lunes, 13 de julio de 2015

EL HOSPITAL DE POBRES DE BENIDORM, una institución caritativa de los siglos XVIII y XIX.


Francisco Amillo

En el Antiguo Régimen los estados no solían dedicar recursos para ayudar a los necesitados. Se consideraba que era un tema que pertenecía a la esfera de lo religioso, no de lo político. Era la caridad de los fieles, estimulada por eclesiásticos, la que cumplía los preceptos evangélicos de dar de comer al hambriento, curar al enfermo y dar posada a los que no tenían hogar. Encontramos un ejemplo de esta mentalidad en la primera parte de "Blanquerna" la conocida novela de Ramón Lull [1]. En ella el autor mallorquín crea dos personajes, Evast y su esposa Aloma, que movidos por un espíritu de perfección cristiana vendieron sus bienes y vivieron pobremente, dedicados a la oración, ayuno y penitencia, mendigando para obtener su sustento tal como hacían las órdenes mendicantes. El dinero obtenido con la venta de sus bienes lo habían dedicado a  crear un hospital donde Evast cuidaba de los hombres y Aloma de las mujeres. Seguían el lema evangélico de que lo que se hacía a los pobres era como hacérselo a Dios (Mateo 25, 31-46). 

 

1. Hospital según una miniatura de un códice medieval. Ayuda a los pobres curando sus enfermedades y prestándoles asistencia material y espiritual. Además daban cobijo temporal a peregrinos y viajeros de condición modesta. 


En ese contexto espiritual surgieron desde la Edad Media los hospitales de pobres en la inmensa mayoría de pueblos y ciudades de España. Desconocemos si hubo un hospital de este tipo en el Benidorm medieval aunque lo más probable es que no, dadas las dificultades por las que atravesó y que le llevaron a desaparecer como municipio. Pero sí que ocurrió tras ser refundado en 1666. Sabemos que un vecino piadoso fundó en la nueva villa esta institución de caridad. 
Desconocemos muchas cosas sobre ella y queda pendiente mucha investigación. Lo que hasta ahora conocemos lo incluyo en esta entrada del blog. Es una parte del capítulo 2º del libro  "La Mare de Déu  del Sofratge Història i mite" del cual fui redactor. El libro está en valenciano y aquí incluyo su traducción castellana. 




1. Las primeras referencias al hospital de Benidorm.
Las noticias más antiguas sobre el hospital de pobres de Benidorm están relacionadas con el hallazgo de la imagen de la Virgen del Sufragio, un acontecimiento del cual se ha celebrado este año su 275 aniversario. Pero no aparecen en fuentes documentales porque en los archivos parroquial y municipal no hay referencias escritas a este hecho en esos años. Se trata de una tradición oral que narra cómo en 1740 la imagen de la virgen hallada en la popa de un londro se trasladó al hospital de la villa. Esta tradición fue recogida por Pedro María Orts Berdín en 1892: «después de unas solemnes fiestas en conmemoración de tan fausto encuentro, colocaron la imagen en el hospital» [1]. 

¿Por qué al hospital y no a la iglesia? Hay que tener presente la forma de pensar de la época. Una imagen de la Virgen debía recibir culto en un lugar digno pero en ésta concurría una circunstancia peculiar: cabía la posibilidad de que la tripulación del barco en el que fue hallada hubiese perecido a causa de la peste. Un navío infectado de peste suscitaba un enorme temor en aquella época. Colocarla en la capilla del hospital solucionaba los dos problemas: era un lugar digno y protegía de la posible peste a la mayoría de la población.

¿Qué credibilidad tiene esta tradición oral? El miedo al contagio de peste figura en los documentos de Simancas, del año 1740, en los que se cita el hallazgo de la imagen. Respecto a su traslado al hospital hay documentos de principios del siglo XIX gracias a los cuales sabemos que la imagen, denominada unas veces Virgen del Naufragio y otras del Sufragio, estaba en dicho hospital por lo que no tenemos motivos para dudar de esa tradición. 
En el archivo parroquial se indica que en el año 1803 estaba allí: «manda Maria Angela Such se celebren dos misas a la Virgen del Sufragio constituida en el Hospital de Benidorm» [3]. 
Carlos Llorca Baus informa que en los protocolos notariales de Benidorm hay una escritura del 9 de mayo de 1805 en la que el corsario Juan Baptista Pérez especificaba cómo se repartirían los beneficios de su próxima campaña de corso, indicando que la Virgen del Naufragio estaba en el hospital: «y concluido este se haya de sacar una parte como a otro marinero y esta deba ser para la Virgen del Naufragio, del hospital de esta villa, y la otra mitad en sufragio de las Benditas Almas del Purgatorio» [4].

 

2. La imagen encontrada en la popa de un navío en marzo de 1740 y que los benidormenses veneraron en la capilla del hospital durante unos ochenta años tenía probablemente este aspecto. Se exceptúan las barras de madera y los alambres que se pusieron más tarde para sostener el gran manto que actualmente cubre toda la imagen.




2. El concepto de "hospital de pobres" en el Antiguo Régimen. 
Al hablar del hospital tendremos que abandonar el significado actual de la palabra, ya que se centra exclusivamente en el aspecto sanitario. Los "hospitales de pobres" del Antiguo Régimen era instituciones que acogían enfermos pobres pero también lugares que daban cobijo y alimento a personas sin hogar: «un ospital en que los pobres miserables sean acogidos e albergados». Además se les procuraba asistencia espiritual ya que la religión tenía una gran importancia en aquella época.
En la Marina Baja había un refrán, recogido por Regina Ramón, aludiendo a que los pobres finalizaban sus días acogidos en el hospital: "Qui a trenta anys no té seny ni a quaranta té cabal, a cinquanta a l’Hospital" (Quien a los treinta años no tiene sentido común ni a los cuarenta caudal, a los cincuenta al hospital) [5].

Había miles de hospitales repartidos por ciudades y pueblos de la Península Ibérica. Mientras en las grandes ciudades tenían medios adecuados para prestar asistencia, en los pueblos sus recursos eran muy limitados. 



3. Antiguo hospital de pobres en Tremp que como el de Benidorm tenía dos plantas y pequeñas dimensiones. Los hospitales de las ciudades solían ser más grandes y con más medios. A partir de la epidemia de peste de 1348 algunos de esos hospitales urbanos se especializaron en la atención a apestados, algo que no se daba en los pequeños hospitales de pueblo. (Imagen de Wikipedia).



Respecto a la atención sanitaria conviene tener presente que, dadas las limitaciones de la medicina de la época y la perenne escasez de medios de estas instituciones, ofrecía unas atenciones mínimas, sobre todo en pequeños núcleos rurales como Benidorm. Más que asistencia médica, los enfermos pobres encontraban un abrigo contra la intemperie y unas ayudas de subsistencia. En esas circunstancias la muerte era un desenlace muy frecuente. 
Como escribía Félix Martín: «Las prestaciones del hospital dependían de sus rentas, y la mitad de los hospitales rurales carecían de ellas. En estos casos, era la generosidad de los vecinos la que los sostenía. Además, los hospitales que disponían de algún tipo de ingresos, casi siempre eran insuficientes. Los patrimonios de los hospitales consistían en unas pocas fanegas de tierra, alguna viña y en un número escaso de olivos. Estos bienes raíces proceden del fundador del hospital, y, en ciertos casos, de las donaciones de otros vecinos. [...] La clientela de los hospitales eran los pobres en sentido amplio. Los visitadores diocesanos, en ocasiones, advierten a los mayordomos que vigilen y cuiden que los que se recogen en el hospital sean pobres verdaderos, y no holgazanes y vagabundos.» [6]

Respecto a la forma de financiar el hospital de Benidorm hay un acta municipal del año 1852 en la que se habla de los "escorsims" o escurriduras, un impuesto sobre el  aceite que según se especifica, databa de tiempos inmemoriales y cuyo importe se destinaba a cera y a los pobres. Es muy posible que en su origen se destinara al hospital ya que era la forma principal de socorrer a los necesitados. Según indica: "Seguidamente se manifestó por el Sr Regidor Síndico lo conveniente que sería la continuación de la prestación que desde tiempo inmemorial se conoce bajo el nombre de escorsims = ó escor[r]eduras de aceyte con aplicación á objetos piadosos; el Ayuntamiento despues de haver conferenciado sobre este particular y teniendo en cuenta lo antiguo y beneficioso de la prestacion, los deseos del vecindario por su continuación acordó que se siga cobrando dicha prestación con destino a la compra de cera y el sobrante para limosnas de los Pobres de la Parroquia encargando al Regidor D. Vicente Vives la cobranza y distribución de los fondos" [7].

La atención a los pobres de Benidorm se venía prestando desde mucho antes, al menos desde principios del siglo XVIII. Así en las actas de las sesiones plenarias del año 1732 se indica en la toma de posesión de los cargos municipales que: «administraran justicia en todos casos, y en especial a los pobres, atendiéndoles en todo y por todo, y assi lo juraron y no firmaron por dezir no saber, de todo lo cual yo el escribano doy fee. Antte mi Alvaro Llorca.» [8] 



3. El fundador del hospital de Benidorm.
Desconocemos la fecha de fundación del hospital de pobres de Benidorm. Pedro Mª Orts describía la donación al convento de los Agustinos de la Vila Joiosa de unas propiedades en Lliriet y aunque no indica la fecha sabemos que fue a finales del siglo XVII. A continuación añadía: «Posteriormente otra persona piadosa, don Jaime Orts, fundó un hospital para pobres enfermos y transeuntes». 
Ese "posteriormente" es muy impreciso porque podría ser a finales del siglo XVII o a principios del XVIII.
Ignoramos también quién es el Jaime Orts que fundó el hospital porque había al menos cuatro personas de ese nombre en ese intervalo de tiempo:
- Jaime Orts Zaragoza, nacido en 1645, que se cita en 1678 en la toma de posesión del señorío de Benidorm por el procurador del señor territorial Rodrigo Gaspar de Puigmarín. Se dice que estaba a la prisión de Benidorm con otras seis personas y que el justicia, jurados y todo el consejo municipal solicitaron su amnistía. El apoyo que recibían de toda la población hace pensar que no eren delincuentes comunes sino opositores al régimen señorial en unos momentos previos a la Segunda Germanía. Era esta una actitud típica de los agricultores acomodados de la época. El nuevo procurador general, Diego Félix de Orive, accedió a los ruegos de la población y otorgó la libertad a Francisco Orts y a su hijo Jaime Orts. También se liberó a Pedro Juan, Pedro Vives, Domingo Vives y Antonio Orts.
- Jaime Orts García, nacido en 1654, que aparece en la toma de posesión de Rodrigo Baltasar de Puigmarín. Era el año 1687 y Jaime Orts ocupaba el cargo de "tinent del batle", encargado de dirigir la defensa de la villa. De acuerdo con los protocolos de la época entregó las llaves del castillo al procurador señorial, el cual abrió y cerro las puertas, recorrió las murallas e inspeccionó los cañones. En 1697 vuelve a aparecer en la documentación parroquial como síndico del municipio con motivo de la reserva del Santísimo Sacramento en la iglesia de Sant Jaume. 
- Jaime Orts Llinares, nacido en 1683, hijo de  Jaime Orts Zaragoza.
- Hay otro Jaime Orts, del que desconocemos el apellido materno. Era notario a finales del siglo XVII y firmaba como Jacobus Ots

Parece claro que todos ellos eran personas que gozaban de una posición económica acomodada y de prestigio social. Cualquiera de ellos podría haber donado una casa y tierras para fundar el hospital de pobres de Benidorm. 

Hay que tener presente una matización que introduce Regina Ramón: la iniciativa de la fundación habría partido del sacerdote benidormí José Llorca, vicario de la iglésia de Benidorm desde 1722 y Jaime Orts habría aportado los medios materiales. Según dicha autora: "Mossén Josep Llorca i Sanchiz, vicari de Benidorm des de 1722 a 1740 i de 1744 a 1754, sembla ser el fundador de l'Hospital, encara que una versió de Pere Maria Orts i Berdín assenyale que fou a iniciativa de Jaume Orts, un piadós benidormí. Probablement, com hi ha exemples a altres localitats, la fundació partiria d'una iniciativa eclesiàstica però li caldria d'un benefactor que aportara els diners necessaris per a la construcció o fera donació de la casa o habitatge hospitalari.
De acuerdo con esa matización la fecha de creación del hospital seria entre 1722 y 1740,  pero hay que tener presente que la intervención del vicario José Llorca no és un hecho probado: la autora dice "parece ser" pero no explica en que basa su afirmación.  

El hospital estaba situado junto a la iglesia y por tanto en una de les zonas más importantes de Benidorm. El edificio daba a la Calle Mayor según se indicaba en 1854: "una Casa Hospital sita en la calle Mayor, lindes a la casa de José Thous, calle del Pan y plazuela de la Perla" [9]. Es probable quela calle "del Pan" sea la actual del Metge Don Cosme Bayona, que anteriormente se había denominado del Forn. 
Según  Pasqual Almiñana en un cierto momento la Calle Mayor se denominó "Carrer de l'Hospital". La importancia de esta calle venia dada, según dicho autor porque era un espacio céntrico: "Conectava el Castell i l'església amb el carrer de l'Alameda i feia d'aquesta zona la principal de Benidorm, socialment parlant." [10] 



4. Funcionamiento del hospital de pobres Benidorm.
Lo normal era que el fundador o benefactor del hospital donara el edificio y algunas tierras que se alquilaban para que sus rentas se dedicaran al mantenimiento de la institución. Normalmente las rentas eran insuficientes y la situación se agravaba en años de malas cosechas. En esas circunstancias la ayuda caritativa de los vecinos era muy frecuente y, según hemos podido comprobar, las autoridades municipales colaboraban asiduamente. 
Como dato curioso hay que indicar que la caridad de los vecinos de Benidorm también se extendía al hospital de Valencia. Bernardo Bas y Suarez, contador de la citada institución, certificaba una serie de limosnas recibidas en el año 1787. Entre ellas figuraba la de "Pedro Vives vecino de la Villa de Benidorm por manos de Pedro Juan Ferrer, Demandadero de este Hospital en dicha Villa dió de limosna dos Sabanas de lienzo Casero" [11]






Pedro Vives, como muchas otras personas daba limosna en especie. Lo mismo hizo el erudito  Francisco Pérez Bayer que donaba 60 juegos de cama completos:  colchones, camisas de dormir, almohadas de lana y 120 sábanas. También había donativos en metálico, muchos de ellos voluntariamente anónimos siguiendo el principio evangélico de que "tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha" (Mateo cap. 6, v. 3)
Hay que suponer que en el hospital de Benidorm se reproducirían también estos comportamientos aunque a una escala mucho más reducida.

El edificio que actualmente ocupa el espacio del antiguo hospital es de la segunda mitad del siglo XX y por tanto sólo podemos hacernos una idea del tamaño de solar, que no era excesiva. Su altura, de acuerdo con antiguas fotografías, no sobrepasaba las dos plantas.

 


6. La Calle Mayor en la primera mitad del siglo  XX antes de su transformación turística a partir de 1956. Todos los edificios eran de dos plantes, dato que confirmaba el Diccionario de Pascual Madoz publicado entre 1846  1850. El hospital también seguiría esa norma.



Aunque desconocemos su estructura interna podemos inferir algunas de sus características de la comparación con otros hospitales del Reino de Valencia de los que sí se conservan datos.
En la planta inferior estarían la cocina, despensa, una dependencia administrativa y la vivienda del hospitalero encargado de mantener el recinto limpio, recaudar las limosnas y atender a los gastos de la entidad. 
En la planta superior habría dos salas con camas, una para hombres y otra para mujeres, además de una dependencia para guardar el material imprescindible: ropa de cama, elementos de limpieza, farmacia, etc.
Un elemento imprescindible era la capilla, presente en todos los antiguos "hospitales de pobres". Podía estar anexa al edificio  o formar parte de él. Además de ser un espacio de oración y culto, era el lugar donde se velaban los cadáveres de los indigentes fallecido antes de llevarlos a la iglesia y enterrarlos amore Dei, es decir gratis. La capilla del hospital de Benidorm fue el lugar al que se trasladó la Virgen del Sufragio en 1740 y donde los benidormenses la veneraron durante unos ochenta años hasta que hacia 1820 se trasladó a la iglesia parroquial.


5.  La permuta del edificio y el fin del hospital de pobres de Benidorm.
El final del edificio de la Calle  Mayor como sede del hospital de pobres está bien documentado. Acabó en manos de José Thous a pesar de que cumplía una meritoria labor de asistencia pública. No hay que olvidar que el hospital estaba al lado de su casa y en un punto muy céntrico por lo cual tenía un gran valor económico. Según Orts Berdín: "un alcalde cuyo nombre no hace al caso, tuvo la feliz idea de permutarle por una casita vieja cuasi arruinada que existía en una de las extremidades de la población donde las intermitentes [malaria o paludismo] espantaban á los pacientes, y á poco dicho edificio, si merecía tales honores, vino al suelo, desapareciendo el albergue caritativo y la filantrópica idea de su fundador."
Conocemos los nombres de los protagonistas y la fecha de esta desafortunada permuta gracias a dos documentos transcritos por Carlos Llorca. 
El primero procede de los protocolos notariales custodiados en el Archivo Municipal de Benidorm. Tiene fecha del 16 de julio de 1845. José Thous y Pérez, avogado y  alcalde de Benidorm, y José Orts, médico, manifiestan que: «habiendo presentado escrito ante el señor José Fuster, regidor regente de la alcaldía haciendo ver la necesidad y utilidad de permutar la Casa-Hospital de esta población por estar en la Calle Mayor y junto a la iglesia, sea el menos a propósito por el escándalo y relajación de los pobres.»  
Thous proponía permutar el edificio del hospital por otra casa que poseía en la calle del Alt, entonces en las afueras del pueblo. Orts, como descendiente de Jaime Orts, era el patrón del hospital y sorprendentemente accedía a la propuesta. La causa esgrimida era la conducta de los pobres, calificada de "escándalo y relajación" y  en base a ese argumento concluían que: «No queda sino cumplir la voluntad de los anteriores fundadores del mismo para abrigo de los pobres y dan en permuta la casa de la Calle Mayor».
Esta permuta resultaba muy favorable  a los intereses económicos de José Thous. La casa que ofrecía estaba en tan malas condiciones que según Orts Berdín se hundió a los pocos años. José Thous ya había demostrado que favorecía los intereses su familia a costa del pueblo, como por ejemplo cuando trajo agua potable a Benidorm. 
La codicia de Thous suscitó el resentimiento de la población porque en un acta de la sesión plenaria del ayuntamiento de 1854 aún se recordaba este hecho: «Habiendo en esta villa desde tiempo inmemorial una Casa Hospital sita en la calle Mayor, lindes a la casa de José Thous, calle del Pan y plazuela de la Perla, cuyo edificio fue violentamente ocupado y apropiado por Thous, despojando esta población de su legítima propiedad».  

Pero a pesar del descontento de muchos la permuta fue firme y los indigentes perdieron la casa de la Calle Mayor a cambio de recibir otra en muy malas condiciones. Ese hecho y la nueva legislación liberal que había creado las Juntas de Beneficencia, contribuyeron a la desaparición de esta institución caritativa típica del Antiguo Régimen cuando era la caridad cristiana la que  auxiliaba a los pobres a causa del desinterés del Estado. 

De todas formas la falta de medios del hospital de Benidorm fue otro factor que debió contribuir a su desaparición. No tenemos testimonios directos pero sí indirectos de esa decadencia a mediados del siglo XIX. Se trata de Pascual Madoz el cual en su conocido "Diccionario..." dice que en esos momentos sólo unos pocos hospitales funcionaban con cierta normalidad en la provincia de Alicante. Los demás tenían unos ingresos insignificantes porque los vecinos los consideraban innecesarios porque no faltaba el trabajo y apenas había pobres: "De las casas de caridad, hospitales y de maternidad que aparecen, los tres de Alicante, el de Alcoy, el de Elche y los de Orihuela, son los únicos que tienen rentas bastantes, no para llenar cumplidamente el objeto de su institución, sino para prestar algún beneficio a la humanidad doliente, al anciano y al huérfano. Los demás resultan puramente nominales pues los ingresos que se les suponen son insignificantes y no pocos de ellos de los incobrables. A primera vista no dejara de extrañarse el que una provincia colocada por su agricultura, por su industria y comercio entre las más ricas y que cuenta como caracteres distintivos de sus habitantes la caridad y compasión, se hallen tan mal dotados los establecimientos de beneficencia; pero cesará esta extrañeza si se considera que en gran parte los miran allí como innecesario: primero, porque los que habitan en terrenos menos favorecidos de la naturaleza, encuentran en los diferentes ramos de la industria y en la mayor feracidad de otros terrenos de la misma provincia y de las colindantes, Valencia y Murcia, medios decorosos de subsistencia, haciendo que apenas se conozca la mendicidad, fuera quizás de la capital; segundo, porque los alicantinos son muy sobrios y como casi nunca falta el jornal ni aún a los niños y ancianos, hacen pequeños ahorros para estos casos y cuando las dolencias se prolongan mucho tiempo hallan en la caridad de sus convecinos los recursos que el estado de su salud reclama." [13]

Benidorm cumplía esos requisitos ya que la actividad marítima (comercio, pesca, contrabando y su represión, etc.) daba trabajo a todos los que no lo encontraban en la agricultura.
Pero esta descripción tan optimista corresponde a la primera mitad del siglo XIX. En la segunda una grave crisis económica hizo descender su población y provocó emigración durante casi un siglo. En esas circunstancias adversas la institución del hospital desapareció si es que no había desaparecido antes.  
Pero es posible que el hospital se viese afectado por la ley de desamortización de 1855, redactada por el propio Madoz al frente del Ministerio de Hacienda. Esa norma permitía, entre otras cosas, vender todas los bienes de propios y comunes de los pueblos, de la beneficencia y de los censos pertenecientes a las mismas organizaciones. Así pues el edificio del hospital y los censos que pudiese tener para mantenerse se pudieron poner a la venta a partir de dicha ley. Es otro posible final para esta institución.




NOTAS:

[1] Ramón Llull: "Llibre d'Evast e d'Aloma e de Blaquerna son fill", también conocido como "Blanquerna", 1283. 
[2] Orts Berdin,  Pedro M.: "Apuntes históricos de Benidorm", 1892. Alicante.
[3] Archivo Parroquial Benidorm: Libro de Defunciones, vol. II, folio 260. 
[4] Llorca Baus, Carlos: "Historia Marinera de Benidorm, (1781-1950)". Editado por el Ayuntamiento de Benidorm, 1994.
[5]  Ramón Sapena, Regina: "L’expressió dermatològica al llenguatge popular valencià amb especial referènciaa la comarca de la Marina Baixa." Tesis doctoral. Departamento de Medicina Clínica. Universidad Miguel Hernández, 2006.
[6] Martín Verdejo, Félix: "Los hospitales rurales de pobres en el Antiguo Régimen",  Anales Toledanos, núm. 40, año 2004.
[7] Archivo Municipal de Benidorm, acta del 15-2-1852
[8] Archivo Municipal de Benidorm, acta del 15-4-1732
[9] Archivo Municipal de Benidorm, acta del 23-7-1854
[10] Almiñana Orozco, Pasqual: "Els topònims de Benidorm (1321-1955)". Ayuntamiento de Benidorm,  2001.
[11] DADUN: Depósito Académico Digital de la Universidad de Navarra. "Plan del recivo y gasto del Real Hospital General y Militar de la Ciudad de Valencia..." en:  dadun.unav.edu/bitstream/10171/30361/1/FA.Foll%20001.179.pdf
[12] Archivo Municipal de Benidorm, acta del 23-7-1854
[13] Pascual Madoz (1845-50) "Diccionario..." Tomo I, p 76.

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