1959 Guillén Tato agradecía el nombramiento:
“Tengo el honor de acusar recibo del testimonio del acuerdo de ese Ayuntamiento de su digna Presidencia [...] por el se me nombra HIJO ADOPTIVO de Benidorm, confirmando así, oficialmente, lo que hace años sentía muy hondamente al considerarme un benidormí más.
Esta honra que me llena de orgullo y que pasearé por el Mundo, como la más entrañable de cuantas he podido recibir, me ligará más aún si cabe a mi querido Benidorm que tan adentro siento en ese rincón del corazón que guarda las cosas más queridas y bonitas, junto con el imperecedero agradecimiento a V.S. y a todos los señores del Concejo que han intervenido en este acuerdo que demuestra generosa amistad” [38].
Guillén Tato pide proteger el edificio del hostal de la Plaza de la Constitución.
El 7 de julio de 1962 Guillén Tato envió una instancia al alcalde de Benidorm pidiéndole que se protegiera el hostal de la plaza de la Constitución con la declaración de monumento de interés histórico local.
Los hostal eran típicos del mundo preindustrial y cuando en 1666 BeatrizFajardo repobló Benidorm una de las infraestructuras que creó fue un hostal. Las comunicaciones terrestres eran muy lentas y muchos viajeros y comerciantes empleaban días en llegar a su destino. En la mayoría de los pueblos atravesados por una vía de comunicación de cierta importancia había un hostal para que pudieran pasar la noche. El que quería proteger Guillén Tato estaba cerca del camino de Alicante, después carretera de Alicante y actual Passeig de la Carretera. Su construcción es probablemente del siglo XIX. Según Guillén Tato:
“Entre los pocos edificios interesantes que van quedando con marcado carácter, figura el hostal de la plaza de la Constitución, número 14, tan importante en la historia local que dio nombre a la calle trasera en donde está enclavado.
Pocas son las antiguas posadas que van quedando en la provincia y este hostal es de lo más característico con sus dos zaguanes de arcos de piedra tosca y su aspecto gracioso.
[...] En méritos de lo expuesto, el Cronista que suscribe tiene el honor de proponer a V.S. que los porches y patio del referido hostal sean declarados monumento de interés histórico local” [39].
El hostal de la Plaza de la Constitución un día de mercado. Fuente: "Viaje en color al Benidorm de 1957" de Patty Stratton, página 33.
La Comisión Municipal Permanente del 2 de octubre de 1962 aceptaba dicha petición:
“[...] se acordó declarar el citado edificio Hostal sito en la Plaza de la Constitución número catorce monumento de interés histórico-artístico local, por lo que el proyecto de su posible modificación o reconstrucción será cuidadosamente criticado e informado a fin de garantizar la conservación de sus elementos más característicos” [40].
Desgraciadamente el histórico hostal desapareció para dejar paso a un edificio moderno. Una gran decepción para Guillén Tato que, sumada a otras muchas, le hicieron plantearse su compromiso de controlar las construcciones del centro histórico.
El monumento a los Muertos en el Mediterráneo.
En 1961 Pedro Zaragoza exponía una idea que meditaba desde hacía tiempo: construir en la plaza de la Senyoria un monumento en memoria de los hijos de Benidorm muertos en el mar. Se encargaría a Juan de Ávalos, el escultor elegido por Francisco Franco para lo que en aquella época se llamó “Valle de los Caídos” y desde el año 2022 es Valle de Cuelgamuros. Era muy conocido en toda España y favorecería la promoción de Benidorm:
“la conveniencia de que esta villa, por su gran tradición y larga raigambre marinera, erija un monumento que sirva de homenaje y recuerdo a todos sus hijos que perecieron en las faenas del mar. Propuso que el mismo podría situarse en la llamada Plaza de la Señoría o del Mal Pas, por su adecuada orientación hacia el mar. [...] se acordó que se encargue al distinguido y prestigioso escultor, Sr. Ávalos, la confección de un boceto” [41].
A principios del año siguiente ya tenían el esbozo pero el precio final del monumento, unas 500.000 pesetas, resultaba una cifra “excesivamente onerosa para ser hecha por el Ayuntamiento en su integridad”. Se decidió abrir “una suscripción pública con destino a dicho fin, encabezada por el Ayuntamiento con cien mil pesetas” [42].
Respecto al nombre del monumento, conversaciones con Guillén Tato y otras personas le hicieron ampliar la dedicatoria a todos los marineros muertos en el Mediterráneo: “Monumento a gentes del mar”, según el acta.
Con este monumento se hizo patente el malestar de Guillén Tato por la evolución de la construcción en el centro histórico de Benidorm que no seguía las pautas que él había marcado y se perdían los valores tradicionales que proponía. Según Vicente Ramos
“En 1962, con motivo del proyecto de Pedro Zaragoza de erigir en su villa natal un monumento a los muertos en el mar o, según Guillén, a los muertos en el Mediterráneo o pertenecientes a la antigua Confederación Aragonesa (Cataluña, Aragón, Valencia y Baleares) [...] se puso al descubierto la honda contrariedad de Guillén.
Sucedió que, al pretender formar el Patronato Nacional para el monumento, Guillén indicó que lo presidiese Pedro Nieto Antúnez, cargo que éste declinó por ser ministro.
Entonces, Zaragoza insiste en su primera idea: que lo fuera su «compadre» [Guillén Tato], mas éste decidió, en carta de 27 de febrero de 1963, «no aceptar nada oficialmente de Benidorm. Mi cariño a la terreta aumenta, sin embargo, con el desgraciado y absurdo giro que, desde años, está tomando urbanísticamente y del cual no quiero hacerme responsable ni remotamente». […] no sólo rechazó la presidencia, sino también una vocalía: «Entre bastidores, estaré siempre al lado de Benidorm, pero oficial y visiblemente quiero sentirme desligado, pues no quiero traicionar ideas y sentimientos muy arraigados, completamente desairados por vosotros.»” [43].
No aceptó la presidencia y por indicación suya se otorgó a Federico García Sánchiz, aunque Pedro Zaragoza le indicó
“sea quien sea el presidente, para nosotros es Vd. quien debe dirigir todo este tinglado, puesto que sabemos que en sus manos está más seguro el éxito de esta empresa” [44].
Le nombró vocal de Comisión Rectora del monumento y colaboró de forma activa. Por ejemplo en noviembre de 1964 formó parte de la delegación de Benidorm que entregó a Francisco Franco, en el Pardo, el boceto del monumento a los Muertos en el Mar Mediterráneo.
Palacio del Pardo, 11/11/1964: Francisco Franco, presidente de la Comisión de Honor del Monumento a los muertos en el Mar Mediterráneo, recibe en audiencia a los comisionados por el Ayuntamiento para ofrecerle el boceto de Juan de Ávalos. En el centro Pedro Zaragoza con uniforme de Falange y a su lado, con uniforme de marino, Julio Guillén Tato. Fuente: Archivo Pedro Zaragoza de la Universidad de Alicante.
Cuando al año siguiente, el 23 de mayo, se inauguró con toda solemnidad el monumento Guillén Tato estaba presente junto a una gran cantidad de autoridades civiles y militares pero no quiso ejercer ninguna función, salvo estar presente en un acto muy importante para Benidorm presidido por el ministro de Marina Nieto Antúnez. Pero había participado en las invitaciones y organización de la llegada de ocho navíos de guerra de Francia, Italia, España y Marruecos. El momento cumbre de la inauguración fue cuando el ministro descubrió la bandera valenciana, la senyera, que cubría el monumento y se soltaban cientos de palomas. Senyera en vez de la bandera nacional y palomas: no se indica de quién surgió esta iniciativa pero creo no equivocarme si digo que fue Guillén Tato; sentía una gran estima por estos dos elementos, uno símbolo de identidad y el otro elemento de arraigada tradición en las tierras valencianas. Utilizar la senyera en un acto oficial era un gran atrevimiento en aquella época.
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3. Guillén Tato vende las casas de la calle Santa Faz, San Telmo y Caseta Blava, y se traslada a l’Almafrà.
El malestar de Guillén Tato por el nuevo rumbo que emprendía el urbanismo de Benidorm se había hecho patente en 1959. Pedro Zaragoza lo supo en febrero de ese año, a través de Julio Guillén Salvetti. Le comentó que su padre pensaba vender la casa “porque está muy disgustado con Benidorm”. En el mes de marzo se lo confirmó por carta el propio Guillén Tato informándole además que ese verano alquilaría San Telmo. Indicaba que en el mes de agosto cumpliría sesenta y dos años de edad y tendría que pasar a la reserva. Afortunadamente, el almirante Pedro Nieto Antúnez propuso su ascenso a contraalmirante que se hizo efectivo el 5 de agosto. Eso significaba que pasaba a la reserva pero podía continuar como director del Museo Naval.
De todas formas, por primera vez en muchos años la familia Guillén-Salvetti no pasó el verano en Benidorm.
“El disgusto, si no explícito, era cierto [...] Y el Ayuntamiento quiso –noviembre− apagar la molestia, nombrándole -acuerdo justísimo a todas luces- hijo adoptivo” [45].
El malestar le hizo dar marcha atrás en su proyecto de vender al municipio su biblioteca particular. Redactó un borrador del contrato de compraventa que se conserva en el archivo de la familia Guillén pero finalmente decidió entregarlo a la biblioteca Gabriel Miró de Alicante, de la Obra Social la CAM.
Su disgusto con Benidorm no implicaba a Pedro Zaragoza porque la amistad entre ellos y sus familias se mantuvo incluso después la muerte de ambos personajes. Continuó su magnífica relación y la ayuda de Guillén a Zaragoza fue eficaz aunque discreta, sin carácter oficial. Siguió realizando gestiones en Madrid. Por ejemplo le ayudó en 1965 para obtener un segundo grupo escolar en Benidorm dado que Leonor Canalejas se había vuelto insuficiente a causa del crecimiento demográfico que había experimentado Benidorm.
La idea de vender San Telmo y la Caseta Blava e ir a veranear a l’Almafrà se materializó cuando encontró una finca con una antigua masía con dos edificios que le pareció idónea para disfrutar de la tranquilidad y sencillez de la vida en el campo.
En el año 1963 ya tenía comprometida la compra de la finca pero necesitaba un préstamo bancario. El 4 de julio Pedro Zaragoza le indicaba por carta la conveniencia de escribir a Antonio Ramos Carratalá, fundador de la Caja de Ahorros del Sureste, para informarle sobre el préstamo. Añadía:
“Las casas están libres completamente y la llave nos la van a entregar uno de estos días. Es conveniente que le escriba a D. Antonio porque en este momento de restricciones crediticias, únicamente conceden préstamo en casos especiales y a pesar de que yo ponga toda la carne en el asador, será mejor que Vd. también me ayude” [46].
El Boletín Municipal de mayo 1965, publicaba un artículo de Raúl Santidrian haciendo un recorrido por varios lugares de Benidorm. Y el primero que cita es l’Almafrà donde entrevistó a Guillén Tato. No lo indica pero es evidente que la entrevista se hizo en verano de 1964. Le llamó la atención al periodista que todo un contraalmirante, miembro de la Academia Española de la Lengua, estuviera ocupado en la reforma de su casa:
“me lo encontré en mangas de camisa, solitario, construyéndose un chalet que ya andará por el tejado. Lo está arreglando todo, lo está pintando todo, como un pequeño Robinson en su huerto, sin que le ayuden albañiles casi nunca”.
La casa de Guillén Tato en l’Almafrà , fotografia de Simeón que se conserva en el archivo de la familia Guillén. Las puertas fueron diseñadas y ejecutadas por él con la ayuda de su vecino Ximo. A la izquierda, bajo el símbolo del sol pone “BON DIA I SALUT“ Buen día y salud) y en la derecha, debajo del símbolo de la luna “COR NET I CAP ALT” (corazón limpio y cabeza alta), que resumen su filosofía de la vida. Fotografía de Simeón en el archivo de la familia Guillén.
En esta casa veraneó hasta su muerte en 1972.
Su carácter campechano y extrovertido le permitió iniciar una gran amistad con su vecino Ximo, Joaquín Calvo Such. Según me informaba su hija Josefa Calvo Lledó, la relación con Julio Guillén Tato se produjo a partir de la compra de dos parcelas que juntó para ensanchar su futura residencia estival. Ximo era carpintero de profesión y le ayudó desinteresadamente en la reforma de la casa y la ejecución de las puertas de original diseño de Guillén Tato. Había comprado una casa típica de la huerta de Benidorm, que por la lejanía al centro urbano disponía de un aljibe que llenaban con agua de la Séquia Mare. Como en San Telmo, la nueva residencia estaba decorada con azulejos valencianos y motivos marineros y también parecía un museo. Una gran senyera de cuatro palos rojos ondeaba al viento proclamando su estancia en la casa. A veces la Guardia Civil le indicaba que estaba prohibida pero él, amablemente, se negaba a quitarla y nadie lo molestó, tan grande era su prestigio.
Guillén Tato y su familia comían muchas veces con la familia de Ximo, lo cual acrecentó la buena relación entre ellos. Guillén regaló a las hijas de Ximo escapularios encargados especialmente por él que en vez de la Virgen de Carmen llevaban la imagen de la Virgen del Sufragio que seguía llamando del Naufragio porque era una Virgen marinera.
Cuando se proyectó hacer una representación en la playa de Poniente de la arribada de una nave con la imagen de la Virgen del Sufragio realizó un boceto de un londro respetando todas sus características. Con él Ximo confeccionó esa nave destinada al fuego. Anteriormente ya había colaborado en este tema del londro. Pere Maria Orts i Bosch había publicado en 1965 el libro "una imagen de la Virgen de Benidorm" y le envió el dibujo de un londro concreto y las características técnicas de ese tipo de navío.
Exterior de la casa de Guillén Tato en l’Almafrà. Sobre ella ondeaba una gran senyera que indicaba que el contralmirante esta veraneando en ella. Fuente: archivo de la familia Guillén.
Interior de la casa de l’Almafrà decorada con cerámica valenciana y motivos náuticos. Fuente: archivo de la familia Guillén.
El verano de 1972 fue el último de Guillén Tato. Su enfermedad requirió una intervención quirúrgica en la Policlínica Naval Nuestra Señora de Carmen de Madrid. El informe del cirujano fue:
“se le practicó una prostatectomia retropúbica de buena evolución inmediata, pero, como consecuencia de un shock endotóxico por Gram negativos falleció el 27 de noviembre de 1972” [47].
A las 10 horas de la mañana su cuerpo fue trasladado en ambulancia hasta l’Almafrà donde se colocó su capilla ardiente. Así lo había dejado dispuesto añadiendo que se hiciera una misa en valenciano a la próxima ermita de Sanç. A su amigo Ximo le había encargado que pusiera en su ataúd un puñado de tierra de l’Almafrà, flores de jazmín y que lo envolviera con la señera. Así lo hizo antes de que su cuerpo fuera trasladado al cementerio de Alicante.
La ermita de Sanç cuando se celebraron los funerales de Guillén tato. Aunque había dispuesto que fuese una ceremonia íntima acudieron espontáneamente tantas personas que la ermita no tenía capacidad para acogerlas a todas. Fotografía de Juan Carlos Villacorta, año 1976.
La reacción oficial del Ayuntamiento de Benidorm por el fallecimiento de Guillén Tato se produjo el 3 de enero de 1973 cuando el pleno municipal aprobó una moción del alcalde José-Manuel Reverte Coma “sobre homenaje a Don Julio Guillén Tato” enumerando sus méritos. Las propuestas aprobadas fueron:
- Poner el nombre de Almirante Julio Guillén en la entonces nueva Avenida del Rincón de l’Oix.
- Crear el premio literario “Benidorm-Almirante Guillén Tato” de relatos cortos y poesías en valenciano.
- Rotular la Plaza de la Señoría como “Plaza de Don Julio Guillén” [48].
Benidorm no cumplió estos acuerdos y el olvido cayó sobre una persona que tanto hizo por é cuando estaba transformándose en ciudad turística. Afortunadamente en 2022 la celebración del año de Guillén Tato con motivo del cincuenta aniversario de su muerte se materializó en varias actividades entre las que destacaron una exposición en el Museu Boca del Calvari y la publicación de varios artículos sobre el personaje en la Revista Oficial de les Festes Majors Patronals. El presente artículo se redactó para publicarlo también en dicho año pero por falta de espacio no pudo hacerse.
Guillén Tato y el valencianismo.
Un aspecto de la vida de Guillén Tato sobre el que no hay mucha información pero al que daba una gran importancia es el de su valencianismo militante. Para él no había contradicción entre sentirse plenamente español y plenamente valenciano, estimando intensamente toda la cultura valenciana y especialmente su lengua autóctona. El exvoto de la costera del Barco y la rotulación de calles y plazas del casco antiguo se realizó en valenciano por indicación suya; no sólo se encargó del texto sino también de los motivos decorativos típicos de la tradición valenciana.
En 1966 fue elegido mantenedor de la LXXXIV edición de Els Jocs Florals de la ciudad de Valencia y el 30 de julio pronunció su discurso en valenciano. Se sintió muy honrado por poder hacerlo precisamente en la ciudad "cap i casal" de la Comunitat Valenciana.
El año 1969, cuando Pedro Zaragoza era presidente de la Diputación Provincial de Alicante, lo invitó a impartir una conferencia en la capital provincial. En la carta de respuesta Guillén Tato le comentaba:
“El tema pot esser Poetas y literatos marinos (1780-1800), en castellà, malgrat les ganes que tinc d’emprar l’encís del nostre valencià literari que tant agradava a Cervantes; però aixó el deixe per a una que crec que em van a demanar l’Orfeó d’Elx, on hi parlaré de Per-qué parle jo en valencià.” [49]
En aquellos años el ejército español prohibía el uso del valenciano pero Guillén Tato lo empleaba tanto en el ámbito privado y familiar como en el público. En Benidorm encontraba una localidad de fuerte tradición marinera y de habla valenciana, dos factores que contribuyeron a que se sintiera plenamente identificado con él.
Ya hemos visto que en 1973 el pleno municipal aprobó una moción “sobre homenaje a Don Julio Guillén Tato”. Entre los méritos que enumeraba figuraba:
“gran valencianista, uno de los hombres que con más cuidado y esmero ha mantenido viva la lengua valenciana, lengua que constituye uno de los grandes valores españoles, de la España eterna y variada.”
Julio Guillén Tato, Pere María Orts i Bosch, Pedro Zaragoza Orts y José-Manuel Reverte Coma, de ideología conservadora, defendían el uso del valenciano como algo peculiar de nuestra tierra. Entendían nuestra lengua, cultura, tradiciones, etc., como un patrimonio común de todos los valencianos recibido de nuestros antepasados y que se debería conservar y desarrollar para legarlo a las generaciones siguientes.
Vicente Ramos reprodujo al principio de la biografía que dedicó a Julio Guillén este texto en el que se definía como español, valenciano y alicantino
NOTAS
[1] Agradezco a Maria José Guillén García, nieta del contralmirante, que me facilitara acceso a documentos de su archivo familiar que han enriquecido este artículo.
[2] ROFMPB 2022. ZARAGOZA ORTS, P.: “D. Julio Guillén Tato”. Discurso del 28/11/1986 en el “Homenaje a Julio Guillén Tato” del Ayuntamiento de Alicante con motivo del traslado de los restos del almirante a la plaza de Alicantinos Ilustres en el cementerio Nuestra Señora del Remedio.
[3] ZARAGOZA ORTS, ibídem.
[4] Benidorm Boletín del Ayuntamiento de la Villa, octubre de 1963.
[5] Aunque se publica en la Revista General de Marina en julio 1965, lo que narra pertenece a la década de 1940. Reproducido “in memoriam” en la revista Les Festes, Benidorm, diciembre 1974.
[6] AMB 4909/26.
[7] ZARAGOZA ORTS, ibídem.
[8] RAMOS PÉREZ, V.: “El almirante y polígrafo Julio Guillén Tato”, Institució Alfons el Magnànim, 1976, pàg. 254.
[9] AMB 6909/2.
[10] RAMOS PÉREZ 1976:255.
[11] AMB, 6909/2.
[12] AMB 6909/3.
[13] Carta de Guillén Tato a Pedro Zaragoza del 28/10/1955 en l’Arxiu Pedro Zaragoza de la Universitat d’Alacant. Citado por SALINAS SALINAS “Pedro Zaragoza Orts, alcalde franquista y desarrollista de Benidorm” 2021.
[14] AMB 6909/3.
[15] ZARAGOZA ORTS, ibídem.
[16] AMB 6909/4.
[17] AMB 6909/3, acta del 04/04/1953.
[18] GUILLÉN TATO, J. “Índice de los papeles de la Sección de Corso y Presas. 1784 – 1838”. Archivo General de Marina Don Álvaro de Bazán. Instituto. Histórico de Marina, 1953.
[19] AMB 6909/4, acta del 25/10/1954.
[20] GUILLÉN, Mª José: “Lo d’En Guillén”, ROFMPB 2022.
[21] AMB 6909/4, acta del 30/08/1956.
[22] Carta a Francisco G. Seijo Alonso, 06/10/1964; archivo de la familia Guillén.
[23] AMB 5091/8, Reglamento de la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm.
[24] AMB 6909/4, acta del 10/05/1955.
[25] AMB 6909/4, acta del 07/01/1956.
[26] Benidorm Boletín del Ayuntamiento de la Villa, año 1960 n.º 6.
[27] RAMOS 1976:257.
[28] AMB 6909/4, acta del 06/10/1956.
[29] https://jdiaz474.wordpress.com/2019/11/18/del-museo-arqueologico-de-benidorm-y-ii/
[30] AMB 6909/5, acta del 08/06/1962.
[31] AMB 5091/12, carta del 12 enero 1.962.
[32] AMB 16/19 Proyecto de hotel en Benidorm (Alicante) Propietario: D. Vicente Alemany Martínez Arquitecto: Don Vicente Vives Llorca. Octubre 1958.
[33] FPZ, Caja 22-2. Los textos del Archivo Pedro Zaragoza están tomados de la tesis doctoral de Carlos Salinas Salinas.
[34] https://histobenidorm.blogspot.com/2014/03/la-isla-o-islote-de-benidorm-mitos-y.html
[35] AMB 2954/1.
[36] AMB 6909/5 acta del 24/10/1961.
[37] SALINAS SALINAS 2021:88.
[38] AMB 4811/3 Expediente de hijo adoptivo de Benidorm, 26/11/1959.
[39] Benidorm Boletín del Ayuntamiento de la Villa núm 35, julio 1962.
[40] Ibidem núm. 40, diciembre 1962.
[41] AMB acta del 28/11/1961.
[42] AMB acta del 20/02/1962.
[43] RAMOS 1976:260-261.
[44] Carta de Pedro Zaragoza del 18/01/1963; archivo familia Guillén.
[45] RAMOS 1976:259.
[46] Carta de Pedro Zaragoza del 04/07/1963; archivo familia Guillén.
[47] RAMOS 1976:219.
[48] AMB 2928/7.
[49] Carta del 28/02/1969, archivo de la familia Guillén.